Capítulo 3

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Después de la cena que Aleksandria preparo me fui hasta mi habitación y dormí tan placidamnte, como si no hubiese dormido hace días.

                                                                                ***

En la mñana me levante un poco temprano, y como en esa casa no se oía nada más que un profundo silencio, bajé a la sala a encender la televisión.

- No malgastes tiempo allí -dijo Aleksandria a mis espaldas.- No sirve de nada, aquí el entretenimiento es en vivo, eso solo es adorno - mi mandíbula cayó al suelo.

- Esto es imposible- musité y ella se sentó en el suelo a mi lado.

-¿ Quieres hacer algo entretenido?- asenti y sonrei de forma picara.- Bien...sígueme.

Camine tras ella a través por las escaleras hacia el segundo piso de la casa.

Llegamos hacia una habitación que tenia la puerta cerrada y tenia las luces apagadas. Ella entro antes que yo y se perdió de mi vista en la obscuridad. Imaginando las más extrañas imagines en mi cabeza, me adentre en la habitación y a ciegas la comencé a buscar  el inrerruptor con mis manos.

Toque lo que parecía ser una repisa, una mesa, una cabina de cristal..¿una cabina de..." Olvidalo Chris" grito mi conciencia y obedecí.

Escuché un ruido tras de mi y la luz se encendió en la habitación.

- Ponte esto...- Aleksandria me lanzó una ropa negra de cuero doblada-...vamos de caza - sonrió ampliamente y ella se llevó otra igual y entró a otro cuarto.

Estire la ropa y...oh. Nunca había visto uno. Si han visto The X-men entenderán de que me sorprendió al ver uno de esos en mis manos..justo a mi medida. Pero este no llevaba una X en el cinturón...solo era negro de cuero.

Después de unos cuantos minutos ya tenía el traje en mi cuerpo. Era algo ajustado pero se sentía cómodo.

- Estas listo - hablo Aleksandria y yo salí de la habitación.

Ella llevaba un traje parecido al mio pero este era color gris, dejando ver las curvas de su cuerpo. La piel de su rostro se veía sumamente blanca y sus mejillas se veían levemente rosas con un fino rizo naranja surcando su frente. Su gran melena naranja estaba en una trenza que parecía una espiga muy larga. Y en sus pies llevaba unas botas militares del mismo color de su traje al, igual que yo.

- Dependiendo de que estemos a punto de hacer- sonreí pasando los pensamientos más impuros en mi mente y ella resopló como si supiera que estaba pensando.

- No me llevarás a la cama...Tenlo por seguro- mi mandíbula se fue al piso y ella sonrió triunfante.

- Ni estaba pensando en eso - hable después de un momento-¿ Me podrías decir que estamos apunto de hacer ?- junte mis cejas y ella tomo una gran bolsa del suelo.

Ella bajo las escaleras y yo la seguí. Salimos de la casa y ella saco varias cosas de la bolsa.

-¿Que estas haciendo? - pregunte juntando el ceño.

- ¿No piensas cazar con las manos?- yo negué con la cabeza y con el ceño aun fruncido.- Te voy a explicar, estas flechas no dañan , solo paralizan- saco de la bolsa unas flechas de madera que tenían un singular brillo en la punta - Vamos a cazar sin hacerle daño a los animales - ella sonrió y yo solo asenti.

Armó dos arcos de acero y saco dos fundas para las flechas.

-Ten - hablo ella y me entrego un arco, la funda y las flechas -¿ Recibiste clases de manejo de armas alguna vez? - yo asenti sonriente y ella negó con la cabeza mientras reía.-Aun así no me ganaras -dijo orgullosa.

-¿Cuanto quieres apostar? - ella negó con la cabeza.- Vamos, ¿No te da miedo ¿o si?

- No, solo que me da pena hacerte quedar en vergüenza- se equipó con lo necesario - Acepto , te apuesto que no atrapas ni cinco - hablo después.

- Si yo gano, tendrás que ayudarme a conseguir al menos comunicación aquí.- ella río negando con la cabeza.

- Podrías ser inteligente y pedir algo mejor, si yo gano tu harás algo que yo quiera.- estiro su mano - ¿Aceptas?.- tome su mano y la estreche.

- De acuerdo, vamos - tome el bolso con flechas que me dio Aleksandria y lo colgué a mi hombro, luego tome el arco y espere para que ella fuera conmigo.

Bajamos las escaleras y salimos de la casa directo hacia el bosque que quedaba tras de la casa.

- Bien comencemos- hablo ella muy sonriente - solo hay dos reglas, no puedes ir al bosque que esta en frente y no se puede sabotear el trabajo del contrincante.

- De acuerdo, entonces voy por allá y tu al otro lado- ella asintió y cada uno comenzó a caminar hacia su lado.

Me comencé a alejar de ella y me introducía en el denso grupo de arboles. Escuché unas ramas crugiendo a unos metros delante mio, así que me agache tras un árbol caído y me prepare para atacar, era un ciervo el que estaba rondando. Tenia la certeza de que las flechas no les harían daño, así que tranquilamente podía disparar la fecha.

Tomé el arco de la empuñadura y comencé a estirar la cuerda sujeta a la flecha hasta que mi brazo estuvo completamente estirado y que la mano que sujetaba la cuerda estuviera a la altura de mi bosa, entonces la solté. Atine al blanco y luego fui por unos blancos mas.

(***)

Despue de haber atinado a unosc uantos blancos mas me di cuenta de que la noche comenzaba a a pintar el cielo de un azul oscuro.

Escuche unas ramas crujiendo atras y me aliste para disparar, hasta que me di cuenta de que la persona que estaba alli era Aleksandria.

- Casi te disparo- le dije y sonrei.

- No ibas a poder, soy mas veloz- dijo altiva.

- Lo que digas.

Nos fuimos a la casa lo mas rapido que pudimos, por la insistencia de Aleksandria. No sabia porque, pero ella estaba a cargo.

-Apresurate- ella caminaba delante de mi por lo que era imposible no verla.

Se supone que ella no hacia ningun ejercicio, pero tenia un cuerpo que cualquier chica envidiaria.

Entramos en la casa pero Aleksandria lucía un poco alterada.

-¿Que sucede?

- Hay alguien afuera- me aviso ella y comenzó a apagar las luces. Cerro las puertas y ventanas con seguro y se paro junto a la puerta con el arco en la mano, lista para atacar.

-Ven - ella susurro yo me pare junto a ella, listo para disparar.

Ella movio apenas una esquina de la cortina y miro hacia afuera de la ventana.

Yo aun no entendia que era, pero si era algo malo no tendriamos oportunidad, estabamos enmedio de la nada y ...bueno, ellos debebn ser mas de dos.

Estuvimos en silencio unos segundo hasta que alguien toco la puerta. No atendimos.

Corrimos hasta la cocina y nos respaldamos tras la pared que nos daba vista directa hasta la puerta.

Lo siguiente que escuche fue un estruendoso golpe y la puerta salió volando hasta la pared de la cocina, las astillas de la madera comenzaron a volar por sobre el piso, me precipite a tratar de atacar pero no habia nadie. Cuando volvi a mirar atras vi a Aleksandria en el piso.

Cuando me acerque a ella senti un golpe en la nuca y todo se comence a ver todo negro. Se veia borroso, solo sombras blancas se movian alrededor de nosotros y entonces cai en la inconciencia, pero aun asi escuchaba voces hablando en un idioma que no entendia pero sabia que no era algo bueno.

La casa del lagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora