🌻Acto 2- Rechazado🌻

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— ¡Sorrento! ¡Abreme la puerta! 

Pero qué...

— ¡SORRENTO!

Prendo mi móvil y arrugo el entrecejo ante la radiante luz de la pantalla en la cual se podía ver al centro los numeros que indicaban la hora.

3:37 A.M 

No puede ser.

Apago el móvil y me acomodo de nuevo en mi almohada. No creo que mis padres despierten.

— ¡SORRENTO! ¡¡Abreme la puerta... Puta !!

Solo duerme Sorrento, seguro se lo han buscado.

— ¡SOTRENTO! ¡Ahhhh! ¡Me violan! ¡AH! ¡¡SORRENTO!! ¡!AHHH DUELE!! ¡AH!

Me levanto de golpe y corro hacia el balcón solamente para ver como Kanon se retuerce gritando en la grama, Isaac orina el jardín de la vecina y Io se carcajea como enfermo mental. Los tres son mis amigos de la infancia (por desgracia) y últimamente yo soy quien tiene que lidiar con cada una de sus estupideces.

— Ya para, Kanon. Los vecinos llamarán a la policía.

— ¡Sorrento! —

exclama, poniéndose en pie entre tambaleos

— ábreme la puerta.

Suspiro con resignación. Debería cambiar de amigos.

*****

— Hagan silencio —

pido, sacando algunas colchas y mantas del armario para que sirvan como cama para mis amigos

—si la habitación de mis padres no estuviera tan retirada de mi balcón, ya los habrían despertado y estaría muerto.

— Me rechazaron, Sorrento —

se queja Kanon, sentado en el suelo de mi habitación

— Fui rechazado de la manera más fea.

— Eso fue humillante —continua Io con la voz distorsionada por el alcohol— dijo: "ya no tienes dinero, vuelve cuando tengas" 

— ¡La perraw sholo le quiria por shu diñero! —exclama Isaac, tendido sobre mi colchón.

— Silencio, Isaac —

Lo regaño, luego veo a Kanon quien se quejaba en voz baja

— te lo mereces, tú eres el que las busca, por lo tanto, allí tienes tu recompensa.

— Ah, claro, como tú sales con "señorita aplicada" quieres que siga tus pasos —

me señala

— morirás virgen.

Ruedo los ojos y acomodo las colchas en el suelo.

— ¿Sabes a caso que soy virgen?

Io cubre sus labios con ambas manos y me mira con sorpresa. Kanon se carcajea.

— Oh, vamos. La única vez que has estado dentro de una vagina fue cuando tu padre te puso allí.

Tomo una almohada y lo golpeo fuerte en la cabeza.

— Basta de estupideces. A dormir.

Me dirijo hacia la cama, pero paro en seco al ver a un imbécil allí tirado, justo al centro de ella, y a otro imbécil trepar sobre el primero y caer inconsciente sobre este.

— No me jodan —

mascullo, acercándome a ellos y moviendoles violentamente

— Io, levanta tu culo de mi cama ¡vamos! —

Hola, Soy ISAAC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora