Capítul๑ 9.

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—¿Qué se le ofrece capitán? Es extraño verlo por aquí —terminó el silencio el contrario dejando ver detrás suyo a toda su tripulación, se veía que no querían pelear, mejor para él.

—Demasiado. Sólo tomaba un atajo, así que si no le molesta, debo irme —respondió con simpleza viendo la neblina, dándole la indicación a Felix para que empiece a avanzar.

—¿Así de rápido? —ambos se vieron y el menor, MinHo, asintió.

—Sí —se oyó el disparo de una bala, logrando otro silencio, en el que la bala había perforado una parte de la madera a los pies de MinHo.

—No olvides que me debes Lee —gracias a ese silencio el murmullo se oyó fuerte y claro a los oídos del mencionado—, una semana.

—Una semana —repitió asegurando ello—, una sirena. Despreocúpate, la traeré.

—¿Qué me asegura que lo harás? —lo vió con desconfianza apuntando de nuevo al otro.

—Cumplo mi palabra, además, no podrías matarme aún si lo quisieras.

—En una semana si podría, o incluso mañana —rió guardando el arma—, no se me olvida la Luna de Plata, Lee.

—...Claro.

Dió otro señal a su hermano para avanzar y éste así lo hizo, mientras tanto Christopher dió la señal para que paren al fuego. Un pequeño escalofrío recorrió a MinHo, escuchando las risas de la otra nave.

—Podrías simplemente no darle nada —mencionó Felix sin entender a su hermano, de nuevo—, no entiendo porque temerle.

—No le temo a él, sino al pacto con el monstruo horrible ese que hizo—suspiró—, quedaríamos atrapados en él toda la eternidad.

—¿Qué es ese monstruo?

—Varios lo conocemos como Zeus, una bestia que es tanto veloz como gigante —botó el aire en sus pulmones viendo a través de la niebla—. Parecido a un tiburón, pero totalmente oscuro como la noche, podría destrozar el barco entero si quisiera.

—Estás exagerando, MinHo... —rodó los ojos, sintiendo un zape detrás de su nuca.

—Cree lo que quieras, yo lo vi, no tú —se encogió finamente de hombros.

—Así que una sirena...

—Nos viene bien, ya que vamos a la Ciudad de las Hadas —respondió al menor—, lo malo sería encontrarnos con la navegación del capitán Kim NamJoon —otro escalofrío lo recorrió, e hizo una mueca—. Sabía que SuHo era más razonable.

—Como diga, capitán —Felix habló vacilante ganándose un pequeño golpe. Todos menos ellos estaban en silencio, sabían que el capitán lo ordenó gracias a que no quería hallar al otro Kim—, ¿qué se supone que le debes al capitán NamJoon?

—La pregunta sería: qué no le debo —cerró ambos ojos, acercándose a paso lento al lateral de la nave, para asegurar que no hubiera nadie cerca.

—Eso suena a mucho.

—Demasiado, Felix —pasó una mano por su rostro—, ya casi salimos —susurró moviendo la espada que poseía—. Eso es bueno —movió ésta con mas fuerza y las velas ejercieron mas presión, logrando que el barco vaya más rápido, hasta al fin salir.

—Si podías hacer eso: antes era un mejor momento —ésta vez MinHo rodó los ojos.

—Tomemos nuevamente el rumbo.

—No es necesario —señaló con la mirada hacia el frente—, ya llegamos.

Ambos Lee emitieron una sonrisa.

¡Capitán Lee! - ♯݊hyunho/hyunknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora