I Am

Capítulo 4

Ya habían pasado dos semanas.

La situación ha cambiado bastante, ahora los populares no me dirigen la palabra, aunque en su momento alguno lo intento, supongo que por recomendación de sus abogados para no empeorar su situación, que de por si ya va bastante mal.

Aun así seguía decepcionada, crees que conoces a alguien hasta que ves su segunda cara, todavía recuerdo como intentaba justificarse...

-K.K, oye, ¿Podemos hablar?- lo ignoré
-Lo siento, te juro que no era mi intención hacerte daño, es solo que ellos no...- bufo incapaz de encontrar como expresarse- yo, yo lo sien...

- Escúchame Kayton a tí te puede parecer todo lo simple que quieras, vas de amigo cuando en realidad eres un capullo traidor y no estoy segura de si viniste por la denuncia o por mi perdón, así que te voy a dejar algo claro, al igual que te pareció bien sujetarme entonces, que ahora también te parezca bien mantenerte lo más lejos que puedas de mi, ahora deja de joder este es el último día que tengo para acabar el boceto y poder entregarlo antes de la fecha de entrega. Y no vuelvas a llamarme así.

Y así como se lo pedí permaneció en silencio lo que restaba de clase y no volvimos a hablar.

Mi encantadora y bella denuncia incluye una indemnización y una orden de alejamiento. Aunque conlleva mucho más que eso, la mayoría es parte del equipo de fútbol por lo que para mantener el estatus del instituto deberían ser expulsados del equipo y del centro ya que no sería yo quien se fuese de realizarse la orden de alejamiento.

Pero bueno, es cuestión de esperar.

Ya había acabado con la monotonía de las clases de hoy y me quitaron las muletas puesto a que aquel día me provocaron una fractura en la pierna y también una fisura en el brazo, específicamente en el radio, pero para mi suerte ya me he curado del todo.

-Zozo, ¿Hacemos algo hoy? No me apetece quedarme en casa.- durante este tiempo nos hemos hecho muy cercanos a ellos, casi podríamos llamarlos familia.

-Hmmm claro, podríamos ir al cine con los chicos. Avisémosles y vayamos después de un descanso en casa.

-Me parece bien.- le contesto y veo a mi amigo en la salida del centro escolar- Nos vemos, Chris me está esperando para volver a casa.

A nuestro paso y con una parada en una pequeña tienda de alimentación a por helado, al fin logramos llegar a nuestra casa, donde me tiro al sofá seguida de Chris y de Lucifer que decidieron que aplastarme era una buena idea.

-Estáis gordos, quitaos de encima que no me dejáis respirar- les digo agónica y cansada.

-Vale, vale, Luci abajo- le ordena y se bajan de encima mío, yo aprovecho y me siento para impedir que esta situación se repita- Kayyyyyyy ¿Qué hay de comer?- me pregunta con voz de infante.

-No idea, ¿Qué vas a cocinar?

-Te toca a ti, ayer yo ya cociné unas deliciosas croquetas que te tragaste. Ahora te toca a ti, me apetece una lasagna.

-Sabes que no sé hacer- le digo cansada y me pone cara de perrito abandonado porque sabe que con YouTube problemas como esos no son nada.

-Aagh, vale lo haré, pero allá tú probando lo que salga.- gruño, le doy un beso en la mejilla y voy a la cocina a empezar mientras voy buscando recetas fáciles en Google.

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Tras alrededor de tres intentos, al fin hice algo comestible.

-Menos mal que a la tercera va la vencida, porque si no yo ya me habría muerto de la indigestión. Y encima mira lo tarde que es, se supone que comíamos a las cuatro y ya son casi las seis.