Kim Seungmin

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Seungmin despertó temprano, aún es de madrugada, el vacío de su cama y el silencio sepulcral de su departamento le recuerda el poco tacto que ha tenido con las mujeres, otra vez la misma tonta pesadilla.

Camina tranquilo con sus audífonos a medio volumen, el patio trasero del instituto es un buen lugar para relajarse después de un exhaustivo examen.

Una chica corría discreta detrás de él, pero Seungmin ya la había visto, no entendía porqué lo seguían las chicas cómo si fueran acosadoras.

"Qué asco que me sigan"

Pensaba en su tímida mente de dieciséis años, la chica llegó hasta él y con las mejillas rojas extendió una carta , Seungmin la tomó y sin siquiera darse un momento para abrirla y leerla, la tiró a la basura frente a los tristes ojos de la chica.

Tiró tantas cartas que perdió la cuenta, ignoró tantas confesiones de amor que ni siquiera recuerda a las chicas.

Pero un día, un día muy tranquilo descubrió que era un insensible de mierda, qué tan solo debía tener un poco de tacto para rechazar a esas chicas.

Ahí estaba Seungmin, frente a la chica de la primera carta de tiró a la basura.

—¿De qué forma te hago entender que no me interesas en lo más mínimo? —dijo con fastidio, —no me interesas, eres fea. — juzgó aunque pensaba que en realidad era una chica muy tierna y linda.

Seungminnie yo sé que no soy nada para tí, pero quería que supieras que mi amor es sincero y capaz de todo, —Seungmin le miró fríamente y ella se encogió nerviosa, con un temblor en sus manos dejó a la vista la navaja pequeña que escondía tras su falda, —yo podría morir por tí. —Declaró la chica y en segundos pasó la navaja por sus blancas muñecas, la sangre broto cómo río y Seungmin sintió el terror aparecer frente a él.

De inmediato corrió hasta ella se quitó la corbata y la ató a una de las muñecas de la chica impidió un poco el brote de sangre, tardo un par de segundos en tomar la corbata de la chica y quitarla para amarrar fuerte la otra muñeca, con toda la fuerza de su cuerpo tomó a la chica en brazos, la sangre manchada su siempre impecable camisa, la desesperación por salva a la chica le ayudó a gritar con fuerza, en cuestión de segundos los profesores ya estaban junto a él, la ambulancia tardó algunos minutos en llegar por lo que esperaron en la puerta principal, la enfermería no tenía lo necesario para atender a la chica, ni se molestaron en entrar, cuando él vehículo llegó, Seungmin suplicó que le dejarán ir con ella.
La chica apenas y se mantenía consiente, los paramédicos felicitaron a Seungmin por su rápida acción y los torniquetes en ambas muñecas.

Después de algunas horas en el hospital y de la llegada de los padres de la chica, Seungmin se encontraba al borde del llanto, suplicando al cielo, si es que existe un Dios en el, que lograrán salvar a esa chica.

Por supuesto que se salvó, los médicos especificaron que las acciones de Seungmin fueron vitales para la joven, los padres de la chica lloraban agradeciendo a Seungmin, pero él no pudo retener el sentimiento, se lanzó al suelo explicando porqué la chica se había volado la venas frente a él.

Los padres de la chica no le culparon, pero no volvieron a agradecer, Seungmin supone que es un a mano, él dañó pero le salvó.

Desde ese momento Kim Seungmin cambió poco a poco su actitud, cuando las chicas se acercaban a él, este les trataba con sumo cuidado, incluso se daba a la tarea de responder cartas y notas con la sutileza y tacto que cada una merecía.

Se dijo que debía ser un poco más serio y por ello comenzó a vestir diferente, al llegar al momento de decidir que hacer para su futuro, eligió sin dudar la medicina, su meta era la medicina general y seguir con algún doctorado o especialidad en medicina quirúrgica, salvar a esa chica le ayudó a darse cuenta de que odia la contabilidad y que debía obligar a su padre a entender que su vocación es otra.

Tal vez no fue el mejor adolescente, ni el más amable o el más servicial, pero el Kim Seungmin actual es personaje de otra historia, una persona amable y sincera, tal vez muy confiada pero con un gran corazón.

Gira sobre la cama tratando de alejar el recuerdo grabado en una pesadilla constante, justo en esos momentos es en los que desea tanto tener a alguien a su lado, unas manos suaves que acaricien sus cabellos castaños y susurros amorosos, los que logren calmar sus latidos, caricias sutiles en el cuello y besos en sus mejillas, que esas manos suaves acaricien sus mejillas y que unos labios besen los suyos, que el cuerpo frágil de una mujer le abrigue con su calor, desea tanto esa atención, pero no la tiene...

"Tal vez es lo que merezco por ser un insensible"

Él único que ha podido consolar esos temblores al recordar y el golpeteo en su pecho siempre fue Jeongin, le encanta dormir junto a Jeongin, no recibe la atención que desea, pero agradece a su amigo por abrazarle después de sus pesadillas.

Pero Jeongin no está, y tal vez ya no podrá estar más, están creciendo, convirtiéndose en adultos, Seungmin no puede seguir dependiendo de su amigo, y lo sabe.

Sin poder conciliar el sueño, se levantó de su cama, ocupó su mente en limpiar su pequeño departamento y revisar sus tareas, pronto llegó la hora de ducharse para ir a la universidad, se irá temprano, quiere pasar por la librería para comprar el libro que le recomendó el señor Hwang y de paso hablar con poco con él, sino está ocupado claro, últimamente se encontró pensando mucho en temas para hablar con el señor Hwang, a decir verdad él y el profesor Woojin son los únicos hombres mayores que le agradan mucho, con la mujeres es distinto, la mayor parte de las profesoras le resultan agradables.

Ya se encontraba a una cuadra del café y listo para hablar con él señor Hwang cuando encontró a Jeongin, su amigo seguía muy cauteloso a una chica y lo habría dejado pasar si no hubiera visto que la chica era Yeji, la joven de la que sospecha, su conversación con el señor Hwang debía esperar.

Jeongin seguía a Yeji y Seungmin a Jeongin, caminaron hasta la universidad y de ahí al edificio de medicina, Yeji dejó una nota, justo hoy, en miércoles, de los días en los que muy rara vez, Seungmin recibe nota.

"Es ella"

Se dijo Seungmin muy feliz, la chica se fue y el corrió al casillero detrás de Jeongin quien ya estaba por llegar.

—¡Jeongin! Es ella, es ella, ¿La has visto? —gritó feliz.

—No te emociones tanto, la he visto desde hace un par de semanas y te aseguro que esa chica no tiene ni el más mínimo interés en tí, —Jeongin habló sincero, aunque sonara duro y frío lo que dijo, pero ello no fue suficiente para quitar el ánimo de Kim

—No seas aguafiestas amigo, que tal vez me encuentre con mi futura esposa.
—Jeongin bufo llegando a la conclusión de qué su amigo es caso perdido, demasiado confiado. —Hoy mismo hablaré con ella, debo están completamente seguro, aunque bueno ya la hemos visto.

Ambos caminaron a sus salones, las clases aún no empezarían pero ya no tenían más que hacer, Seungmin está feliz, demasiado, no ve la hora en la que la jornada escolar acabe y él pueda ir a buscar a su chica de las notas, está listo para hablar con ella, está listo para conocerla.

❥ Palabras Bonitas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora