Esta historia toma la ambientación de Hwarang, sin embargo cabe resaltar.
- La historia será completamente diferente, solo se toma el sitio y la ambientación en ropas y costumbres.
- Para evitar condiciones y problemas se mantendrán los nombres y...
- No despierta... - Habló el menor de los hermanos.
- Como que no va a despertar? Ya le diste las hiervas que te di? - Respondió el mayor.
- Si y sigue muerto. - Continuo el menor mientras que el de la barba continuaba Solto un suspiro.
- Tendremos que esperar a la mañana, si no reacciona lo daremos por muerto. - Se cruzó de brazos y se sentó en una de las sillas presentes en aquel cuarto.
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Ya por la mañana, cuando el noble finalmente levantó la cabeza, se dio cuenta de la presencia de algo molesto en su costado y en su brazo.
Pues no solo había tela en uno si no también que había algo mojado debajo, algo que mantenía esos lugares húmedos.
Su mirada fue a dar a la habitación donde estaba, inspeccionándola completamente.
Esta, era una mucho más humilde, con varias sabanas en una repisa de madera, cuencos, bancos y demás, no era la misma casa de antes, estaba en otro lugar.
Con mucha voluntad, se levantó de la cama, finalmente llendo a la puerta, abriéndola y saliendo, encontrándose con un par de gallinas comiendo tranquilamente en el suelo.
Unas mantas colgadas de unos tendederos y a los dueños de la casa haciendo sus labores.
Había ciertas cosas que daban una vista más natural a todo, menos elegante, a sus ojos, era una cierta pureza que jamás había visto, no solo por los árboles, si no por la presencia de animales y la ausencia de guardias.
- Despertaste? Hola... verás queríamos hacerte unas preguntas. - El mayor de los hermanos le dedicó una sonrisa, mientras que el menor se levantaba del suelo, dejando la comida de las gallinas en el mismo.
- Mi nombre es SeokJin y el es mi hermano menor Jungkook. - Este último levantó una mano, saludando al castaño.
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- Cual es tu nombre? - Pregunto el poseedor de ropas azules.
— Ah... Taehyung, Kim Taehyung. Que gente me está buscando? — La sonrisa de ambos le inspiraba confianza, más que nada, por que nadie mete a un desconocido a su casa.
- Ayer por la noche, el grupo Daechwita te estaba buscando, no solo en nuestra casa, si no también en todo el pueblo. - El mayor no se hizo esperar y plantó un golpe en la cabeza del menor.
- Que te había dicho de decir su nombre, se supone que cortamos comunicación, así que recuerda que debemos olvidar a Yoongi. - Ambos al percatarse de la mirada intranquila del huésped pararon con su disputa.
