Capítul๑ 28.

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HyunJin creyó escuchar nuevamente la voz de su padre, dentro de sus sueños seguía estando junto a él.

Un sueño era considerado algo ficticio, al menos para él, un sueño siempre sería eso y no podría volverse realidad. Cuando era pequeño soñaba con convertirse en un gran soldado de la marina real, tal vez conocer al rey de todo Inglaterra.

Incluso recordó la vez que soñó que tenía una vida feliz junto a Margharet. Otro día soñaba que sus padres volvían a estar juntos y volvía a Asia junto a sus amigos y todo lo que conocía.

Como decía, un sueño siempre sería un sueño.

Despertó cuando un rayo de sol cayó sobre su rostro, y parpadeó varias veces sintiéndose observado.

Todavía confuso por el sueño y el dolor inentendible al moverse, decidió ver alrededor, colocando una mano pegada a su frente para que el pequeño rayo no interrumpa su visión.

—Hoy es un buen día para estar entre rejas ¿no crees?

La voz conocida de MinHo llegó a sus oídos. Todavía confuso entrecerró los ojos, observando alrededor, sintiendo inmediatamente el hierro frío a sus espaldas, lo que lo hizo reaccionar.

Movió su cabeza con fuerza para tener una mejor visión, sintiendo un punzante dolor en ésta misma.

—JeongIn dijo que si no quería que muriéramos desangrados nos quedáramos quietos —el suspiro del otro indicó que haría caso omiso a sus palabras— ¿me puedes hacer caso por una vez?

—Perdón MinHo, pero ya no eres capitán —murmuró observando esta vez más delicadamente la celda que ya se había vuelto con un dormitorio para él—, y estás en mi parte de la celda.

—Gracias por recordármelo y se puede saber ¿cuándo sacaste un título de propiedad?

Los ojos del menor rodaron divertidos.

—Pues bienvenido a mis últimos días, ex-capitán del temible Calyphso —habló con clara ironía en sus palabras, siendo callado por la mirada nada emocionante del otro—, tenemos las mejores vistas.

—¿No sabes cuando callarte?

—Fuiste tú quien empezó a hablarme.

El chasquido de lengua no se hizo esperar, MinHo le dió la espalda y apoyó su cabeza contra la madera del barco, ese lugar olería a putrefacción si no fuera por el olor salado del mar que todavía podía percibir.

Ambos se quedaron en un incómodo silencio, ninguno parecía querer iniciar una conversación.

Así pasaron unos cinco minutos.

—¿Por qué lo hiciste? —ante la interrogación gutural del mayor volvió a hablar—, enfrentar a tu padre.

—¿Y tú por qué me ayudaste?

—Creo que pregunté primero.

MinHo suspiró—. Si te gusta algo te quieres dedicar a ello toda tu vida —empezó con suave tono, sin dar vuelta para verlo—, nací en el mar, por así decirlo, me crié en él —susurró, volteando al fin—. Pienso morir en él también.

Se levantó con algo de dolor, observando por un pequeño agujero entre la madera.

—¿Y qué mejor que hacerlo siendo capitán?

El silencio que emitió HyunJin fué agradecido en otro silencio.

—Ahora contesta mi pregunta —habló después de unos segundos volviendo a sentarse, esta vez apuntando con sus pies en su dirección, mientras descansaba los brazos en sus rodillas.

¡Capitán Lee! - ♯݊hyunho/hyunknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora