Carta sin enviar

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El chico se encontraba dando vueltas por el colegio, buscando algún lugar perfecto para un encuentro con su hyung. Se ponía nervioso con tan solo pensar el hecho de hablarle directamente al chico que tanto le gusta, con poder verle directamente y finalmente revelar su identidad. Intentaba pensar que tipo de reacción tendría el mayor, pero le era imposible, su mente solamente imaginaba escenas perfectas de dramas y sentía que en su vida jamás sucedería algo así.

Mientras caminaba por el patio del colegio, se detuvo al encontrar un árbol con un par de flores detrás del gran edificio, el área estaba bien cuidada y se veía acogedora, al igual que privada. Se imagino con su hyung bajo el árbol, ambos sonriendo y con un sonrojo ante la pena. La escena le pareció más que hermosa, decidiendo que aquel lugar era perfecto.

Sacó su celular del bolsillo del pantalón, enfocando aquel lugar y tomándole una foto, sonriendo ampliamente ante la imagen.

—Por fin nos conoceremos, hyung.

Un sonrojo apareció en sus mejillas y regresó a la entrada del colegio, mirando fijamente su celular y pensando en la hermosa carta que le escribiría su hyung. Intentaría ser romántico, pero también mantendría esa característica ternura que plasmaba en sus cartas.

Cuando llegó a su casa, ya era de noche. Se dirigió a su habitación, conectándose a la impresora y mandando a imprimir aquella foto. Agradecía que en su casa tuvieran una impresora especial para las fotos, por ende, aquella hermosa foto que había tomado se vería más que perfecta dentro del sobre donde solía mandar sus cartas.

Tras recoger la foto, se dirigió a su habitación, sentándose en la cama y agarrando unas hojas, listo para escribir la última carta para su hyung.

Me Gustas, Hyung |XIUCHEN/CHENMIN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora