Capítulo 5

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Ethan

Desperté desanimado y sin muchas ganas de hacer algo, pero aun así tengo que ir a trabajar.

Me bañe, vestí, y prepare mis cosas para el trabajo. Desayune tranquilamente y salí de casa, sinceramente ver que el cielo estaba tan lindo hoy, me levanto un poco el ánimo.

Ya en el camino hacia la ciudad, me encontré con mi vecina pelirroja, llevaba un caja.

—¿Quieres que te lleve? —Dije mientras me estacionaba junto a ella.

—Te lo agradecería mucho. —Dijo con una sonrisa, mientras se subía al carro. —Me iría en bicicleta pero sino, no podría llevarme a estas cosas.

—¿Cosas? —Abrió la caja, mostrando a tres gatitos. —aay gatitos. —Dije emocionado.

—Son lindos, ¿no? —Dijo sonriendo, mientras los veía. —Los encontré ayer en la calle, pero los tengo que llevar a la veterinaria.

—Suerte que te encontré, sino hubieras caminado todo ese camino.

—Y te lo agradezco mucho, en serio. —Dijo cálidamente. La voltee a ver por segundo, pero aun así, pude notar sus lindos ojos verdes.

—Llegamos. —Dije mientras detenía el coche.

—Otra vez, gracias, realmente me salvaste. —Dijo mientras bajaba de coche. Nos vimos a los ojos por unos segundos. —Te debo un favor, nos vemos.

—Espera, ¿Cómo te llamas? —Dije elevando un poco mi voz.

—Ann, mucho gusto.

—Yo soy…

—Ethan, ¿verdad? —Dijo interrumpiéndome. —Fue un gusto conocerte.

¿Cómo sabía mi nombre?

—El gusto fue todo mío, espero que nos volvamos a encontrar.

—También lo espero. —Dijo con una sonrisa. —¡Nos vemos!

Llegue al trabajo y seguí con un día normal, sinceramente sentí que mi día mejoró, e hizo que pasara el tiempo bastante rápido.

De regreso a casa, no pude evitar ver el cielo, como cambiaba de tono a cada momento y como se comenzaban a ver las estrellas, sinceramente no se como a alguien no le gustaría ver algo así.

Al llegar a casa, solo me deje caer en la cama y cerré mis ojos. A pesar de que el día pasó rápido, fue muy cansado. Solo sentía mis ojos pensados y como la cama me abraza para dormir.

Pero recordé lo de esta mañana con Ann, y a su vez, lo que pasó en el bosque hace una semana. Recordé la mochila que encontré, sinceramente no sé cómo lo olvidé, supongo que fue que estaba pensando en otras cosas. No sé si realmente es de ella, pero por si las dudas, mejor preguntar.

¿Será correcto verla ahora? ¿Estará despierta? Solo la iría a fastidiar si lo está, pero supongo que antes prevenir que lamentar, puede ser que mañana no la pueda ver…  mucho pensar, mejor lo hago de una vez.

Me levante de la cama rápidamente y busqué en un cajón; encontré la mochila hasta el fondo de este.

Me dirigí a su casa, dude antes de tocar, ¿pensará que es escusa para verla? Da igual. Toque tres veces, intentando no hacerlo tan fuerte.

Espere, extrañamente nervioso, pero no tardó mucho en abrir.

—Hola, ¿necesitas algo? —Dijo mientras me veía con sorpresa.

—Perdón por molestar, solo quería preguntar si esto era tuyo. —Dije mostrándole la mochila.

—Creo que lo es, ¿puedo verla? —Dijo con duda.

—Claro. —Le di la mochila, solo la comenzó a observar por todos lados. —No sé si cambiará algo, la lave, estaba de tierra pero después se hizo lodo por la lluvia. —Dije apenado. Ella solo soltó una risita.

—Si, es mía, me había olvidado de ella, ¿Dónde la encontraste?

—En el bosque, casi caigo con ella.

—De seguro la dejé caer por accidente, cuando fui a caminar por ahí. —Dijo un poco nerviosa. —Aún así, muchas gracias, me encanta esta mochila, no se que haría sin ella. —Dijo mientras sonreía.

—No es nada. —La mire por algunos segundos. —De hecho, me preocupó por algo que paso en el bosque ese día y además no supe nada de ti durante una semana, después de eso. No sabía si había pasado algo malo.

—Ah… No. Fui a ver a mi padre, vive lejos de aquí y de vez en cuando voy a visitarlo y quedarme por unos días. —Dijo nerviosa. —Pero gracias por preocuparte, en serio. —Dijo mientras sonreía cálidamente.

No pude evitar ver sus ojos, y quedar así por algunos segundos.

—Ya tengo que ir a dormir, mañana tengo que levantarme temprano. —Dijo rompiendo el silencio y apartando sus ojos. —Pero en serio te lo agradezco mucho. Nos vemos. —Dijo mientras entraba a su casa.

—Nos vemos.

Regrese a casa, y solo me tire en la cama y abrace una almohada, no pude evitar sonreír. Comencé a sentir mis ojos pesados, y ahora si…


“Me quede profundamente dormido”

Mimetista [Cancelada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora