Addicted-Maluma

Capítulo 17{Estoy adentro}

Capítulo que tiene de todo, hot, confesiones y comóplatos siempre obstáculos. Pido 26 like y continuó. Vamos que estas cerca del capitulo en donde fin están juntos.

-Vamos a salir--murmuró Juan Luis después de nuestro apasionante beso.

-¿En serio?

-Si, ¿Qué tiene de malo?--Omg, señoras y señores el señor Juan Luis me ha invitado a una cita.

-¿Tu y yo? Una cita--el asintió y quise abofetearme, no se porque sentía un miedo terrible. Claro había salido antes con Juan Luis, pero jamás me había propuesto salir con él. Me recuerdo cuando me fui con él a la laguna a media noche.

-Vendré por ti a las 7:00, no comas nada.

Dicho eso levantó su cuerpo del suelo y se marcho. Diablos. Tendría mi primera cita con Juan Luis.

Mire el reloj y eran las 2 de la tarde, grito de frustración y corrí por la escaleras como una loca maniática, tenia sólo cinco horas para arreglarme, y debía pintarme las uñas, arreglarme el cabello, maquillarme y ni siquiera se lo que me voy a ponerme. Vacíe todo mi closet y busca y que busca encontré un vestido negro de lentejuelas, era corto y que a simple viste se ve que jime va a tapar un poco los muslo y con un escote morderno, discreto muy sexy, unos tacones altos o muy altos se asomaban por la puerta de mi armario, eran plateados. Creí que el tiempo se me había pasado mucho tiempo, pero al parecer estaba a mi favor sólo habían pasado 10 minutos.

Me metí al baño y me despoje toda mi ropa para introducirme a mi ducha. Luego de unos minutos incontables, salí del baño y me seque el cabello con la plancha me hice unos bucles y luego de arreglarme salí del baño para pintarme las uñas, mire el reloj 6;10, me levanté asustada, y me comienzo a maquillar, algo sencillo en mis ojos y pálidos mis labios, estuve lista a las 6:45, tenia un hambre terrible. Pero siempre sumisa a los mandos de Juan Luis no comí nada.

Ding Dong.

Había llegado, tome mi bolso y mi celular, me mire por última vez en el espejo y abrí la puerta, me encontré con un Juan suelto, con unos blue jeans negros y ajustados que se acoplan perfecto a sus piernas bien formadas, una camisa básica con corte V y una chaqueta formal color negro, se veía más que esquisito. Me tomo por la cintura y se me acercó me dio un beso en la mejilla.

-Estas hermosa--me susurró en mi oído izquierdo y sentí mís piernas mucho más débil.

-Gracias. Esta noche esta muy atractivo.

Me jalo del brazo y me invito a subir a su auto.

Controla los latidos de tu corazón--hablo mi subconsciente--los de la Muralla China pueden oírte.

Cállate.

Oh no--dijo--puedo hablar todo lo que yo quería.

Te mataría si no apreciará mi vida.

La noche de Miami estaba fresca y el cielo está estrellado, pasábamos por el puente de la Playa de Virginia, y la vista era increíble, gire a mi derecha y pude ver el rostro feliz de Juan, esta jugando con su labio, quisiera hacer eso con los míos. Me entro ese momento en el que sentía pena de mi, me entraba y me baja la autoestima. Sacudi mi cabeza y seguí mirando por la ventana, pude reconocer este barrio estabamos en la Pequeña Habana. Si bueno les contaré la historia y si me la se completa, pues bueno no tal pero si algo. Pues la Pequeña Habana es un barrio aquí en Miami donde viven la mayoría de los cubanos, cuando comenzaron a emigrar y como todo latino despues de mi hogar Miami, pues el segúndo hogar de los cubanos es la Pequeña Habana. Juan Luis giro a la derecha y se metió a un estacionamiento de unos 20 pisos, después de dar vueltas para llegar a la azotea del lugar estaciono el auto.