Capítulo.1 💚

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En cierta ciudad, un pelinaranja pasaba por las calles, cosa que no era muy adecuado, y menos si era tan tarde, pero sus estudios en la universidad lo valían, no importaba si costaban muchas horas, para el no le importa levantarse a las 6 de la mañana y regresar más o menos como a las 11 de la noche, si quería esforzarse por un futuro para él mismo y ayudar a su familia, a sus hermanas, tendría que poner mucho de su parte o al menos era lo que pensaba, hasta cierta situación.

De alguna manera, estaba dentro de un callejón siendo apuntado con varias armas hacia su persona, algunos de los hombres lo llevaron a un carro, lo metieron y le taparon los ojos con una venda a demás de amarrarle las manos atrás, el no sabía a dónde le llevarían, pero pudo deducir que llevaba más o menos 20 o 35 minutos en el carro y en movimiento.

Para cuándo sintió que esté paro, realmente se asustó más no por el hecho de que fuera todavía secuestrado, sinó porque se escuchaba demasiada gente afuera y a diferencia de que podría defenderse de los que tenían armas y había trazado un plan, no esperaba que lo llevaran a un lugar con mucha gente.

Para cuando sintió como le sacaban y jalaban, hasta un lugar especifico, aún sin destaparle la vista, aún con sus manos atadas, sintió como era arrojado al suelo, un enorme olor a humo invadió sus fosas nasales y escucho varias voces a su alrededor, pensó que había llegado a algun tipo de subasta o algo así, sintió que alguien le tomaba del mentón levantándolo del suelo y retiraron la venda sin algún cuidado, para cuando los abrió, aclaro su vista, pudo notar a un hombre de cabello castaño y recogido de un lado junto con unos accesorios en su oreja, una vestimenta algo rara, pero que hacía notar que era chino, en cierto punto no tenía palabras que decir.

Había escuchado rumores de que personas habían estado desapareciendo a causa de la mafia china, pero nunca pensó que le tocaría el esa situación, iba a decir algo, pero el castaño sólo le soltó agresivamente del menton y lo dejó caer nuevamente al piso estrellando su cara contra este mismo, se escucharon risas alrededor, de acuerdo a este punto ya estaba demasiado enojado por no decir emperrado.

En algún momento el hombre castaño comenzó a hablar en chino, el no entendía realmente lo que pasaba, y quería librarse lo antes posible, pero si lo hacía en ese momento realmente las cosas iban a ir mal, así que sólo decidió esperar hasta que algo le sucediera o que la situación amerita que se librara por sí solo.

Para cuándo sintió que alguien le agarra por detrás y lo jalaba hacia una habitación se preocupo, ya que en cuanto entró a la habitación, le desamarraron y lo encadenaron a la cama y lo dejaron ahí sí más, eso era preocuparte a decir verdad, el chico trataba de idear una manera de escapar de ahí había pensado mil y un maneras pero ninguna le resultaba su favor, ya que llamaría la atención y vendrían los que lo trajeron y no era nada bueno, sus pensamientos fueron interrumpidos gracias a la enorme puerta que volvió a abrirse y dejando ver a aquel chico de cabello castaño y ojos avellana y el se tenso sin saber qué hacer, no sabría lo que le haría o que ganaria realmente con su muerte, ya que no era rico, ni nada por el estilo al menos ya no, lo que si le preocupaba era la tristeza que pasarían sus hermanas.

No apartaba la mirada del castaño quien se cruzaba de brazos y le miraba de arriba hacia abajo hasta que tomó nuevamente su mentón y con su dedo pulgar lo paso por sus labios, le era incomodo pero tendría que soportarlo, siguió sin apartarle la mirada, no demostrando el nerviosismo.

-Bien Nakahara Chuya, por fin estás aquí. -Sonrio divertido-

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