Capítulo V: Aceptando la realidad.

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—Tenemos que pensar cómo solucionar esto pero ya, por si no lo sabías dentro de poco tendré una competencia. -desde que nos dimos cuenta que esto no era ninguna pesadilla y habíamos sentado cabeza, estábamos sentados en el parque de la universidad tratando de averiguar cómo fue que llegamos a esto.

—¿Y acaso crees que yo no tengo mis propias responsabilidades? Esto me pasa por haber flojeado tanto en el atletismo. Mi único pensamiento debe ser el atletismo, ¡y ahora todo esta arruinado por tu culpa!  -me sentía tan frustrada que no me había dado cuenta que había comenzado a llorar de la rabia.

—Ey, ey. ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Por qué estás llorando? ¡Deja de llorar! Recuerda que estás en mi cuerpo, todas las personas te están mirando ¡deja de llorar Alexa! -¡y eso era lo peor de todo! Seguía en este cuerpo grandote y de hombre y me seguía viendo a mí misma, ya no quería seguir en esto más.

—¿Y qué se supone que haga? Quiero volver a mi vida, no quiero seguir en este cuerpo. -reclame todavía con los ojos llorosos.

—¿Quieres calmarte? No resolveremos nada de esta forma. Hay que pensar qué fue lo último que hicimos antes de que sucediera esto. -comencé a hacer mente pero no podía recordar nada, lo único que recordaba del día anterior es que me quedé dormida muy temprano, y que también tenía un dolor de cabeza muy fuerte.

—Bueno, no recuerdo algo con exactitud que haya marcado algo en mi día, lo único que recuerdo es el intenso dolor de cabeza que tenía.

—¡¿Tú también?! Luego de llegar a la cima de la montaña comencé a tener un dolor de cabeza muy doloroso. Pero espera un segundo. Luego de que te fuiste y me dejaste botado en aquella fuente, apareció una extraña mujer diciendo que no deberíamos discutir de esa manera allí, me disculpe con ella por haber sido tan ruidosos pero ella me dijo que no se refería a eso. Me dio tanto escalofríos que me fui de ahí. -debía admitir que era muy extraño todo aquello, esa mujer y luego el dolor de cabeza, necesitábamos descubrir el misterio de esto y tengo la sospecha de que esto comenzó en aquel sitio.

—Entonces vamos allá. -me levanté del banco y la Alexa-Nick que estaba frente a mí me miraba confuso.

—¿A dónde?

—Pues a la fuente tonto. Estoy segura que esto comenzó allí, quizá esa mujer se molestó con nosotros y nos lanzó una brujería o algo así. ¿Y quieres por favor dejar de sentarte así? Estás en mi cuerpo ¿lo recuerdas? Espera un momento, ¿No traes brasier? -me toqué a mí misma a la altura de mis pechos y pude confirmar que ese idiota había salido de casa sin nada por debajo.

—Oye qué haces, van a decir que soy un pervertido. Ese brasier es muy complicado de poner y tenía prisa así que lo primero que conseguí fue lo que me puse. Por cierto, no estás nada mal Alexa. -¡Ese imbécil había visto mi cuerpo! Esto no podía empeorar más de lo que iba. Nick comenzó a tocar mi propio cuerpo para molestarme y aquello me enfadó tanto que hice ademán de golpearlo si seguía. —No me puedes golpear, recuerda que soy una mujer y puedo gritar, y a fin de cuentas quién pagará las consecuencias eres tú. -creo que anteriormente no lo había detestado tanto como lo detestaba en este momento. Cuando iba a empezar a refutar sus acciones, todas la ganas de ir al baño que aguanté al despertar comenzaban a hacer efectos contrarios.

—Oye, tengo muchas ganas de ir al baño, en serio. -comencé a presionar en mi entrepierna porque en serio no aguantaba las ganas y comencé a mirar a mi alrededor buscando un baño.

—¿Es en serio? Ven, hay un baño cerca de la cafetería. -rápido comenzamos a caminar en esa dirección, y yo no me había percatado que soy tan pequeña, a diferencia de Nick, mi cuerpo queda a la altura de los hombros en los que ahora yo estaba. Ya me había calmado un poco con esto del intercambio de cuerpo porque creía haber encontrado la solución, pero de pronto me llegó a la mente el recuerdo de lo que sucedió ayer entre nosotros, esa discusión que tuvimos. No pude evitar sentirme un poco mal, estaba comenzando a aceptar que me comporte un poco de mala manera y no fui muy amable, probablemente este era mi castigo, estar en este cuerpo. Sin notarlo ya habíamos llegado al baño e instintivamente pensé en entrar al baño de mujeres pero Nick me agarró del brazo.

Él en mi cuerpo, y yo en el suyo. (ACTUALIZANDO) #PH20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora