El Concepto

Pedazos

Muchos no queremos. Afirmamos que nos enamoramos y que salimos lastimados, y lo hacemos afirmando que alguien nos rompió el corazón en pedazos.

Y ponemos la responsabilidad en otro.

Pero revisemos lo que esto implica.

Para que algo se rompa en pedazos, es necesario que ese algo tenga una propiedad particular previa: Dureza.

Entonces entendemos que si nuestro corazón se partió en pedazos, es porque previamente estaba duro.

En alguna relación de amor pasada pudo haber sucedido algo que te lastime, y que esto sea responsabilidad de otro, sí, pero; ¿Por qué estaba duro tu corazón?

Y es que de no estar endurecido, tu corazón no se habría partido en pedazos.

Yo te digo por qué.

pero vos vas a tener que mirar

y reconocer.

Hay dos cosas que endurecen nuestro corazón: el miedo y la desilusión.

El miedo que llevamos a una relación tiene varias posibles caras.

El miedo a la soledad es uno de los mas comunes, nos hace entrar en relaciones con personas incompatibles ya que por consecuencia priorizamos el tener alguien al lado lo mas pronto posible, en lugar de darnos la oportunidad de realizar el proceso de conocer a las personas para ver primeramente si hay efectividad en el trato mutuo; esto nos impide rechazar la relación de antemano en caso de reconocer dicha incompatibilidad.

Hay varios síntomas que evidencian la incompatibilidad y lo inefectivo del trato mutuo, como ser la desconfianza, la inseguridad. Entonces, ¿Por qué habrías de relacionarte con una persona que no te inspira confianza? Quizás sea difícil aceptarlo en principio, pero es por el miedo a estar solo. Aún más, entrar en una relación a pesar de no confiar en la otra parte o de no sentirnos seguros de nosotros mismos nos genera otro temor importante: miedo al engaño. Y en este punto quiero detenerme a explicar que si crees posible que alguien vaya a engañarte, es necesario que revises esta cuestión:

¿Doy lo necesario para satisfacer a otra persona?

Si considero que sí, que tengo mucho para dar, entonces lo acertado es darme a una persona que tenga la capacidad de apreciar mis valores, medida con la que prevengo todo engaño que pueda tener raíz en mi persona.

En cambio, de no ser así, no debo meterme en una relación, debo auto cultivarme.

Ante todo miedo, debo preguntarme qué me lo causa, reconocerlo, controlarlo. Es muy sano además enfocarme en conocerme, sanar heridas, salvar debilidades, mejorar aptitudes e incluso pulir fortalezas en mi persona.

El tiempo en el que no estamos en una relación de amor, no es soledad. Puesto que debemos mantener un amar activo en nuestros familiares, amistades, y aun a cualquier persona que nos rodee. El corazón activo prevendrá cualquier enamoramiento inconsciente y torpe, mientras fortalece nuestro afecto, nuestra seguridad y despeja miedos; el corazón activo al entorno previene durezas.

Muchas personas plantean filosofías que consisten en no enamorarse, no involucrarse, para, supuestamente, protegerse a si mismos; pero no es mas que una autoflagelación con la que damos lugar a la cobardía, al vacío interno y a la autentica soledad.

La desilusión, por otra parte, viene directamente y exclusivamente de la inmadurez. No quiero confusiones. No digo en manera alguna que ilusionarse sea de inmaduro. Digo que desilusionarse lo es, es producto de la ilusión de alguien inmaduro; no ocurre con personas que hayan alcanzado algún grado de madurez.

Al entrar en una relación de amor en estado de inmadurez, muchas veces sucede que asumimos ciegamente que todo va perfecto, que siempre lo será, y que el sentimiento es mutuo.

Cuando el tiempo evidencie que no es así, entonces llega la desilusión, haciéndonos creer cosas como que "el amor es una mentira"...

...Y nunca reconocemos que nosotros nos mentimos primeramente a nosotros mismos al creer en una ilusión producida por nuestra propia inmadurez.

Sufrir este tipo de sentimientos como el miedo y la desilusión, nos lleva seguidamente a desacreditar al amor, y escribir sobre su nombre todo tipo de amarguras que nada tienen que ver con él; por lo que nuestra predisposición se vuelve negativa, endureciendo nuestro corazón y finalmente volviéndolo vulnerable y susceptible de ser quebrado, creamos un corazón propicio a ser partido en pedazos.

Hallamos que el hecho de que nuestro corazón se rompa, es solamente responsabilidad nuestra.