Capítulo 34. Rihanna (2da Parte)

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- ¡Tu! - grite sorprendida al reconocer a el chico - ¡Quítame las manos de encima!

¿¡Por qué de todas las personas del mundo tenía que ser él?!

El muchacho rió divertido.

-Cálmate, Aqua - hablo mientras se me pegaba - Disfrutemos de la noche.

-Claro que no, niñito - chillé horrorizada.

Tantas cosas pervertidas debían estar pasando por su cabeza en ese momento.

Debería conseguirme una orden de restricción. Si realmente tenía que hacerlo.

-No me digas "niñito" bombona - hablo seductoramente - Yo sé que queres divertirte conmigo.

Vi (y sentía) como su mano subía por mi brazo llegando hasta mi cuello.

¿¡Qué estaba haciendo!?

Rápidamente me alejé de su tacto.

-No, no quiero Raúl - exclamé molesta - Ahora ándate y déjame disfrutar de Rihanna en paz – comenté mientras movía mi cabeza tratando de localizar a mis amigos para ir con ellos.

-Amor, no hace falta que finjas que no quieres estar conmigo, se nota a kilómetros - dijo guiñándome un ojo, ¡Que alguien me salve!, pensé. ¡Este chico era todo un diablito! - Si buscas a tu amiga, la morocha, estaba con Nía hace un rato.

¡¿Nía!? ¿¡Quién era Nía?!

- ¿Quién? -pregunté confundida.

-Nía - repitió sin darle importancia - Tania, Ania, Nía, Nía.

¿Quién le dice Nía a Tania? ¡Nadie!

Agg.

Banquen, ¡Tania esta acá¡!? ¿¡Vino a comer gente?! ¡Oh por dios, tenemos que evacuar el estadio! Podría comer a cualquiera, ¡hasta a la misma Rihanna!

Horrorizada por mis pensamientos empecé a buscar con más entusiasmo.

-Amor ¿estás bien? - me preguntó preocupado el nenito.

Tenía que encontrar a Blue y a Tony.

Sin contestarle o decirle algo a Raúl, salí rápidamente al lugar donde por última vez había visto a mis amigos.

El estadio estaba lleno, mucha gente saltaba, bailaba y gritaba (¡hasta había gente desnuda! ¡DESNUDA!). Además, era difícil reconocer a las personas ya que estaba todo oscuro salvo las luces del escenario y algunos otros accesorios que la gente usaba, es decir, no se podía ver un pepino.

- ¡Blue! ¡Tony! - grité, mejor dicho, chillé.

Volví a gritar eso unas mil quinientas veces y no tuve ni una respuesta.

¿Y si Tania se los había comido?, pensé.

- ¡Blueee! ¡Toonyyy! – repetía.

-Piba, mira me tienes harta - me hablo una mujer de unos treinta años que se veía algo molesta. Ella estaba en sujetador y un mini short que decía "Sex in The Air" en un costado. ¿Y a esta que le pasaba? - No sé si sabias, pero la mismísima Rihanna está cantando ahí, mientras que vos vas rompiendo las pelotas gritando como una perra en celo, nosotros pagamos para venir a ver y escuchar a la reina, no para escucharte a vos - oh, eso fue rudo. Yo solo quiero salvar a la gente de una sirena asesina, además, de querer buscar a mi amiga – Así que raja o si no te corto las tetas

Me quedé muda.

Eso sí que no me lo esperaba.

-Claro, ya me voy - tartamudeé intimidada por la muchacha.

Una Historia de Sirenas (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora