Capitulo 5

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En el baño continuo se oía el agua caer en el piso de la regadera, por lo que opte por irme al baño que se encontraba en la planta baja.

Cuando llevé a Aleksadria hasta la habitación simplemente no me fijé de los daños que se habrían provocado. El pasamanos de la escalera estaba manchado de un líquido negro y viscoso que goteaba hasta el fin del mismo y luego al piso.

La puerta no estaba en el lugar donde se supone debería estar, sino contra una de las paredes que dan a la cocina, estaba completamente hecho añicos, habían astillas tiradas por todos lados y la alfombra estaba recogida hasta una esquina por el momento en el que la puerta salió volando.

La silla en la que yo estuve seguía allí, tirada en el piso con la parte del espaldar rota en varias partes, los libros que estaban en los estantes de la sala principal estaban regados, abiertos y tiradas por doquier. Como si hubiesen estado buscando algo. Todo era un desastre.

Entre al baño y en el espejo ví la parte posterior de mi cuello. Tenía sangre desde la parte baja de mi cabeza hasta el traje. Limpie la sangre con agua y curé la herida de mi cabeza con alcohol y una venda. Me quite el traje y me duché, tenía unas marcas extrañas en la espalda y muchos moretones y aruñones en los brazos.

Sali de la ducha con una toalla amarrada a mi cintura. Mientras camino frente al lugar donde debia estar la puerta y se veían sombras moviendose del otro lado del camino, justo frente a la casa. Sentí miedo, pero no le preste mayor importancia, lo unico que deseaba era dormir, por horas, dias, siglos y hasta milenios si es que se podía. Era algo irresponsable pero sentia una gran pesadez en la parte posterior de mi cabeza y apenas y tenia las fuerzas suficientes para mantenerme en pie y caminar.

***

Tenía unos cuantos moretones y marcas extrañas a lo largo de la espalda, pero a diferencia de mi, Aleksandria se veía inclusive mas reluciente que cuando salimos de caza. Justo entonces ella estaba derramando un liquido transaparente algo espeso que brillaba como si fueran diminutos diamantes frente a la puerta.

- ¿Sucede algo?- dijo cuando se dio cuenta de mi mirada sobre ella.

- Debes contarme demasiadas cosas, ¿No crees?- yo estaba sentado en uno de los muebles que sobrevivieron a lo que sea que hayan hecho aquellos ... ¿espectros?

- No entiendo.- evadió lo que dije y entro en la cocina conmigo casi que pisandole los talones.

- ¡Porfavor!- bramé- Primero me dices que vives en un lago, luego cazamos con una extrañas flechas que tienen una rara luz en las puntas ¡y por ultimo, nos atacan unas cosas que no se que demonios eran!- sin darme cuenta ya estaba gritando.

- Tu lo sabes, simplemente no lo recuerdas.- dijo con ligereza- No tiendes a recordar con exactitud las cosas, alli esta el problema.

- ¡¿QUE SE SUPONE QUE DEBA RECORDAR?!- era exasperante la tranquilidad con la que ella hablaba, como si no hubiese sucedido nada- HASTA HACE TRES DIAS TENIA LA VIDA NORMAL DE UN JOVEN DE MI EDAD.

- En realidad, tenias la vida de un niño mimado que no sabía que hacer con su vida, la mayoria de chicos de tu edad trabajan y los que no trabajan al menos tienen un buen estado fisico- dijo deteniéndose para hablar frente a frente.¡¿ QUE DEMONIOS TENIA ESO QUE VER CON LO QUE HABÍA SUCEDIDO?!

- ¡¿AHORA INSINÚAS QUE NO TENGO BUEN ESTADO FÍSICO?!¡¿QUE TIENE ESO QUE VER?!- dije alzando la voz mas de lo que debería.

- Modera tu tono de voz, y si quieres, te podría probar que yo con la poca masa muscular que tengo te podría derrotar.

- No peleo con mujeres - digo ya moderando mi tono de voz.

- ¿Temes perder?- dice con una sonrisa burlona.

- ¡Vamos!, intenta atacarme -airoso me paro con las manos cruzadas sobre mi pecho.

