Pequeño Detalle.

244 17 2
                                    

Estaba más que emocionado. Astrid pudo ver a Frost. Eso significaba que ella también tenía esos dones de poder cambiar al mundo; ¿No?

-Vamos Frost, ¡no me digas que ya no estas!

-S…si, un momento.

Voltee para ver el rostro de Astrid. Su expresión me decía que me estaba volviendo loco. Solté una risa. Ella me siguió y llegamos justo a donde estaba Frost.

-Astrid, quiero que conozcas a una persona.

-Vamos, Hiccup; esto es el límite. Es solo una persona más en esta pequeña isla… ¿Por qué tanto es la emoción?

-Ya lo veras- Sonreí y logre que ella me soltara un golpe suave en el brazo.

Al fin Frost salió y me volví a mirar la cara de Astrid. Sus ojos estaban completamente abiertos. Creo que no lo observó totalmente cuando paso junto a nosotros.

-Astrid, él es Jack Frost… él es el…

-¡¡EL DIOS DEL INVIERNO!!

¡Valla! Tal parece que aquí el único que no sabía quién era este tipo era yo.  Jack se puso más blanco cuando ella pronuncio quien era. Nos volvimos y nos miramos los dos.

-¿SABES QUIEN ES EL?

Soltó una risita nerviosa.

-Si… bueno… algo así. Es una larga historia… pero creí que tu solo existías en los libros de los vikingos ancestros.

-¡¿En verdad estoy en un libro?!

-Espera un segundo… Y como sabes que es el. Me refiero, a que los libros son de hace años. No se supone que el dios del invierno lo pintaban… ¿Viejo?

Jack me lanzo una mirada fulminante. Parecía estar incomodado con la afirmación que le acababa de hacer.

-Para tu información mi querido amigo Hiccup; yo tengo muchísimos más años que esos libros. Lo que pasa es que no puedo envejecer. Me eh quedado en mi forma adolescente. Es más, te puedo asegurar que yo estuve aquí el día que esos libros fueron iniciados.

-Y entonces, ¿Por qué diablos dices que si estas en un libro como si no supieras la existencia del?

-Lo que pasa es que jamás supe si terminaron el libro- Su cara se tornó algo seria y al mismo tiempo triste – la crueldad en esa época y lo que paso… bueno me alejaron de aquí.

Esto cada vez se ponía más interesante. Jack estuvo aquí mucho antes de que mi padre gobernara y algo paso. Astrid estaba asombrada con todo lo que nos había dicho Jack. Yo sonreí un poco y trate de subir el ánimo del lugar.

-Estoy seguro que nos contaras después que fue lo que paso, ¿no es así, Jack?

Frost subió la mirada y nos lanzó una sonrisa.

-Claro que sí. Me alegra en verdad haber regresado a estas tierras.

Los tres sonreímos.

-Ah todo esto, no me has dicho como es que lo reconociste, Astrid.

-Oh tienes razón; Bueno… es solo que…

De repente alguien grito dentro de la academia. Parecía tener problemas así que dejamos nuestra charla para después y corrimos hasta dónde provenía aquel grito.

-¿Qué ha pasado? ¿Están bien?

-¿Hiccup? Ah… ¡Hola! No te vi entrar.

Era Patán.  De seguro estaba entrenando solo en la academia con su pesadilla y como hay veces donde se sale de control, esta no fue la excepción.

Patán nos explicó que llego muy temprano y, como no me vio ni a mí ni a Astrid, decidió empezar el solo con nuevos trucos. Pero algo salió mal, él  se distrajo y Patán termino en el suelo con la nariz raspada y los codos sucios. Astrid y yo reímos. Me gire. ¿Y Jack? Estaba justo atrás de nosotros riéndose de la tragedia de Patán.

-Cállense, ¡No es gracioso!- dijo Patán sobándose la nariz.

- Lo siento, Patán; pero si ya sabes que siempre pasa lo mismo…

-Si pero jamás me doy por vencido – Interrumpió Patán inflando el pecho y con tono orgulloso.

-Bueno  pues, dejemos eso a un lado… a propósito, ¿Por qué no has saludado aun a nuestro invitado?

Astrid se volteo a señalar a Jack. Este levanto una mano en señal de saludo y dio una sonrisa. Pero algo paso.

-¿Invitado?

Oh no. Se me había olvidado explicarle lo de los poderes a Astrid. Y al parecer, Patán no podía ver a Jack.

-Pues sí. Patán, él es Jack… Mejor conocido como el dios del invierno.

Ella aún seguía señalando a Jack, pero parecía que Patán no lograba comprenderla.

-Astrid, ahí no hay nada.

-¿Cómo rayos dices eso? Si aquí esta Jack. Por favor Patán muestra algo de modales.

Eso me confirmo todo. Patán no podía verlo. Me entristeció un poco ver la cara de Jack bajar de su sonrisa a una mueca de decepción. Me hizo una seña y me toco el hombro en señal que no importaba.

Astrid estaba a punto de golpear a Patán cuando me puse en medio de ellos e hice que retrocediera.

-Astrid… puedo hablar un momento contigo ¿A solas?

-Vallan pues, no sé qué le ha pasado a esta. A ver si la haces reaccionar Hiccup, parece que anda viendo fantasmas y gente invisible.

Patán soltó una carcajada e inmediatamente Astrid se abalanzó contra él. Trate de separarlos pero no podía. Jack ayudo y entre los dos jalamos a Astrid afuera de la academia.

-¿Pero qué haces Hiccup? ¿Por qué no le dijiste nada sobre Jack a Patán? ¿Por qué no me diste la razón?

-Calma, por favor Astrid. Sé que estuvo mal no apoyarte; pero tengo que decirte algo que se me había olvidado.

-De hecho, se nos olvidó a los dos- Dijo Jack rascándose la cabeza- Y hemos hecho un desastre al no comentártelo.

-¿Decirme que? Hablen de una buena vez.

Astrid seguía exaltada por la pelea. Jack la tranquilizo y la sentamos en una roca. Le contamos la historia de la gente especial y de cómo es posible verlo para unos y para otros no.

-¿Ahora entiendes, Astrid?

-Si… eso creo. Ahora que me han dicho todo eso, recuerdo que los dioses no son visibles ante los mortales. Y no recordé ese pequeñito detalle tampoco. Pero claro, estaba tan confiada y emocionada por haberte conocido que pues era lo que menos me importaba.

Astrid sonrió. Creo que estaba mejor. Jack le regreso la sonrisa y ellos se quedaron mirandose por un par de segundos. No sé qué sentí pero algo en mí se despertó. Carraspee para llamar su atención y ellos voltearon a verme. Me sonreían nerviosos  y con un ligero rubor en la cara.  Jack se volteo a mí.

-Creo que es mejor que regresen con Patán; no quiero que crea que están locos. No le expliquen nada, es una de las tantas personas que jamás les creerá.

Astrid y yo asentimos y caminamos rumbo a la academia. La tome de la mano. Ella me miro y me dio una señal de que ya estaba más tranquila.

Jack decidió acompañarnos pero esta vez acordamos que si alguien lo viese entonces hablaríamos con él, pero fuera del grupo.

Cuando entramos, Brutacio y Brutilda ya estaban adentro con su dragón al igual que Patapez.

Patán corrió a un lado de su pesadilla cuando nos vio.

-Lo siento Patán, creo que me emocione un poco.

-¿Un poco? Valla que te has alocado bastante.

Astrid le lanzo una mirada fulminante y este se quedó callado y borro todo rastro de burla de su cara.

-Bueno, creo que es hora de empezar, ¿No creen?

-Si, jefe Hiccup.

~NUESTRO SECRETO~ (En pausa hasta nuevo aviso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora