She's got the look | Michael Jackson

Capitulo 49

-Jamás terminará, y tú lo sabes! Vives dentro de mí, (TN), mi corazón late dentro de ti! Mi alma danza con la tuya en mundos que solo tú y yo conocemos, en galaxias que nada más hemos visitado nosotros… venimos de otro universo y este mundo solamente puede existir si estamos juntos… si tú estás conmigo.

-Que estupidez- Murmuro.

-Te parece? Tiene menos sentido lo que estás haciendo! Es una tontería que quieras regresar a la clínica y condenarte a pasar tu vida encerrada en ese lugar que nada tiene que ver contigo!

-Eso no es real! Todo lo que sientes… todo lo que siento… no es verdad! Esto, Michael, es la realidad!! Crees que Bellvue no tiene nada que ver conmigo, pero solo lo dices porque no quieres aceptar que ese es precisamente el sitio donde debo estar! Porque lo que soy, la gente como yo… un monstruo… no puede estar con un hombre así, como tú- No consigo contener el llanto. –Eres tan perfecto… eres el príncipe que enfrenta dragones y encuentra castillos, que… besa a la princesa para despertarla de su profundo sueño… yo no soy una princesa, Michael. A mi lado… nunca conseguirás tener ese final feliz que mereces… y lo sabes.

-Yo no quiero un final feliz- Me sujeta del rostro. –Yo quiero una eternidad a tu lado, (TN).

-No…

-Siempre te he amado, conozco tus errores y tú los míos… por eso me duele tanto que estés decidida a dejarme sin importarte nada! Dijiste que podías ver el paraíso cuando me mirabas a los ojos- Limpia mis lágrimas. –No es el paraíso… es tu reflejo en ellos. Mírate, contémplate reflejada en mis ojos, y dime si luces como un monstruo! Sé que te duele haberte equivocado antes, sé que tu naturaleza no te permite equivocarte… pero somos algo más que los errores que cometemos, (TN). Y tú… eres el amor y la mujer de mi absoluta existencia.

Siento su respiración, su corazón agitado, latiendo al mismo tiempo que el mío… ese escalofrío que sube por mi espalda, que me congela la razón, y mis labios hormiguean cuando se acuerdan de su dulce sabor. Se aprovecha de que me tiene sin salida, se aproxima más a mi… casi se rozan nuestros labios, no quita la mirada de mí, y me pierdo en ese océano de éxtasis que emana de sus ojos castaños, profundos y tan adictivos… cómo podría vivir sin esos ojos mirándome así.

-Perdóname- Susurra. –Te he fallado… es culpa mía que hayas llegado hasta aquí- Roza su respiración con mi enardecida piel. –No debí dejarte. No debí bajarme de ese tren… tuve que haber ido contigo hasta el fin del mundo. Pero esta vez no iré a ningún sitio sin ti, (TN).

Justo en el instante en el que se decide a besarme los labios, nace en mí la suficiente fuerza para resistirme a probar una vez más las estrellas derritiéndose en mi boca… y lo evito. De no haberlo hecho, no sé qué hubiera sucedido.

-Lo siento, Michael… no será aquí- Contengo mi llanto. –Pero… tienes razón, estamos unidos por vínculos forjados en la eternidad… y jamás serán destruidos.

-(TN)…

-No será en este siglo, no aquí, en un mundo gobernado por el caos- Pongo mi mano en su mejilla, limpiando sus lágrimas. –Fallamos, ambos lo hicimos… pero te buscaré por mil mundos y durante diez mil vidas hasta encontrarte… sabes que seguiré siendo tuya y tu mío, Michael.