Capítulo 9

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Madara se encontraba dentro de la biblioteca mientras leía un libro y pasa las ideas importantes a unas hojas, no le importaba en lo absoluto su exterior hasta que alguien cerró con fuerza su libro. Iba a insultar a la persona que había hecho aquella acción, pero al ver de quien se trataba sonrió, era Tobirama.

— Tobirama...

— Madara... — Tobirama lo nombró, pero allí sonrió con cinismo. — ¡AVISO EN VOZ ALTA QUE LA PERSONA QUE ME INTERRUMPA EN LO QUE DIRÉ SUFRIRÁ UN DUELO A MUERTE CONTRA MI! ¡AVISO QUE TENGO UN TIRO ACERTADO!

Las personas que estaban en la biblioteca e incluso el bibliotecario se mantuvieron congelados en sus lugares, temblando por miedo ante aquellas palabras.

— Felicidades. — Tobirama felicitó a Madara sin borrar su sonrisa de cinismo. — Haz inventado un nuevo tipo de idiotez. Un daño que nunca podrás devolver: Una idiotez. — Ante las palabras del Senju, Madara comenzaba a levantarse de su asiento. — Y "Cada jaula en el zoológico abriré": Una idiotez. ¿En serio no pensaste en esto otra vez? UNA IDIOTEZ.

— Tobirama...

— Déjame ver. — Tobirama cerró los ojos mientras tocaba el puente de su propia nariz. — Tomaste un rumor que quizás dos o menos personas sabían y sin pensarlo lo publicaste. — Rápidamente sujeto con fuerza los hombros de Madara. — Hashirama te pidió que descansaras y te negaste. —Allí se separó de Madara para darle la espalda y seguir hablando. — Tan asustado de lo que te puedan llegar hacer, no ves que eres el único enemigo que te ve caer. ¿Sabes porque a Indra puedes maldecirlo? — Tobirama comenzó a ver a Madara por encima de su propio hombro hasta que se giró y procedió a verlo de brazos cruzados. — ¡NO CAMBIA LA OPINIÓN DE TODO EL MUNDO CON SOLO ESCRIBIRLO! ¡ASÍ QUE BIEN! ¡FELICIDADES!

— Tobirama... — Madara nuevamente trato de llamarlo, pero esta vez desviando la vista hacia un lado. Todas las palabras de Tobirama eran ciertas.

— ¡Reescribiste tu legado! Felici- — Tobirama no pudo terminar sus palabras debido a que un grito lo interrumpió por completo.

— ¡FUE UN ACTO DE SACRIFICIO POLITICO! — Por fin Madara grito, pero retrocedió un poco ante sus propias palabras, viendo el asombro en el mirar de Tobirama.

— Un... ¿Sacrificio? ¿Qué sabrás de sacrificio?... — Tobirama bajo el mirar escondiéndolo bajo su propio flequillo. — A diferencia de ti... Al igual que miles de omegas... Al igual que mi padre... Me fui obligado a casarme... — Por la mente de Tobirama paso la imagen de su boda con Ginkaku. — Me confiné un matrimonio sin amor en Kumogakure, vivía para leer tus cartas... — Alzó su vista para ver directamente a Madara. — Te miro y me pregunto ¿Qué hemos hecho en nuestras vistas y porque no nos basta? Eso el tiempo y el dolor no me lo va a devolver, pero he vuelto a la ciudad y aquí me quedaré. ¿Y sabes porque estoy aquí?

— Tobirama... — Madara alzó su diestra para tocar la mejilla de Tobirama, sentía pena ante aquellas palabras que eran verdaderas. Sin embargo, su mano fue atrapada con brutalidad por la de Tobirama.

— No estoy aquí por ti. — Poco a poco Tobirama comenzó a avanzar haciendo que Madara retrocediera. — Conozco a Hashirama como a mi mente o más, nunca encontrarás a alguien más amable o más leal, y hace mucho tiempo él me dijo que suyo eras... Así que no interferí. — Allí Tobirama logró arrinconar a Madara contra una pared. — ¿¡SABES POR QUÉ!? AMO A HASHIRAMA MÁS QUE NADA EN ESTA VIDA, SU FELICIDAD POR LA MÍA CAMBIARÍA CADA DÍA ¡HASHIRAMA! — Tobirama gritó con dolor mientras comenzaba a dejar caer sus lágrimas.

— Hashirama... — Madara susurró con lágrimas al recordar los momentos que compartió con Hashirama, momentos que ahora estaban arruinados.

— Es lo mejor en tú vida y que no se te olvide que esta por él fue bendecida. — Tobirama secó sus propias lágrimas mientras aplaudía con sarcasmo. — Felicidades. ¡DE AHORA EN ADELANTE CADA SACRIFICIO QUE HAGAS SERÁ POR MI HERMANO! ¡CUMPLE CON TU DEBER! ¡FELICIDADES!

Just you waitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora