Capitulo 33

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-Ven, vámonos.

Me toma de la mano y después me abraza por la cintura, caminamos, pero él va volteando hacia atras para estar seguro de que no hay nadie que nos siga, yo vigilo al frente, todo en orden... excepto por la tormenta que nos está cayendo encima.

Nos dirigimos de nuevo a esa mansión donde es la fiesta, pero ahora estamos empapados por la lluvia, no hay excusa que alcance a disimular lo que en realidad ocurre. Se había quitado el saco y me lo dio para cubrirme la cabeza, pero ya es en vano, mi cabello escurre de agua.

-Qué haces??- Se había detenido.

-Consigo un taxi.

-No vino contigo Bobby?? Y tu auto?

-En serio quieres darle una explicación a toda esa gente, (TN)? Yo no.

-Te refieres a Lisa?- Sarcástica.

-Con ella... otro día, cuando no llueva, tal vez.

Hizo la parada a un taxi que por suerte estaba disponible y se detuvo, abrió la puerta trasera y me hizo subir primero a mi. Creí que me iba a mandar sola de regreso al hotel, lo único que debemos evitar es que nos vean juntos, que descubran la forma en que me mira... pero subió conmigo también al mismo auto, en el asiento trasero, junto a mi. Le indica la dirección a la que vamos al chofer, de inmediato nos ponemos en movimiento pasando justo por enfrente a las afueras de la mansión donde ha dejado a su esposa esperando... ni ella, y tampoco yo, somos capaces de predecir lo que se escribirá esta misma noche.

Voy mirando por la ventanilla, veo el cielo desboronarse, la lluvia mojando el asfalto, los destellos de luz retumbando en un manto oscuro... ¿quién es más ignorante, el que no sabe definir un rayo o aquel que no respeta ni admira su poder? Es el escenario preferido de los amantes, es bajo la lluvia que salen a caminar, dejan que sus temores sean lavados por esas gotas divinas y después se besan... el más puro acto de amor que existe. Siento su mano sobre la mía, por fin lo hace, y mi piel se eriza. Volteo para encontrarme con sus ojos que a pesar de la oscuridad que nos rodea, logro contemplar su brillo... me mira con dulzura, es como si las palabras fueran inutiles, no hay nada que decir. Miro de nuevo hacia la ventanilla, pero no quito mi mano, solamente es un intento por disimular lo que ya ha empezado... eso le causa gracia, sonríe y se muerde el labio inferior, entrelaza sus dedos con los míos, y se voltea hacia el otro lado, también va mirando por la ventana.

Entramos separados al hotel, él usa los “pasadizos secretos” que van por el estacionamiento y atraviesan la cocina, yo voy por enfrente como cualquier otra persona que se hospeda en un hotel, claro, cualquier otra excepto Michael Jackson por obvias razones.

-Oh señor Jackson!

-Sí, hola, permiso... disculpen, voy a pasar, gracias- Esquivaba gente, iba deprisa. -Lo siento! Compermiso... disculpa, bonito saco je- Atravesaba la cocina. -Buen trabajo chicos! Felicidades chef!

-Qué...

-Adios, nos vemos!

Yo, mientras tanto, había tomado el elevador y subido al piso donde está mi habitación. Abrí la puerta y me encontré con un pedazo de papel que habían lanzado por debajo, era una nota:

She's got the look | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora