Eres tú

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Hyunjin llegó a su departamento un poco mareado, paso la tarde entera con Minho, descubrió que Minho ha cambiado mucho gracias a Jisung y que estos cambios parecen crear una mejor versión de su amigo.

Al por fin hablar con él y aceptar sus disculpas dejando ir el pasado y aquel episodio que se llevo tantos años de su vida se sintió libre y mucho más tranquilo.

Ingresó su contraseña y abrió la puerta, hacía tiempo que no bebe, por ello con apenas un par de vasos de vodka se siente mareado. Cuando entró y se quitó los zapatos pudo sentir un ligero aroma a sopa, creyó que era producto de su ebriedad y se adentró en su hogar.

Cuando llegó a la cocina se quedo de piedra frente a la imagen de Kim Seungmin con un delantal color café moviéndose con gracia mientras preparaba una sopa.

—Seung-min, —susurró y Kim le miró, le regaló una sonrisa y las piernas de Hyunjin temblaron, cayó de rodillas.

—Hyunjin, —gritó Seungmin cuando lo vio caer, de inmediato llegó a él. —¿Estás bien?

Hyunjin asintió feliz de ver a su ángel después de largos días, tomo el rostro de su pequeño entre sus palmas y le plantó un cálido beso en los labios.

—Volviste Seungmin, —susurró Hyun pegando su frente a la de su amante, —te extrañé tanto, —confesó envolviendo al menor entre sus fuertes brazos, Seungmin se acomodó entre esa calidez y se dejó abrigar.

—Lamento tardar tanto, pero necesitaba pensar.

Hyunjin negó, —no importa, yo esperaría por ti el tiempo necesario, Seungmin, lo que sea de necesites, no importa que sea, te lo daré todo.

—Ese es el problema Hyunjin, —Kim se alejó despacio, le miró a los ojos notando la confusión en su novio. —No quiero que me lo des todo, quiero que los dos demos lo mismo, estamos juntos en esta relación, no solo se trata de mí.

Hyunjin suspiró entendiendo a que se refería, está de acuerdo con esas palabras, pero, de cualquier forma, Hyunjin todavía quiere darle todo.

—Está bien, será como dices, —se levantaron del suelo, — ahora, no quiero sonar grosero, pero ¿cómo entraste?

Seungmin sonrió, —Yeji me dio la dirección y el código, fui a buscarte a la librería, pero ya te habías ido, —Seungmin notó el olor a alcohol en Hyunjin, —¿estabas bebiendo?

—Minho me invitó a su casa, quería mi opinión sobre el nuevo libro que está escribiendo.

—Así que ahora son colegas, ¿escribirás historias eróticas también?

—No... bueno podría, —tomó a Kim de la cintura en un acto posesivo, —lo haría si quieres, escribiría lo que quiero hacerte, —susurró en su oído, las mejillas de Seungmin se encendieron mostrando un rojo ligero.

—Hyunjin, —gimió Seungmin cuando Hyunjin le besó el cuello y deslizó sus labios por la extensión de este, lamió solo un poco cerca del lóbulo de su oreja, —espera... —pidió seguro de que no quería detenerse.

Hyunjin se alejó y le tomó por el mentón, lo beso con desesperó, Seungmin retrocedió con rapidez chocando contra la tabla de la cocina, Seungmin recordó que su sopa estaba hirviendo en una olla y con toda la fuerza de voluntad albergada en su cuerpo se alejó de Hyunjin.

—La ce-na, —susurró sobre sus labios, —¿ya cenaste?

Hyunjin negó y liberó al menor de sus brazos, Seungmin dio la vuelta recuperando el aliento, Hyunjin preparó la mesa y algo de café, se sentaron frente a frente.

—¿Cómo te va con Minho? —preguntó Seungmin.

—Bien, hablamos y dejamos ir lo que paso, Minho ha cambiado mucho gracias a Jisung y parece que le gusta el cambio. —Comentó el mayor sorbiendo poco a poco su sopa.

❥ Palabras Bonitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora