Capitulo.12 💚

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Chuya corrió por alrededores, mas no logro saber de donde provenía el disparo hasta que se dio cuenta de una cosa, no había guardias por el lugar, eso significaba que les habían llamado a absolutamente a todos, y si hablaban de un lugar al cual todos podían entrar y estar ahí, él conocía el sitio.

Chuya se dirigió a prisa, otros 5 disparos se escucharon, al llegar al lugar, toco la puerta para abrirla, cuando vio su interior, se sorprendió, todos los guardias estaban ahí, como había previsto pero también 6 cadáveres aun derramando sangre, Chuya apretó sus puños y miró a la persona que estaba sentado en una de las sillas aun con el arma en la mano, su traje blanco estaba bañado en sangre y sus ojos desprendían un color carmín, mientras demostraba un semblante sombrío y sin culpas a demás de ira contenida, se acercó a él sin importarle bañar sus pies de sangre y se colocó delante de él, Dazai sonrió además de soltar una risita.

-Te dije que no vinieras, que no quería verte, pero aqui estas -soltó una risa mientras con su otra mano abría el abanico que siempre traía consigo y cubría su boca-

-¿Que es todo esto?

-¿No es obvio? solo una pequeña recreación de tus actos aquel dia, en ese mismo lugar y la misma cantidad de hombres

Chuya miró a su alrededor, todos parecían nerviosos, al parecer no eran la primera que Dazai hacia cosas asi, se podia suponer que tenía ataques de enojo o ira por culpa de Mori y Fyodor, además de que solía desahogarse con sus subordinados, era una suerte que Dazai no fue violento siempre solo cuando se trataba de asesinar

-¿Por qué?

-Solo estoy quitando los estorbos que no pueden seguir una regla tan simple con no dejar entrar a esos estúpidos, y además de cuidar de mi mayor tesoro

-Entiendo hasta cierto punto tu visión pero esa no es razón para matarles

-Dejame recordarte en que consiste esto Chuya -Se levanto de su lugar mientras guardaba su arma y le miro fijamente aun sonriendo- si una de las fichas es mal jugada, todo el juego se pierde y tienes un final sin remedio, explicando de otra manera mas simple, quien asegura que con este error cometido alguno de estos guardias no vayan a cometer otro parecido, donde les de por traicionarme e irse con Mori, donde dañen algo que me pertenece, si no pueden seguir tales ordenes que son relativamente faciles de cumplir no me sirven de nada, son simple perros que no valen la pena, por algo odio a los perros su entendimiento es tan corto que confian en todo mundo, asi que yo no permitiré ese tipo de conductas, prefiero acabar con todos antes de que alguien venga a cortarme la cabeza por una estupidez como no seguir una sencilla orden

-Eres un idiota si piensas que todo el mundo es asi

-Soy un idiota, pero uno que a manejado la mafia china de este modo tan eficaz que nadie se había atrevido a desobedecer, pero creo que estos eran nuevos reclutas mandados por Mori o simplemente se dejaron engañar, como dije no pienso permitir tales cosas

-¿Piensas en desconfiar en todo mundo? -Le miró levemente disgustado-

-Si es lo que debo hacer para mantenerme en mi lugar lo haré

-¿Desconfiarías de mi?

-Protegiste a Fyodor de mi, ¿Tu que crees?

-Fue una reacción involuntaria

-Sea lo que sea que haya sido, lo protegiste

Dazai tomó del cuello a Chuya quien no se opuso pero solo hizo un gesto de dolor, Dazai solo sonrió más ante tal acción y apretó más, cuando se dejaba llevar por la ira era imposible detenerle hasta que su estado pasará por sí solo y eso no sucedía en semanas, pero algo sucedió Chuya tomo la mejilla de Dazai y este se sorprendió por tal acto haciendo que cambiara

-¿Qué haces?...

-Deja de poner esa expresión -dijo con dificultad -

-Expresión...

-Pareciera que... estás roto

Dazai le soltó de golpe dejando que el aire entrara agresivamente al cuerpo de Chuya quien tosia, Dazai con algo de temor apuntó el arma a Chuya, quien aún recuperaba el aire pero le veía

-N-No...no lo harás

-¿Cómo estás seguro?

-Por que tu mismo me lo dijiste me amas, además... confio en ti

Dazai chasqueo la lengua y agacho la mirada, Chuya había visto su debilidad, apartó el arma dándoselo a uno de sus subordinados y volvió a ver Chuya, la mirada del castaño era nuevamente café, su ira se había ido, cubrió nuevamente parte de su rostro con su abanico

-Todos ustedes, limpien este desorden, y no quiero que nada de lo que paso aqui se sepa, a menos que quieran acabar como ellos, espero que pueden cumplir con esa simple orden

Todos solo asintieron y comenzaron a limpiar, Dazai tomó la mano de Chuya jalando sin dejarle decir nada, tenía la cabeza agachada, no importaba cuanto le interrogará Chuya, nunca le respondía, eso le irritaba, así que solo se dejo mientras veía la espalda de Dazai, noto que aun seguía cubierto de sangre.

-Sigues sucio

-Lo se -se dignó a hablar-

-Deberías cambiarte

-No lo necesito para donde vamos

-¿Puedo saber a donde?

-No -dijo secamente-

-Tacaño

-Quiero que conozcas a dos personas, mas bien 3

-¿Tienes hijos a caso?

Dazai no respondió ante eso, así que Chuya se alarmó y comenzó a forcejear con Dazai quien le detiene, le decía que se calmaran pero como siempre Chuya solo le insultaba y negaba, ya se imaginaran tal escena, Dazai con una cara de irritación y sonrisa fingida mientras sujetaba de ambas muñecas a Chuya mientras este tenia cara de pánico además de forcejear

-Suéltame maldito mentiroso

-Yo nunca te mentí -le dijo aun tratando de que se calmara-

-¡Nunca dijiste que tenias hijos!

-¡Chuya calmate!

-¡Quítate mierda, no quiero tener que ver con eso, tu maldita momia, deja hijos al mundo!

-¡Por dios, Chuya cálmate, no es lo que estás pensando!

Chuya iba a volver a discutir pero una pequeña voz les interrumpió, al ver de quien se trataba, era del niño peliblanco, que estaba con Dazai hace un rato, además esta vez estaba acompañado de dos personas un chico pelinegro y puntas blancas además de una chica de pelo negro que se aferraba a este, los tres vestían ropaje chino.

-Atsushi-kun, llegaste en el mejor momento -Dijo Dazai-

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