Aleksandria deja el envase de cristal que llevaba en las manos sobre la encimera de la cocina, toma un largo respiro y con ambas manos me empuja en el pecho, yo apenas y tambaleo por lo que rio, da un golpe en la parte posterior de mi rodilla y caigo al piso sobre las mismas, la veo dar una vuelta en el aire y luego en menos de segundos siento el fuerte golpe que me propina con su pie en un costado de mi costilla.

-¿En realidad pensaste que no podría derribarte?- ella rio triunfante- tengo mas experiencia en combate que tu, cuando estes en la condicion fisica que necesitas te contare todo lo que quieras saber, mientras tanto mantente al margen de todo lo que suceda aqui, dejame a mi hacer mi trabajo.

- ¿Cuál se supone que es esa condición?- digo casi ahogándome con mis propias palabras por la falta de aire.

- Cuando me puedas derrotar.

Aun estoy tumbado en el piso sobre mi espalda, esperando a recuperar el aire suficiente para poder levantarme y verla a la cara otra vez.

- Se supone que mi padre me envio aqui para poder retomar el camino que debo para llevar una buena vida y ahora esto- digo apoyandome sobre la encimera, por mas que tratase de disimular, el dolor del golpe que me habia dado Aleksandria en la costilla era mas fuerte de lo que me imaginaba.- ¿Como esperas que me mantenga al margen de todo esto?

- Solo ignoralo- dice con un tono de voz monotono- Trata de no arriesgar tu vida con alguna estupides para probarte algo a ti mismo, no siempre te podre estar salvando.

- ¿Salvando?, si mal no recuerdo fui yo quien consiguio que aquellas cosas se fueran y te ayude para que pudieras recuperarte.- digo exasperado.

- Creo que ya te agradeci por eso, y sí, salvando, ¡YO FUI LA QUE TE ESPANTO PARA QUE ENCONTRARAS EL CAMINO HASTA AQUI O SI NO ESAS COSAS TE HABRIAN ATACADO EN EL MEDIO DEL BOSQUE!- dijo subiendo mas su tono de voz.

- ¡Eres tan extraña!- dige con notorio enojo- Cuando llegue aqui te me apareciste sonriendo y todo, y ahora despues de todo esto que acaba de pasar, te comportas así- digo mirandola de pies a cabezas, por lo que ella cruza los brazos sobre su pecho y vi su palida cara tornarse de un leve color rojizo- ¿Sufres de bipolaridad o algo parecido?

- Cuando llegaste pense que eras tu hermano, fisicamente te pareces mucho a él, luego recorde que murio, esperaba encontrar algo de él en ti pero en estos dias me he dado cuenta que en verdad las similitudes comienzan y terminan en la apariencia unicamente.- dijo con notoria rabia en cada palabra.

Sentí la rabia subir desde mis pies hasta mi cabeza, giro sobre mis talones y aparentando completa tranquilidad camino hasta las escaleras y a mi habitacion.

Cierro la puerta detras de mi y tomo un largo respiro. Siento la rabia bajar hasta mis puños, mi cabeza es un mar repleto de rabia, siento una fuerte colera apoderarse de mi, cierro mi puño y lanzo un golpe lo mas fuerte que pude hacia la pared que mas tenia cerca. Veo mis nudillo tornarse de color rojo, pero no siento el dolor, asi que continuo lanzando golpes a la pared hasta que luego de unos minutos siento mis nudillos sangrando y me trato de convecer a mi mismo de que ya he sacado toda la ira de mi cuerpo para no hacerme mas daño a causa de un descontrol emocional.

¿Acaso todo el mundo debe compararme con mi hermano? por mas que me doliera ya todos deberian aceptar que esta muerto y dejar de decir que me parezco a el o que el hace mucha mas falta que yo.

Huí de mi casa para evitar que el fantasma de mi hermano me siga, pero al parecer no importa donde vaya, todos los que amaron a mi hermano lo ven en mi pero creen que yo solo represento el lado oscuro que mi hermano talvez nunca tuvo, todo porque ellos no lo conocieron como yo, no supieron las cosas que yo supe y porque no cumpla las espectativas que ellos tienen para mi.

Talvez y lo mas facil seria huir a otro pais, cambiar mi nombre y toda mi informacion personal, por mas estupido que eso suene, pero para ser sincero varias cosas que antes me parecian estupidas ahora resultan ser reales.

La casa del lagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora