Bright soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquél roce en su entrepierna. No estaba seguro de lo que estaba pasando, pero tenía demasiado sueño, no quería abrir los ojos.
O al menos, así fue hasta que distinguió un gemido más... que no era suyo.
Abrió los ojos en el momento preciso que todos los recuerdos de la noche anterior se desbordaron en su mente como una avalancha. Se sobresaltó un poco, abriendo los ojos de golpe y encontrándose con la cabellera de Win recostada en su pecho cómodamente.
Movió las piernas un poco, notando de inmediato la razón de sus gemidos y los de Win: ambos tenían las piernas enredadas con las del otro, por lo que era de esperarse que sus entrepiernas quedasen juntas y frotándose constantemente entre sí.
No le tomó demasiado darse cuenta de que no podía moverse, pues los brazos de Win estaban fuertemente aferrados alrededor de su cintura, dejándole inmóvil.
Cerró los ojos con fuerza, intentando plantearse una idea de lo que le diría a Win y cómo este podría reaccionar ante la historia nada trágica que Bright estaba deseando contarle, pues quería que Win entendiese el porqué de su actitud de siempre y la de anoche.
No iba a ser algo fácil de contar, porque probablemente el mayor se reiría de él. Pero Win le gustaba... y quería intentarlo con él. Por más que eso le costase el autocontrol, deseaba que con Win no fuese únicamente algo sexual.
Sintió un par de cosquillas en el cuello y miró hacia abajo, encontrándose con que Win parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello de Bright, quien no pudo reprimir sus impulsos y acarició sus cabellos delicadamente.
Win paseó sus manos por el abdomen de Bright, poniéndole nervioso.
— ¿P'Win?
Win le miró en ese momento y Bright temió que pudiese escuchar el inquieto y fuerte latido de su corazón, pues este se había agitado notablemente al ver la adorable cara de Win recién despierto, con pequeños y hermosos ojos perezosos medio abiertos, sus labios exquisitos y rosas como siempre y sus cabellos apuntando en todas las direcciones, dándole una apariencia más que preciosa.
— Buenos días, Bright...—Win murmuró, trepó hasta quedar sobre Bright y le besó en la mejilla.— ¿Cómo dormiste?
Bright le miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que Win recordase cada minucioso detalle, como él lo hacía, pero, de cualquier modo, aún no sabía cómo lidiar con ello. Así que no tenía idea de qué hacer o qué decir.
— B-bien...—se limitó a responder, forzando una sonrisa.— ¿Y tú, P'?
Win rio, sacudiendo sus hombros y confundiendo al menor.
— Hace un par de horas estabas: "Win, me gusta el control" "Win, cállate" "Win, eres muy inquieto", Win, Win, Win...—se burló el mayor enarcando una ceja. Bright enrojeció por completo. Win apoyó sus manos en el pecho de Bright y, en estas, su cara.— Es un demasiado raro que ahora te dignes a recordar los honoríficos.
El menor se muerde el labio inferior. Debía admitir que se había estado armando de valor para contarle todo a Win desde hace más de una semana, pero, justo en ese momento, ni una sola palabra era capaz de salir de su boca.
Pero parecía no ser necesario, pues, estando completamente hundido en sus pensamientos, lo único capaz de sacarle de allí, fueron los tercios labios de Win posándose sobre los suyos.
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Falofilia [ BrightWin ]
FanfictionPara Win diecisiete centímetros no son suficientes. [adaptación]