Enamorarse.

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Yang Jeongin es un chico especial, amable con sinceridad, servicial y muy fuerte, sino lo fuera hace mucho se abría rendido confesando su amor a su amigo.

Seungmin nunca ha visto a ningún chico de otra forma que no sea la clásica, un amigo, tal vez guapo, tal vez agradable, pero solo así, jamás a pensado en un chico de forma romántica ni nada por él estilo, Seungmin es el hetero más inexperto que Jeongin ha conocido.

Por ello inicio sus juegos de casanova, las chicas son preciosas, mujeres hermosas, siempre estará eternamente enamorado de la belleza de las mujeres y si no estuviera perdido por Seungmin, una chica en especial sería a quien llamaría su compañera de vida, pero el amor es algo absurdo imposible de entender, pero que más da, al final su enamoramiento comienza a desaparecer.

—Seungmin, —le llamó algo indeciso, Kim asintió con un sonido, aún siguen en el café, —¿alguna vez pensaste en algún chico?

—Claro que si, —respondió con ánimo, —he pensado en ti todo el tiempo, eres mi amigo, igual a veces pienso en mi padre, y en qué de seguro aún sigue molesto porqué odio la contabilidad.

Ok... Pregunta mal formulada.

Jeongin sonrió mirando de nuevo al chico rubio, —me refiero a que si alguna vez pensaste en un chico de forma romántica, no sé, le viste guapo, sentiste ganas de besarle, atracción, algo.

Seungmin se lo pregunto seriamente, a decir verdad jamás se le había pasado tal cosa por la cabeza, el respeta mucho a la comunidad homosexual, Jeongin su amigo de toda la vida se considera bisexual, aunque Seungmin diría que es más un hetero con ganas de probar.

—Nop, sinceramente nunca lo había pensado.

Jeongin ya sabía esa respuesta, su mirada encontró de nuevo a Felix, y sintió algo de pena por él.

Tal vez le invite a salir un día, solo para comprobar si realmente ve a Seungmin como su octava maravilla.

—Deberíamos irnos, mañana tenemos escuela, y creo que no he terminado mi tarea, —comentó Kim pensando en su tarea.

Jeongin asintió y le ayudo con las bolsas, tomaron un taxi a casa de Seungmin, el chico lleva aproximadamente tres semanas viviendo solo, apenas está acostumbrándose.

—Nos vemos mañana.

Se despidieron.

A la mañana siguiente del viernes la espera terminaba, Seungmin no recibió nota en miércoles, pero si la del lunes, Jeongin dijo que se había quedado dormido para evadir a Seungmin, Yang despertó muy temprano y se dirigió a la universidad, si Seungmin le dió bien la descripción, la chica de la librería es Yeji, su apellido lo desconoce, apenas y sabe de ella por su compañera de clase, Yuna.

Jeongin fue discreto, no se acercó a los casilleros hasta que la vio pasar, ella camina tranquila, con su coleta alta y su outfit muy de acuerdo a su personalidad, lucía preciosa a decir verdad.

Yeji no es de la facultad de medicina, pero su amiga Yuna si, lo que significa que tiene el pretexto perfecto para visitar el edificio. La chica llegó a la zona de los casilleros, miro a todos lados, Jeongin actuó casual, llevaba un cubrebocas negro y no parecía importarle su alrededor, la chica se sintió segura y llegó al casillero de Seungmin, saco varias notas de su mochila y eligió la que tenía etiqueta con fecha actual, la metió al casillero por una orilla y después salió del edificio.

Jeongin como buen amigo que es tiene una llave del casillero que Seungmin, así que lo abrió ahí estaba la nota, ya no tenía la etiqueta, Jeongin se vio tentado a leer, pero se contuvo, cerró el casillero y caminó al salón.

Lo que siguió del día fue muy normal, Seungmin es del área de medicina general y Jeongin de psicología, solo podrían verse por las mañanas y a la hora de salida, pero ese día Jeongin no espero por Seungmin, caminó a la cafetería a la vuela y pidió su clásico americano, para su sorpresa fue Felix quien le atendió, es viernes al mediodía día, la jornada escolar no ha terminado y por lo que sabe, Felix estudia en la misma universidad.

—Disculpa, Felix.

—¿Si?

—¿Te gustaría salir conmigo algún día? —fue al punto, en sus experiencias con chica se dió cuenta de que es mejor ir directo al punto, sin rodeos.

Felix se vio muy asombrado, tanto que casi deja caer su charola.

—Oh, bueno yo... —titubeo un poco, —claro, sería genial.

Jeongin sonrió como despedía y Felix regresó al trabajo, Jeongin escucho la campana sonar y después una chica habló.

—Hey, Yeonjun, —llamó a uno de los meseros, —¿Sabes dónde está Hwang? No lo encontré en la librería.

Esa chica, si es ella, Yeji, Jeongin lo recuerda, su apellido es Hwang, un momento... Hwang, igual que el dueño de la cafetería, Hwang Hyunjin.

—Al jefe no le gusta que le llames Hwang mocosa, y no está aquí, dijo que debía hacer algunas cosas fuera, —contestó el mesero, y la chica se fue, Jeongin quería ir y hablar con ella, pero no lo hizo, solo abrió su libro y bebió su café.

[•°•°•]

Una vez le vio pasar, era un día algo lluvioso, el sol no quiso salir en todo su esplendor y ese clima le gusta mucho, Hyunjin acomodaba los libros en las estanterías, la campana sonó y su mirada llegó a un empapado castaño, era él, el mismo chico que llega a su cafetería dos o tres veces por semana, el mismo que llega en ocasiones a la biblioteca en el segundo piso, el mismo que compra uno o dos libros por mes en su librería.

No sabía su nombre aquel día, nunca quiso que se lo dijera alguno de sus meseros que ya lo conocían.

No quería empezar de nuevo, se encontraba bien, tratando sus problemas de obsesión con su médico amigo de nombre Kang Younghyun.

Sabía que si sabía el nombre de aquel chico su obsesión empezaría de nuevo.

El chico estaba molesto, bufaba y maldecia mirando su ropa, un conjunto algo extraño en un joven, pensó Hwang.

—D-disculpe, —le llamó y Hyunjin asintió, —¿Tiene algo para ayudarme a secar mi ropa? —preguntó muy avergonzado, seguramente algún auto paso a gran velocidad salpicando al chico del agua encharcada, la ropa del chico llevaba algunas manchas.

Hyunjin asintió y se dirigió a su lugar especial, la bodega de los libros más importantes, tomo algunas toallas y se las entregó al chico, la vergüenza en sus mejillas se notaba con un tinte rojo y molestia en sus facciones.

—Muchas gracias señor...

—Hwang, Hwang Hyunjin.

El chico sonrió, —Kim Seungmin, ese es mi nombre, a sí ¿Podría decirme si tiene estos libros? —extendió un papel con nombres, y Hyunjin comenzó a buscar, era bueno que el clima le ayudara, la lluvia se volvió fuerte reteniendo a Kim Seungmin en su librería, platicaron un poco, y Hyunjin descubrió que le gusta como es Kim Seungmin.

No volvieron a hablar en algún tiempo, Seungmin visitaba mucho la cafetería, pero no la librería, Hyunjin le pidió a su hermana que investigará sobre él y está obedeció.

Su hermana le llevaba a diario información sobre Kim Seungmin, es nombre se repetía día a día al despertar, pensó que su problema de obsesión estaba regresando, así que fue a ver a su médico, el hombre le realizó varias pruebas, pero hasta ese momento no había nada grotesco en sus actitudes, el pedir información del chico es igual a preguntar a otros por el chico o chica que te gusta.

Se sintió aliviado de saber que los sentimientos que laten en él por el joven estudiante son sinceros y no impulso de su dañada mente.

Hyunjin se encontró así mismo después de un tiempo mirando siempre hacía afuera esperando verlo, no se dió cuenta, no sabe cómo pasó, pero se enamoró del chico empapado que abrió la puerta de su librería un día de lluvia.

❥ Palabras Bonitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora