Capítulo 1

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¿Cómo un bastardo, sin madre, solo con un padre, solo con un hermano, antigua prostituta, Uchiha, empobrecido, en la miseria, cree convertirse en un revolucionario, un gobernante, un erudito y un héroe? ¿Quién es?

— Madara Uchiha. Señoras y señores, yo seré quien revolucione esta nación para crear otra.

Nunca tuvo una vida brillante y feliz como la que poseen las personas de la alta sociedad. Nacer omega fue la condena de su madre y la suya, la condena que le costó la vida a su progenitora. Desde que tiene memoria su familia siempre estuvo endeudada a pesar de que su padre trabajaba en pandillas y su madre como una lavandera en una fábrica, apenas había para comer y eso lo entendieron tres de sus cuatros hermanos menores quienes para no ser más carga poco a poco se suicidaron.
Sabía perfectamente que por ser omega su madre sufría en el trabajo acoso sexual, algo que hizo que los ideales de ella aflorarán hasta crear las famosas marchas de Omegas... Ella fue la líder, y como líder murió dejándolo a él y a su hermano Izuna con su padre. A diferencia de otros él no pudo estudiar, mucho menos su hermano menor así que se tuvo que dedicar a trabajar con las pandillas de los suburbios del lugar para conseguir el pan de cada día. A pesar de todo eso, al ser un omega nunca dejo de pensar en los ideales de su madre, ideales que llevó un político llamado Voult Senju, un hombre que admiró por mucho tiempo... A su héroe lo hicieron callar. Sin nadie que representará su situación tuvo que ponerse a estudiar por sí mismo, tuvo que trabajar, aprender a manejar un arma, asesinar y prostituirse... Para ser su propio héroe, el héroe de su hermano y el de otros.

— Cada vez pierdo la inspiración para armar una constitución para este nuevo mundo... — Veía con penas sus cartas que tenían de contenido una definición propia de constitución y las características de la misma.

— Vamos Madara... No debes de echarte para atrás hermano. — Para su hermano era tan simple hablar. Alfa desinteresado.

— Hermanito que tanto quiero a pesar que es tonto... Como siempre te dije, cambiaré todo a pesar de que tú y padre no me apoyen, y me traten de loco. Y además lo hago para defender mis derechos, YO soy OMEGA, TÚ un ALFA. Tú posees derechos. — Podía ver como su hermano rodaba los ojos ante sus palabras. — Además necesitamos independencia contra Daimiyo y las demás naciones... ¡TRABAJAMOS PARA ALIMENTAR AL EXTRANJERO Y NO A LOS NUESTROS!

Sabía perfectamente que con las últimas palabras pudo comprar el interés de Izuna, pero no podía creer que Izuna tenía un haz bajo la manga contra su persona.

— Recuerdo que siempre hablabas de Senju Voult... — Observó cómo su único hermano sacaba de su saco varias hojas de papel antiguo cuales parecían bastante viejas. — Así que conseguí las cartas... Y una noticia que te encantará... Sus cartas y política no eran escritas por él, sino por su esposo, un omega de clase media.

Madara no podía creer las palabras de su hermano menor, así que rápidamente se levantó de su escritorio y con fuerza tomo las hojas para comenzar a leerlas rápidamente. Cada palabra, letra y punto que leía lo asombraba por completo, la caligrafía era una de la cursiva más bella, una redacción que solo la clase alta podía poseer y las ideas eran maravillosas, una constitución perfecta. No debía ni de mejorar esta idea, era perfecta. Hojas que también hablaba de los derechos a los omega, a la libertad.

— ¿Cómo... Lo... Conseguiste? — Interrogó a su hermano aún con asombro, pasando su diestra en su cabello para llevar su mechón que cubría uno de sus ojos hacia atrás de su propia oreja.

— Pues... Digamos que fui por los barrios chungos donde vi un omega bastante peculiar, pero resulto que no era un omega, era un alfa. Su sonrisa era tan bella, pero dejó caer un libro, parecía muy distraído. En el libro noté su nombre y apellido, su apellido era Senju y recordé a ese loco que admirabas. Al ver la letra noté el contenido, así que arranqué algunas hojas y se lo devolví, ni se dio cuenta de lo que hice. — Las palabras hicieron que Madara sonriera con locura y fuera hacia su hermano para abrazarlo con fuerza. — ¡WOW! ¡POR FIN ME QUIERES!

Just you waitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora