Capítulo 2

69 9 3
                                    

Desperté sobre una cama en una habitación oscura, solo entraba la luz de la luna a través de la ventana, el cielo estaba estrellado y con luna llena. Pero no lo puedo disfrutarlo ahora, ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?

Intente moverme, pero un leve dolor invadió mi ala; que estaba vendada cuidadosamente. Me levante lentamente para no lastimarme, lo cual logre con dificultad. Empecé a observar la habitación; estaba vacía, solo con algunas cosas y cajas amontonadas.

Busque una forma de salir de este lugar, pero ya de por sí sería difícil teniendo una ala rota y sin saber que tan grave es, no sé si convertirme en otra cosa afectaría la herida o a mi.

Me inquietaba saber como llegué aquí, ¿es peligroso? ¿Fueron los hombres del bosque? Si es así, realmente tengo que salir de aquí, no importa cómo.

Busque, y la ventana de la habitación parecía ser la mejor opción. Con mi pico y pata intente abrir la ventana, era complicado, pero se tenia que abrir si o si. Pasé unos segundo intentando abrirla, cuando pude aflojarla sentí un alivio por al fin salir de aquí. Al intentar abrirla más escuché unos pasos que se acercaban a la habitación. Rápidamente me escondí bajo la cama, lastimándome por bajar tan rápido.

Escuche como la puerta se abría y encendía la luz de la habitación, en seguida de eso lograba ver como se dirigía hacia la ventana, solo escuche como la cerró.

—¿Dónde se habrá metido? —Dijo hablando para si mismo, buscando por la habitación. Se me hace familiar esa voz…

Después de decir aquellas palabras se acerco a la cama. Sentí como mi corazón palpitaba más rápido, pero un alivio vino a mi cuando vi su rostro. Era el chico que se mudo hoy y por alguna razón tenía un moretón cerca del ojo.

—Aquí estas. —Dijo en un tono amable mientras sonreía.

A pesar de que no lo conozco, me siento aliviada de estar en su casa y no en la de esos hombres, ¿pero cómo?

—No tengas miedo, confía en mi. —Dijo con cálidamente, con una sonrisa sincera.

Comencé a salir lentamente de mi escondite, aún un poco asustada.

—Ven sube, te traje algo que te gustara. —Dijo mientras ponía su brazo frente a mi para subir a el.

Al momento de subir a su mano me elevo hacia su cama. En esta se encontraba un plato con carne cruda.

No suelo comer carne, pero supongo que siendo un halcón tengo que hacerlo

—No sabía que darte y eso fue lo primero que encontré. —Dijo apenado. Aún veía la carne con un poco de asco. —¿No te gusta? —Dijo. Yo solo lo volteé a ver. —Que fino eres, lo cocinare. —Dijo con una sonrisa, mientras me dejaba en la cama y salía de la habitación.



Pasaron algunos minutos y llego con el plato con la carne ya cocinado. No suelo comer carne, pero no puedo comer otra cosa… Comencé a comer aquella carne, sabia bien, aunque era difícil comerlo con un pico.

Mientras aquel chico, el cual desconocía su nombre, comenzó a ordenar su habitación, moviéndose de un lugar a otro sacando las cosas de aquellas cajas en el rincón de su habitación y guardándolas, algo extraño ya que era ya muy noche, pero supongo que no pudo hacerlo antes por que estaba cuidando de mí…

….

Había pasado un rato. Ya había terminado de comer la carne, quedando satisfecha por esta. Estaba sobre una mesa junto a la ventana recostada en unas sabanas en forma de nido improvisadamente que aquel chico hizo. Estaba algo cansada, ya que era bastante tarde, pero no podía dormir por alguna razón… solo observaba las estrellas y aquel chico que dormía plácidamente en su cama junto a mí, aunque ¿quién no lo haría después de ordenar su habitación cargando cajas pesadas en la noche?

Creo que tengo bastante suerte de que alguien como él me haya rescatado, tan solo pensar en que me habrían hecho si él no hubiera aparecido en el lugar me aterrorizaba un poco ¿Me habrían matado? ¿me venderían por las plumas? Realmente no se que habría pasado si estuviera ahora mismo con esos sujetos, pero esta por hecho que estaría en una jaula sucia con apenas agua y poca comida, si no es que ni siquiera eso. Realmente estaba agradecida con aquel chico junto a mi, que al parecer se llama Ethan.

La noche parecía eterna por mas que pasara el tiempo no aparecía el sol. No me molestaba, de hecho, me agrada ver las estrellas y escuchar los ruidos nocturnos, es muy tranquilizante… pero tenia una inquietud, ¿qué le paso al ciervo herido? ¿Lo habrá salvado también o esos cazadores se lo llevaron? Sería fácil descubrirlo si fuera humana, en esta forma no puedo ni comunicarme un poco con él… pero, si lo supiera ¿Qué pensaría de mi? ¿le asustaría o le parecería curioso? Realmente no lo sé, pero tendré que guardar ese pequeño secreto, será difícil aunque tarde o temprano se lo terminare contando o se enterara por su cuenta…

Mis parpados se sentían pesados, mis ojos que miraban el cielo, se cerraban poco a poco… De un momento a otro

“Me quede completamente dormida”

Mimetista [Cancelada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora