Se apresuro lo mas que pudo, sus piernas dolían y comenzaban a acalambrarse con cada paso que daba, parecía que en cualquier momento alguna de sus extremidades se romperian y quedaria tirado en el suelo como muñeco de trapo, pudo haber esperado un poco mas, quedarse dentro de aquel lujoso auto color azul marino en compañia de su padre, pero la emocion y la necesidad de verlo eran mucho mas grandes.
El trafico era de lo peor, todos los autos estaban barados en la espera de poder avanzar por muy minima que sea la distancia, las calles aledañas a la gran edificacion habían sido en su mayor parte cerradas, la aglomeración que se podía a preciar a solo un par de calles era inmensa, una multitud de gente estaba frente a aquel edificio a la espera de su dueño.
Como pudo, se abrió paso entre tanta gente, recibiendo a su paso insultos, pequeños golpes y empujones, debía llegar al principio, estar al frente cueste lo que cueste, las gotas de sudor adornaban parte de su frente por lo que su piel daba una vista mucho mas brillosa de lo normal, había vestido totalemente diferente, en un intento de no sobre salir entre todos.
Sentía que el aire comenzaba a escasear conforme más cerca se encontraba, no entendía nada de lo que sucedía ¿Por qué tanta gente vino? Una molestia le causo aquella pregunta, ver tantas pesonas, entre ellas bastante atractivas y lindas a la vista, él no destacaba para nada y se sintió mal.
- Sanji - Escuchó cerca de él, pero decidio ignorarlo, había llegado al frente pero eso no era suficiente para él quería más, necesitaba asegurarse que le verían - Sanji - Volvieron a hablar pero esta vez recibiendo un jalón en una parte de su ropa.
Estaba molesto y eso era más que notorio al ver su rostro, estaba a punto de gritar y si fuese necesario golpear a aquel individuo que se atrevió a jalar de sus ropas y por ende, perder aquel destacable lugar que había conseguido - Suéltame - Habló con el tono de voz más serio que pudo conseguir - ¿Que demonios le sucede?
- Lo mismo nos preguntamos nosotros Sanji-san - Recibió como respuesta de parte de aquellos hombres frente a él, ambos vestidos de traje uno mas alto que el otro, diferentes en todo aspectos, sus miradas transmitían curiosidad y dudas - Se veía tan agitado que creímos sucedía algo malo - Se atrevio a preguntar el de tez morena.
- Yo solo - Formuló a medias una respuesta, ¿Qué diría? No podría decir Quiero estar al frente cuando Zoro llegue y que sea lo primero que vea, no, aun no se sentía tan valiente como para decir eso teniendo en cuenta el largo camino que tuvo que recorrer para ser consciente de sus sentimientos- Yo, solo... Estaba de pasada - Y segundos después se arrepintió por tan absurda excusa.
- Bueno - Comentó el más alto de los tres - Puedes venir con nosotros, hoy llega Zoro-san.
- Sí Sanji - Se ánimo a hablar Ussop - Zoro llega hoy después de tanto tiempo - Se atrevió a pronunciar con naturalidad antes de colocar una mano sobre su pecho, justo donde su corazón se encuentra - Ese estúpido - Simuló llorar - Casi nos mata con tanto trabajo.
Y de repente todo quedó en un silencio lúgubre dónde apenas podía escuchar su propia respiración, un miedo le invadió al notar como todas las personas se reunían alrededor de aquel auto negro y la realidad le golpeó ¿Qué le diría al verle? Estaba solo y la excusa de haber acompañado a su padre se fue a la basura en el momento que bajo del auto para venir corriendo hasta ese punto. Pero solo siguió sumido en sus pensamientos, tanto que no fue posible el notar como su cuerpo era jalado hacia dentro del enorme edificio.
—Es hora, vamos - Se escuchó aquella gruesa y profunda voz dentro del auto, sonriendo tratando de calmar al joven tatuado. Todo el camino solo se baso en palabras que transmitirán calma y lograrán hacer menos pesado el ambiente.
Luffy fue el primero en salir, saludando como es típico de el a todo la gente, riendo y corriendo de aquí para allá maravillado por la repentina atención sobre él, mientras que Law solo se maldecia por dentro una y otra vez avanzando con paso seguro entre la gente ignorando las miles de preguntas con las que le llenaban al verle.
Zoro fue el último en bajar, portando aquel semblante serio y firme, avanzando con naturalidad entre la gente ofreciendo sonrisas y saludos sin llegar a profundizar aquellos temas, contesto las preguntas que creyó importantes ignorando aquellos que tienen referencia a él y al contrario.
- Zoro-san - Pronuncia aquella mujer de tez morena al ver a su jefe de nuevo, corriendo solo lo suficiente para poder abrazarle dejando a la vista su notable alegría al haberlo visto. Y uno por uno lo saludo conforme entraba al edificio hasta llegar a aquella enorme sala donde le esperaban seguido de aquellos jóvenes quienes ahora eran lo más importante en su vida.
Mantuvo aquella sonrisa en su rostro, abrazando a cada a persona que se atrevía a dejar en claro el nivel de añoranza que habían sentido desde su partida, presentando a sus dos acompañantes notando como por primera vez todo iba bien, sin embargo siempre existe un pero y este se hizo presente cia do sus miradas chocaron e inevitablemente uno de los dos se acercó al otro lo suficiente como para hablar sin gritar, para mirar el nivel de cambios que sufrió, lo necesario para asegurar que nada había cambiado.
Porqué para ambos el momento transcurrió tan rápido, tan raro y a la vez perfecto que no fueron capaces de notar la reciente tensión entre ambos después de volverse a ver después de tanto tiempo -Es bueno volver a verte, Sanji.-
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QUIERO SER YO ᴢᴏꜱᴀɴ
Fanfiction¿Qué pasará cuando lo que tanto esperaste olvidar, volviera a ti? ¿Estarías dispuesto a intentarlo cuando fue lo que te hizo alejarte? Después de 2 años de entrenamiento, Roronoa Zoro decide volver a trabajar en su empresa, mentiría si dijera que no...