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La policía llega, y como tenemos suficientes rehenes nos da para negociar todo, hasta para que no nos persigan hasta veinte segundos después de salir. Todos nos separamos y en cuanto perdemos de vista al resto de atracadores y a la policía cambiamos de coche y vamos directos a la comisaría.

Llamamos a Conway, pero como no lo cogía yo llamé a Volkov y Gustabo a Greco, el único que lo cogió fue Greco, él estaba en la comisaría así que nos dejó en el despacho de Conway y le habló por la radio.

- Conway, Volkov están aquí Gustabo y Horacio.

-Joder, ya voy. Volkov tu sigue con la persecución.

-10-4.

El superdetergente llegó en unos diez minutos y acto seguido nos pasó a su despacho.

-Muy bien mariconettis, veo que si que servís para algo. Tengo que hablar con ustedes, ¿les gustaría pertenecer al cuerpo de policía oficialmente?

Gustabo y yo nos miramos interrogantes, no entendíamos el por qué nos ascenderían.

-Pero, ¿nos va a ascender? si solo llevamos dos días trabajando para usted como informantes.

-Si, en solo dos días me habéis dado mucha información y habéis hecho este atraco mejor de lo que me esperaba, no significa que lo hayáis hecho bien, pero no ha sido tan malo como esperaba.

-Vale, entonces.... ¿somos policías?

-¿Queréis o no? ¡decídanse ya!

Gustabo y yo nos miramos otra vez, como leyéndonos la mente.

- Si queremos. -decimos ambos.

El Intendente nos lleva al vestuario y nos da nuestro uniforme.

-Mañana aquí a las ocho, lleguen puntuales.

Salimos de comisaría y vamos al coche, cuando nos montamos y vamos rumbo a casa empezamos a hablar sobre lo raro que ha sido que nos asciendan cuando ni siquiera nos conocen.

-Bueno, por lo menos tenemos trabajo, mañana llega temprano eh.-dice Gustabo.

- Pero... avísame cuando salgas y vamos juntos.

-Vale, hasta mañana.

Nos vamos cada uno a nuestra casa, no saben lo agotador que es un atraco, encima ni siquiera hemos dormido. Para este punto ya son las diez de la mañana. Hoy no haremos nada más que dormir y estar tranquilos en casa, ya mañana empieza el ajetreo otra vez.

Subí a la casa de Gustabo, para hacer literalmente nada, pero juntos. Siempre estamos juntos, sino no seríamos nosotros. Hemos estado juntos desde pequeños, él es mi familia y yo la suya. No se como todavía no vivimos en la misma casa, supongo que aunque siempre estemos juntos queremos algo de intimidad.

********************************

Siete y media de la mañana, ya estoy duchado y vestido con el uniforme. Estoy esperando a Gustabo para desayunar juntos e irnos juntos también al trabajo. Gustabo llega tres minutos después, desayunamos y.... legamos tarde el primer día de trabajo.

Nada más llegar nos encontramos con varios policías corriendo a los patrullas, hay un código tres.

-¡Vengan con nosotros!vamos a entrenarlos.- dice un agente.

Nos subimos a la patrulla de ese agente y vamos directos a la dirección donde se estaba llevando a cabo un robo, en badulaque.

-Vengan con nosotros.- dice esta vez el otro agente que venía en la patrulla con nosotros.

Nos llevan detrás de una pared, teníamos visual del tirador y de todo lo que pasaba dentro de badulaque. Habían más agentes, como el superintendente, el comisario Volkov y dos agentes más que no conocemos todavía. Sabemos que el máximo de agentes que deberían haber serían cinco, pero como nos están enseñando hoy somos ocho.

Uno de los agentes que estaba con nosotros va a ayudar a los otros agentes ya que ya habían abatido a un compañero. El otro agente se queda con nosotros explicándonos las reglas y todo el procedimiento que hay que hacer. Cuando terminó con la clase exprés nos dejó enfrentarnos solos a nuestro primer robo, desde el otro lado claro. El agente se va ya que para Gustabo y para mí era un entrenamiento, pero ya habían cinco agentes así que no podía estar.

Yo me quedo detrás de la pared, intentando abatir al tirador, pero Gustabo va con los otros agentes, ya habían abatido a otro así que lo necesitaban.

Me quedo detrás de la pared analizando los movimientos que hace el tirador. Después de tres minutos analizando decido empezar a disparar cada vez que se asoma. Tras quince disparos más o menos abato por fin al tirador, aunque no piensen que salí ileso, tengo un disparo en el hombro, y otro impactó en el chaleco antibalas. Después de abatirlo alguien me empieza a disparar desde mis espaldas, si me dan probablemente mura, o termine de gravedad. Tengo que ser rápido y no dejar que me den.

Me escondo detrás de un trozo de pared pequeño desde el que no me pueden llegar las balas. No tengo visual de ningún lado, así que hablo por primera vez por la radio.

-He abatido al tirador, pero ahora me disparan desde el otro lado y no tengo visual, necesito refuerzos.

-Manda 10-20.- dicen todos los agentes que en ese momento pueden hablar por la radio.

-Estoy al lado del badulaque, en la pared que está enfrente del edificio donde estaba el tirador.

-10-4 ya voy.- dice Volkov.

-Tenga cuidado, que los tiradores no le vean.

-10-4

Volkov llega rápidamente donde estoy, los tiradores lo ven y empiezan a dispararnos. Volkov y yo nos tenemos que esconder en ese pequeño trozo de pared, por lo que tenemos casi que abrazarnos. Volkov será frío, pero ahora mismo eso no le va a servir de nada ya que estamos muy cerca, y ya que no me está abrazando en cuanto acabemos el atraco le pediré uno. Esa es mi meta de hoy, bueno, también que salgamos vivos de aquí.

Los disparos paran y Volkov y yo nos separamos para ver si por fin tenemos visual de los tiradores, Volkov mira por el lado derecho y yo por el izquierdo. En cuanto me asomo me disparan en el mismo sitio que el primer tirador, como ya me habían disparado anteriormente caigo al suelo inmediatamente. Volkov me coge por las axilas y me arrastra a donde está él, donde no me puedan volver a disparar y pide mas refuerzos por la radio.

El "caso badulaque" ya había terminado así que Conway y el otro agente que nos dio la clase exprés vinieron a ayudarnos, los otros tres agentes estaban heridos menos uno que estaba abatido, por suerte no era Gustabo.

Entre los tres terminan con los tiradores, Volkov recibe un disparo que da en el chaleco pero Conway no tiene esa suerte y le disparan en la pierna. Entre Volkov y el otro compañero nos suben al coche y nos llevan corriendo al hospital.

Horacio, Los Santos - Volkacio -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora