Fate: Hora Del Martillo

Capítulo 18: Control de plagas

Antes de comenzar, aquí hay una notificación rápida. Puede notar que Shirou se comporta un poco OOC aquí, pero eso se hace con una razón y tiene una causa real en la historia. Si sigue leyendo, más allá de la primera parte, se explica por qué se comporta como lo hace. Por favor, hazlo y no llegues inmediatamente a la conclusión de que olvidé por completo cómo se supone que es el personaje de Shirou.

Gracias.

Control de plagas

' Podría haber sabido esto antes de hoy?'

Esa era la pregunta que jugaba en la mente de Shirou una y otra vez, la pura rabia y horror que sentía dejando poco espacio para cualquier otra cosa.

Se había enfrentado a Shinji solo unos minutos antes, arrastrándolo a un parque abandonado para una conversación intensa que seguramente los pondría nerviosos.

Shirou estaba decidido a finalmente sacarle la verdad a Shinji y no planeaba dejarse sorprender nuevamente con simples palabras y respuestas evasivas, como todas las veces anteriores que lo intentó.

Tal como esperaba, de hecho se degeneró en una pelea a gritos muy rápidamente, aunque Shirou sería fácilmente admitir que él era, de hecho, haciendo la mayor parte de los gritos en esa conversación, mientras que Shinji era el que busca la calma.

Fue todo un cambio de roles para los dos adolescentes.

Sin embargo, Shirou no había podido evitarlo. Había perdido su autocontrol. En el calor del momento, cuando parecía que Shinji intentaría hacerlo volar de nuevo, había visto imágenes destellar ante sus ojos, imágenes de Sakura.

Qué vacía había parecido durante los primeros días de su amistad, y cuánto se había aferrado a él simplemente porque él la ayudaba y le hablaba amablemente. Cuán obviamente estaba asustada de su abuelo, negándose a dejar que Shirou lo conociera sin importar las circunstancias. Cómo la relación con su hermano era increíblemente tensa, pero de alguna manera aún amorosa por ambos lados.

Sabía lo mucho que ella apreciaba y casi adoraba a quienes le mostraban incluso una pizca de amabilidad. Si bien deseaba que no fuera así, Shirou estaba seguro de que su kouhai moriría voluntariamente por Ayako y él.

Sin embargo, incluso a pesar de todo eso, nunca había sido realmente feliz, nunca completamente relajada y cómoda. Mirando hacia atrás, Shirou podía decir que sus sonrisas, aunque cegadoramente lindas y entrañables, siempre eran al menos un poco falsas también. A veces, le recordaban a los suyos.

También creía que tenía una buena idea de por qué ella era así.

Sakura sintió que no era digna de que algo bueno le sucediera, como si no valiera nada en absoluto. Su odio a sí misma le impedía hacer verdaderas conexiones con alguien y le impedía ser feliz consigo misma.

El lo sabría. Después de todo, él era muy parecido.

Sin embargo, lo que Sakura pensó no era cierto. Ayako, Taiga, Shinji y el propio Shirou, todos se preocuparon por ella, incluso la amaron. No había forma de que quisieran que se fuera, pero de alguna manera, Sakura se había metido en la cabeza que estaban mejor sin ella. Ahora, necesitaba saber por qué.

Era un crédito a la capacidad de Sakura para mantener esas cosas ocultas que solo había comenzado a notar las pequeñas señales después de que la Bestia Fantasmal lo acusó de abandonarla. No había visto nada antes de ese día.

Entonces sí, había volado contra Shinji, algo de lo que ya se había sentido culpable mientras todavía estaba en el acto de hacerlo. También había estado listo para disculparse, ya que solo era apropiado después de salir volando del mango como lo había hecho.