Y ahí estaba de nuevo, sentado en aquel banco de madera rodeado de plantas y árboles, pero en completa oscuridad, solo el interminable sonido de los grillos y cigarras, solo la tenue luz de la luna, estaba en soledad sin ningún tipo de compañía mas que la suya misma, el frio calaba los huesos pero parecía ser irrelevante para el, estaba solo.
Aunque actualmente no se siente aquella temible soledad de la que todo el mundo se esconde y evita, solo se sienta ahí, en completa calma, sin dudas ni miedos, sin ideas ni sueños, solo él y su existencia en ese momento, solo él y la oscuridad que lo rodea. ¿Dónde está aquella luz que guiaba su camino?
Una ahogada risa se pudo percibir con claridad gracias a aquel silencio, para cualquiera que estuviera cerca, aquella risa tendría más parecido a un lamento, aquel que el protagonista de una película de terror trataba de callar en cuanto el peligro se acerca, pero cuando este mismo se aproxima cada vez más, aquel lamento que suplica por su vida es escuchado porque ya no puede callarlo por más tiempo.
¿Qué era lo que le ocasionaba risa? Su vida ya no era perfecta como muchos antes habían calificado, todo aquello que causaba envidia en los demás ahora solo ocasionaba lastima, ¿Por qué debía de necesitar aquella compañía física en su vida? Se podía imaginar que se encontraba rodeado de gente pero a pesar de estar en medio de miles de personas, seguía sintiéndose vacío.
No había algo que lo llenara, todo era rutina y nada más, solo eso, ¿Por qué todo se volvió tan cotidiano? Todo aquello que amaba perdió sentido, aunque no de manera inmediata, solo poco a poco fue perdiendo su color y brillo, como una foto mal guardada que es puesta en el Sol, que se torna amarillenta o tal vez gris con el tiempo y el desgaste la hace ver más vieja de lo que realmente es o era, dejando solo un recuerdo de aquel momento.
La gente poco a poco se fue alejando de él, solo unos pocos permanecen a su lado por no decir que están con él por precaución ¿Cuantas veces no intento terminar con todo esto? Parar de dar vueltas en esa interminable carretera que lo único que hace es hacerlo volver al inicio, encontrar un camino diferente y nuevo, uno que no había visto y del que puede sentir esa emoción de aventura y peligro ¿Dónde tiene que parar o dar vuelta?
- Tienes que entrar a casa - Escucho detrás de él - Berenjena, deja de lamentarte por algo que no tiene importancia.
- ¿Que no tiene? - Le respondió molesto ¿Cómo se atrevía a decir eso? - Para ti no lo tiene maldito viejo, pero para mí sí - Se levantó de aquel banco totalmente molesto ¿Por qué nadie puede ver el sufrimiento que carga consigo? - Perdí todo, no tengo esposa, ni casa, ni siquiera un perro que me ladre - Paro en cuanto la distancia se redujo a solo un par de pasos - Mi restaurante esta solo porque ni mis propios trabajadores me quieren en él, tenga sobras de lo que alguna vez tuve y me dices que no es para tanto ¿Acaso no ves todo lo que perdí? ¿No sabes todo lo que duele?
- Sí - Contesto en completa calma - Y por eso mismo te pido que no te ahogues en un vaso de agua, Sanji. – Soltó un suspiro, le causaba molestar ver ese lado de su hijo - No puedes seguir lamentándote por todo lo que ya no tienes, antes te quejabas de las personas patéticas, y tú te has convertido en uno de ellos.
- Pero mi caso es diferente - Se defendió con indignación en su voz - No puedes compararme con ellos.
- Entonces no te comportes como ellos - Comenzó a caminar de vuelta a su casa, dejando a una Sanji totalmente molesto y ofendido - ¿Por qué no sigues con tu vida como Zoro lo hizo?
- No me hables de él.
- Solo piénsalo berenjena, puedes seguir adelante, pero eso no significa que olvides lo que sientes.
Una molestia comenzaba a formarse de nuevo en la mente del joven rubio, la molestia de saber que se preocupa por alguien que no lo hizo por él le creaba un malestar en todo su cuerpo, porque a palabras de Sanji, Zoro no era nada más que un estúpido egoísta que decidió irse en vez de esperar por él.
¿Qué tanto le constaba esperar un poco más? Su matrimonio no iba tan bien como debería y su restaurante dejaba de funcionar, su casa y vida estaban convirtiéndose en un completo desastre, al final solo fue cuestión de tiempo para que todo se fuera al demonio y se quedase solo, entonces y solo entones, la presencia de Zoro tomaría una importancia diferente y tal vez, ellos acabarían juntos. Eso era lo que debió de haber sucedido, Sanji lucharía por lo que quería y Zoro estaría ahí para él, porque para eso son los amigos y Zoro era mucho más que un amigo, porque el haría lo mismo por Zoro ¿No?
Sanji se cuestionó si sería capaz de dejar todo de lado por aquel musgo andante, si podría quedarse en silencio las veces que fuesen necesarias y solo fuese un simple espectador que mira todo lo que sucede sin meterse en ningún segundo, él debía de soportar ver que la otra persona sea feliz incluso si tu estas incompleto, Sanji... Sanji no estaría ahí para él.
Porque muy en el fondo le aterra vivir lo que Zoro vivió, era débil y dependía de la fortaleza del otro para sobrevivir y llevar una vida feliz, pero no era su culpa, era de aquel chico peliverde que lo acostumbro a aquellos tratos, a recibir ese tono de voz cálido y dulce pero fuerte y demandante a la vez, porque él lo acostumbro a desahogarse a base de patadas y ser reprimido por un trio de espadas, porque añoraba volver a sentir aquel par de ojos sobre su cuerpo, recibir esas miradas cargadas de amor y deseo*, deseaba volver a tenerlo a su lado, sin el miedo de que se fuese de nuevo, quería tener de nuevo el control sobre aquel chico.
Sanji era consciente de los sentimientos de Zoro, del nivel de deseo que sentía el contrario por tenerlo a él en su vida, por el apetito que sentía el otro por probar o tocar una parte del rubio, sabia sus fantasías, sus ansias y su sed pero pese a saberlo, ¿Por qué no hizo nada?
- Lo siento - Murmuro mirando el cielo, su pecho dolía - En verdad lo lamento - Aquel tormento que formaba parte de su vida parecía aumentar de tamaño cada que recordaba - Pero - Mordió sus labios, sus manos temblaban, su corazón pesaba - Yo tengo miedo - Sonrió de manera débil - Tengo miedo porque no te tengo conmigo.
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QUIERO SER YO ᴢᴏꜱᴀɴ
Fanfiction¿Qué pasará cuando lo que tanto esperaste olvidar, volviera a ti? ¿Estarías dispuesto a intentarlo cuando fue lo que te hizo alejarte? Después de 2 años de entrenamiento, Roronoa Zoro decide volver a trabajar en su empresa, mentiría si dijera que no...