-Yuu. -Lo llamé mientras tiraba de mi mano, aún enfadado al parecer con su amiga humana. -Yuu... -Intenté volver a llamar su atención en vano. - ¡Por Dios, Yuu! ¡Hazme de una maldita vez caso!
Al parecer mis gritos surgen efecto pues sus ojos por fin se fijan en los míos. Inflo una mejilla y muerdo mi lengua, molesta ante su actitud. Si abría ahora la boca acabaría diciendo cosas igual de feas que las que suele decir Krul-sama.
-Perdona, Haru. -Se disculpa al mismo tiempo en que su agarre se vuelve más suave y sus pasos siguen los míos. - ¿Estás cansada? ¿Quieres que descansemos hasta que te sientas con energía?
-No realmente. Yuu, estoy muerta. Creo que he llegado al punto en el que me es imposible sentirme cansada. -Sé que sus orbes me miran con arrepentimiento aunque decido no hacer caso de ello.
Yuu no tenía culpa de nada. No tiene sentido que se sienta mal por algo que él no ha causado.
-Aunque ahora que lo pienso... No me apetece seguir andando.
-Veo que la pereza no te ha abandonado aún y tras tanto tiempo.
Lo miro molesta.
-Tú tampoco has perdido esa parte tan poco adorable tuya, y era de lo mejor.
- ¿De qué... ? -Las acaloradas mejillas del moreno me hacen sonreír con orgullo pues había logrado cumplir con mi objetivo. - ¡No soy adorable!
-Por desgracia me he dado cuenta de ello. Cuando eras pequeño me llevabas a la primera a caballito si sabías que estaba cansada. -Sonrío ante el recuerdo.
- ¡Con que ese es tu verdadero objetivo!
- ¡Pues claro! ¡No quiero desaprovechar energía! -Me defiendo. -Vengaa... Yuu... Por faa... -El moreno acabó cogiéndome a caballito pues siempre he sido su mayor debilidad, o al menos mis pucheros.
Por lo que pude oír de Shinoa, desde aquel fatídico día cualquiera que se burlaba de mí o me utilizaba como tema de charla no acababa muy bien. Por ello muchas veces se llevaba una regañina extra de regalo a la cama.
Hablando del diablo, la peli morada miraba nuestra escena en silencio. Seguramente aún no comprendía el porqué Yuu, a pesar de odiar a los vampiros que le arrebataron todo, se volvía tan blando cuando se trataba de mí. Se había despertado rato después de haberla provocado caer dormida sin saber realmente el porqué y de la nada se había encontrado a Yuu hablando amistosamente con uno de esos vampiros a los que tanto desea aniquilar.
Cosas complicadas que traía la vida.
Seguramente estaría pensando cosas como: "decide hacer más caso a una chupasangre que le habrá lavado el cerebro antes que a mí. ¿Acaso estoy viviendo un chiste?".
-Yuu-san, ¿puedes explicarme lo que está pasando? ¿Por qué tengo que estar junto a un vampiro?
-Porque ella no lo es, no es un vampiro cualquiera. -Respondió. Apoyé mi cabeza en su ahora ancha espalda sonrojada y emocionada ante sus bonitas palabras. No había cambiado en nada tras todos estos años. -Se llama Haru. Era una amiga muy importante que estuvo en la Ciudad de los vampiros. Esos malditos monstruos la hicieron esto.
-Ahora es uno de los suyos. No podemos fiarnos tan fácilmente de ella.
Quería matar a esta pesadilla de chica.
-No estoy ni por asomo del lado de esos asquerosos aunque también he de confesar que tampoco lo estoy del vuestro. Calláis más de lo que decís. -Contraataqué ganándome una extrañada mirada por parte de ambos. -Solamente estoy de parte de Yuu.
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Vampira y humano (Yuuichirou Hyakuya)
Fiksi PenggemarHaru es una vampiresa con un pasado que muchos desconocen. Lo único que todos saben es el nombre de una persona que es lo más importante para ella: Yuuichirou Hyakuya. Pero... ¿Qué pasaría si una vampira se enamora de un humano?