Capítulo 6

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Ann

Desperté muy temprano, tenia que ir al trabajo para explicar por qué falte durante una semana si avisar o hacer alguna llamada, y después des eso pasar a ver a los gatitos al veterinario.

Frote mis manos contra mi rostro por la frustración. A pesar de que el jefe es muy amable, sinceramente no sé si me perdone está. Aún pensando en la excusa, voltee hacia la ventana, el cielo se veía muy lindo; había varias nubes blancas, no pude evitar quedarme así durante unos minutos.

—Es cierto. —Dije para mi misma recordado que aún tengo que ir al trabajo.

Me cambie, desayune un poco, tomé mi bicicleta y me fui. A pesar de que por este camino no pasan muchas personas. Es seguro, dentro de lo que cabe, siempre puede aparecer un oso o algo así.

Ya llegando a la ciudad me comencé a poner nerviosa, me pone muy nerviosa hablar de cosas así con las personas, y aún más si se comienza a enojar.

Me detuve un poco antes de llegar, tenía que pensar muy bien que decir. Me arme de valor y entre; era una cafetería un poco grande, bastante conocida.

En el mostrador, estaba Charlotte, una chica de cabello negro, ojos marrones y piel color chocolate, una chica muy amable y linda, sinceramente no sé como aun no tiene pareja.

—Ann. —Dijo sorprendida. —estuvimos muy preocupados, creímos que te había pasado algo ¿por qué no llamaste o mandaste algún mensaje? —Dijo mientras venía a abrazarme.

—Lo siento mucho, en serio, salí repentinamente y olvide mi celular en casa, no quise preocuparlos. —Dije calmándola regresando el abrazo. —¿Sabes donde esta el jefe?

—Esta en su oficina, se alegrará de verte. —Dijo sonriendo.

—Muchas gracias.

Fui a donde se encontraba y me detuve en la puerta antes de tocar, respire profundo y toque tres veces. Sinceramente no sabía si iba a estar feliz de verme.

—Adelante. —Dijo una voz seria detrás de la puerta.

Abrí la puerta y ahí estaba ese hombre un poco mayor que yo, castaño claro y bastante alto, estaba escribiendo en su computadora.

—Hola de nuevo. —Dije para llamar su atención.

—Ann. —Dijo levantándose con una sonrisa mientras iba a abrazarme. —Te extrañamos mucho, en serio hacías falta por aquí, cuéntame, ¿qué pasó? —Decía mientras se recargaba sobre su escritorio.

—En serio lo lamento por a ver faltando tanto tiempo sin avisar, no lo hice queriendo, me surgió algo y olvide mi teléfono en casa antes de salir, tarde mucho en llegar y… —Dije hablando muy rápido mientras sentía como se hacía un nudo en mi garganta.

—Te entiendo Ann, pero lo siento, ya no podrás trabajar aquí, una semana es mucho y aunque no afecto, no puede volver a pasar, necesito empleados responsables. —Dijo serio y con una voz cálida.

—Lo entiendo, recogeré mis cosas y me iré en un rato, muchas gracias. —Dije sintiendo como se hacía aún más grande el nudo, sentía como comenzaría a llorar pronto.

Sinceramente me encanta este trabajo, las personas de aquí son muy lindas personas y divertidas, no es que paguen mucho, pero no necesito mucho dinero. Además no sabría que otro trabajo podría tener, sin haber terminado la universidad, encontrar trabajo será difícil.

—Ann, vamos lucha un poco más por tu puesto, que se noten las ganas de querer estar aquí. —Dijo en tono de burla. —Lo que hiciste estuvo muy mal, y en serio espero que no vuelva a pasar, sino esta vez si tendré que despedirte, ¿esta bien? No podría despedirte ahora, además se que no lo hiciste con mala intención. —Dijo abrazándome.

—Gracias. —Dije mientras reía y lloraba un poco. —Ya no pasara jefe.

—Ann por favor, no llores, y no me llames jefe, suena muy formal, llámame por mi nombre, Cole, ya llevamos tiempo conociéndonos, ya deberías de quitarte esa costumbre. —Dice mientras reía.

—Lo siento aun no me acostumbro. —Dije mientras limpiaba las pocas lágrimas que salieron mientras sonreía.

—Mañana necesito que estés temprano aquí, a los clientes les alegrará que estés de nuevo atendiendo.

—Esta bien, hasta mañana entonces. —Dije sonriendo.

—Hasta mañana, Ann.

—Hasta mañana… Cole. —Dije mientras lo miraba y sonreía.

Salí de su oficina, cerré la puerta y di un gran suspiro de alivio. Sinceramente no soy buena con las palabras cuando se trata de cuestiones formales, me alegra bastante que tenga a un jefe como él, casi como un amigo.

—Ann, ¿Cómo te fue? —Dijo Charlotte preocupada.

—Mañana temprano estaré aquí para trabajar. —Dije mientras sonreía.

—¿En serio? Me da mucho gusto, por fin ya no estaré sola con esos idiotas.

—Hablando de eso, ¿Dónde están Liam y Olivia? No los vi en todo este rato.

—Están atendiendo las mesas, solo que están muy ocupados, pero no te preocupes, yo les diré que mañana estarás de regreso. —Dijo igual de sonriente que siempre.

—Esta bien, gracias, hasta mañana—Dije riendo un poco.

Después de darme una ducha, me senté frente a la ventana y observe el cielo, ya estaba apunto de comenzar el atardecer.

El día de hoy pasó muy rápido y fue muy cansado, después del trabajo pase a ver a los gatitos, al parecer estarán ahí por varios días, pero están bien, no parecen tener algo muy grave, y en serio me alegra mucho. Sinceramente pienso que hoy le día fue mejor…

Comenzaba a sentir los ojos pesados mientras veía el cielo, a pesar de que era muy temprano, quería recostarme en la cama y dormir un poco, pero toques en la puerta hicieron que me asustara, me levante sin muchas ganas y baje a ver quien era.

“Hola…”

Mimetista [Cancelada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora