2. Otra vez el mismo coche 🌼

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Mi cuarto no es pequeño, pero no alcanza a ser ni un cuarto de mi antigua habitación

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Mi cuarto no es pequeño, pero no alcanza a ser ni un cuarto de mi antigua habitación. Tengo espacio, un gran armario y un baño, pero de todas formas no dejo de sentirme algo encerrada, quizás me llames exagerada pero lo que digo es cierto. Durante toda la noche dormí con la puerta abierta y la lámpara encendida para recordarme que nada podía sucederme allí y como apenas dormí suficientemente bien, ahora me duele la cabeza.

—Con su permiso, señorita —dice Rose con su uniforme impecable a primera hora de la mañana—. Le gustaría algo especial para este desayuno.

—No te preocupes. Cereal con leche está muy bien.

—¿Nada más, está segura?

—Sí, completamente, pero... —saco dos conjuntos de mi armario y se les enseño—. ¿Cuál crees que es mejor?

Rose los examina un poco luego niega con la cabeza.

¾Señorita, Anna, si quiere que este año resulte impresionante, debe empezar pensando que no va a asistir a una conferencia de empresa, solo a la universidad. Debe usar botas, zapatillas, botines o tacos a la moda, pero nada de zapatos de abuela, ¿entiende?

—Esto está bien. ¿Has visto alguna vez las revistas de moda? —Debería decir sí, que en algún momento no solo vi revistas, si no que fui parte de ellas, sin embargo, niego con la cabeza, después de todo en cuatro años cambia el mundo y durante ese periodo de tiempo yo desaparecí—. Entonces más le vale comenzar a comprarlas. Desde ahora seré algo más que su sirvienta. Seré tu consejera de vestuario.

—Wow... —río— Eso suena bastante prometedor.

Rose rebusca a en mi armario, se demora muy poco en hallar como ella dice "algo perfecto para mí" y me lo tiende.

—Vístase. Con este armario puedo hacer las mejores maravillas.

Con el único pensamiento de que más me vale hacerle caso a esa chica, tomo cada una de las prendas de vestir y las llevo a mi lavado.

De modo que cuarenta minutos después, una chica completamente renovada y a la moda se refleja en el espejo de mi armario.

Estoy feliz, pero unos recuerdos me inundan al verme de esta forma. Quizás ahora aparento que no me gusta la moda, pero antes solía ser una fanática, y verme así, de nuevo, me hace sentir nostalgia.

Los vaqueros son negros y ajustados, ni siquiera sabía que tenía algo como esto, ni nada de lo que Rose me ha pasado para vestir, de hecho la blusa de gasa verde aún tenía la etiqueta puesta.

Los zapatos también son verdes, a juego con el bolso que juro no sé de dónde rayos ha salido, pero es lindo.

Le sonrío a mi reflejo, un mohín que me parece extraño porque no recuerdo la última vez que sonreí y me prometo que desde ahora trataré sonreír mucho más seguido.

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