Capitulo 45

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-María!- Se aleja de mí. –Qué… qué maneras de aparecerse, por Dios!- Se cubre el rostro con una mano.

-Lo lamento, señor, no sabía que… estaba aquí, yo iba a la cocina para buscarlo- Se disculpa apenada. Me dirige la mirada. –Le ruego me disculpe.

-Tranquila, no es para tanto.

Se humedece los labios, lo hace como para controlar su instinto, seguramente siente igual que yo… en lugar de morder su labio inferior, debería estar mordiendo el mío ahora, de no ser por la interrupción de su ama de llaves. Es gracioso.

-Y, entonces? Para qué me buscabas?

-Oh, sí! Lo olvidaba. Lo están esperando en el recibidor.

-Quién es??

-Es un muchacho, un joven… Jeason. Ese es su nombre, casi lo olvido.

-Jeason…

Murmuro, mientras Michael me mira atento a mi respectiva reacción con sus manos detrás… no sé si ha notado algo de lo que yo todavía no soy capaz de entender, pero en el momento en que escuché su nombre sentí que el mundo se me caía encima.

-Gracias, María- Suspira. –Estaré ahí en un minuto.

-Claro. Con su permiso, iré a ofrecerle algo de beber al joven.

-Sí, hazlo.

María se retira y quedamos de nuevo él y yo. Siento que me hundo en el muro que me sostiene, mantengo la mirada agachada, me cuesta respirar incluso… mientras por mis ojos se cruzan las imágenes de los momentos (buenos y malos) con Jeason. No creí que llegaría tan lejos, no imaginé lo qué pasaría la próxima vez que nos volviéramos a encontrar, sabía que sucedería pero no ahora, no aquí. Estoy ida completamente, ahogada en los mismos sentimientos que siempre intenté ocultar… quién diría que esto pasaría. Michael me observa, a puesto mis pantalones a que él ya se dio cuenta, claro, cómo no iba a ser… somos “almas gemelas”. Mierda.

-Estás bien?- Me pregunta.

-Sí- Tartamudeo. –No… lo esperaba.

-Tampoco yo. Pero ya está aquí y… debo ir y hablar con él, si quieres puedes venir.

-No lo sé- Respiro profundo. –No sé qué decirle.

-Quédate tranquila, entonces. Yo me haré cargo, está bien?

-Sí… está bien.

Me besa tiernamente los labios pero esta vez no consigo corresponder con la calidez que a él le hubiera gustado, culpo a mis nervios alterados.

Yo me quedo detrás de ese muro que divide al comedor de la sala que queda muy cerca de la puerta principal de la casa, mientras Michael guarda la cordura y camina con sus manos detrás hacia el recibidor donde lo espera Jeason. Echo la cabeza hacia atrás, respiro profundo… ¿a qué ha venido? ¿Será que se enteró de que estoy aquí? ¿Me ha estado buscando? ¿Qué dirá cuando sepa que voy a casarme… con Michael? Esas y más preguntas rondan por mi cabeza, mientras escucho a lo lejos el cordial saludo entre Michael y Jeason.

She's got the look | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora