Capitulo 7 .-

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Ya había terminado de cenar y fui a ver a Agatha, quería saber como estaba, después del otro día estaba muy preocupado por ella.

Estando ya abajo en su balcón escuche gritos, era claramente ella y otra mujer...seguramente su madre, subí y me escondí en el balcón, quería escuchar lo que hablaron.

No les contare lo que oí, solo diré que me enfade tanto que sin darme cuenta la asesine frente a sus ojos.

-¡¿Que rayos hiciste?!-Su voz, gracias a su voz pude reaccionar. La vi de rodillas junto al cadáver de su madre.

-Agatha, ¡Lo siento! No sé que me paso...

-Vete...

-Agatha...

-¡Vete!-Me grito con lágrimas en sus ojos. No tuve mas que hacer que irme y dejarla sola en su alcoba.

A la noche siguiente me resulto muy extraño verla, estaba de luto, mas lucia feliz.

Cuando llegué a su casa ella se encontraba tocando una pieza de Mozart...hermosa.

-Hola-Dijo después de notar mi presencia, parando de tocar aquella hermosa melodía y volteando a verme-Perdón por lo de ayer.

-No tienes de que pedir perdón...lo siento...

-No, esta bien...estoy bien-Esto ultimo fue un susurro casi inaudible-¿Te mataste a mi padrastro?

No sabia que responder, esta niña es tan impredecible que no sabría si lloraría o reiría ante la respuesta.

-Si-Esta palabra salió de improviso de mi boca, lo cual es raro ya que, debido a mi condición de vampiro, no me dejo llevar por situaciones o sentimientos (los que creía haber perdido) pero al estar con ella todo es extraño, nuevo y a veces casi perfecto, siempre te esperaría algo diferente con ella.

-Gracias Andrew, no lo soportaba mas.

A veces dudaba quien era el vampiro aquí. ¿Como alguien que se ve tan frágil puede resultar...así?

-No te entiendo.

-De seguro el otro día me seguiste, por lo cual deduzco que por lo que viste y oíste fue el porque lo mataste.

-No entendí nada de lo que le decías solo odie que te golpeara por si te preocupa eso.

-Como habrás escuchado le dije asesino, violador y pedófilo, pues efectivamente es así, asesino a una criada...bueno mas de una y desde pequeña que abusa de mi y de otros niños mas.

-¿Jamás le dijiste a tu madre?

-Dijo que mentía.

-De haber sabido eso, su muerte habría sido peor.

-Cambiemos de tema mejor.

El silencio se apodero de la habitación, unos cuantos minutos en lo que lo único audible era nuestra respiración, hasta que decidí que era suficiente.

-¿Que restaurante crees que es mejor?

-Depende con quien vayas, contigo seria el del centro, va poca gente y atienden rápido y bien, lo único malo es la distancia.

-Cuando tu quieras iremos.-La escuche reír, supongo que sabia a lo que iba.

-Cuando tú lo desees.

-¿Ahora?-Me miro fijamente, se levanto del banco en el cual se encontraba frente al piano y camino a su armario, saco un hermoso vestido, al cual asentí, entro al tocador y al salir lucia hermosa.

No importaba que se pusiera,siempre se vería sensual y frágil.

-Vamos...

Al llegar al restaurante, pedimos la cena y continuamos con nuestro juego de preguntas, acordando hacer solo una esta noche.

-¿Cual es tu color favorito?-Como ya lo había dicho, preguntaría cosas estúpidas porque lo importante prefería averiguarlo por mis propios medios.

-Rojo, que prefieres ¿Sangre de hombre o mujer?

-La tuya-Mi respuesta la hizo sonreír, confiada hasta la medula.

-No creo que sea muy buena.

Después de eso el silencio exigió y se le concedió su espacio hasta que llego la cena. Al terminar de cenar salimos a caminar, estuvimos caminando unas tres horas, teniendo conversiones banales, largas y amistosas. Agatha se encontraba muy simpática, realmente parecía otra.

Fuimos a caminar a la playa, lo que resultaba molestamente romántico para ambos y aun así continuamos nuestro paseo. Agatha, descalza mojo sus pies, mientras el viento mecía su cabellera, era realmente una hermosa escena.

Luego de disfrutar el fin de la velada fuimos a su hogar y ella me invito a entrar, nunca había visto nada mas que su habitación. Era enorme y muy colorida a mi parecer, después fuimos a su habitación y ella se recostó en su cama.

Conversamos y caminamos mucho, por lo cual ambos estábamos cansados (Mas ella que yo), debido a esto al poco tiempo se durmió sobre su cama, la cubrí con unas sabanas que encontré para luego irme de allí.

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