Navidades, spa y coqueteo indiscreto

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Había una enorme luz detrás de mis párpados, abrí uno con cautela para descubrir que lo que me encandilaba era el sol, había olvidado cerrar las cortinas al llegar de la playa anoche, el sueño aún rasguñaba en alguna parte de mi cabeza, pero sabía por experiencia que no podría volver a dormir, me quedé viendo el mar desde la cama, pocas veces podría despertar así, con el brillante azul a los pies de un balcón, era casi hipnotizante el vaivén de las olas, aunque sabía que había algo incluso mas lindo de ver a unos cuantos pasos de mi, parecía un chiquillo con su primer amor, cayendo tan duro como fuera posible, ciego a cualquier pensamiento cuerdo que me detuviera de ir hacia el, era estúpido, apenas y un día me separa de cuando era un total extraño, pero mi mente no podía simplemente no regresar a el, sonaba tan idiota, me límite a frotar mis ojos sopesando la sorpresa de que un par de ojos azules me trajera pendiendo de un hilo al rededor de el, suspiré y me levanté de la cama antes de seguir pensando en eso, mejor solo dejarme llevar o podía perder la cabeza dándole vueltas al asunto.
Me levanté y me estire un poco, mi espalda cruje en agradecimiento, aún es temprano, según el reloj en la pared son las 7:00 nos tenemos que ver a las 12:00 para desayunar, se supone que hoy será un día relajante, después del desayuno todos iremos al spa por un masaje, después al sauna y por último al jacuzzi privado que reservamos ayer, normalmente sería algo aburrido para mí pero es una buena ocasión par hablar con Lou y de solo pensar en eso estoy en verdad emocionado, me doy vergüenza.
Decidí salir al sillón para ver algo en la televisión y matar un poco el tiempo, pero para cuando abrí la puerta me di cuenta que alguien más había tenido la misma idea, Louis estaba ahí viendo el televisor con aburrimiento, al notar mi presencia me sonrió aún con el sueño reflejado en los ojos, palmeó el lugar junto a el y yo fui hacía el sin pensarlo, para cuándo mi espalda toco el respaldo Lou ya buscaba como acurrucarse a mi lado, levanté mis cejas sin poder evitarlo, mantuve mi brazo volando por encima de su cabeza, no sabía que hacer o donde ponerlo.

— Dijiste que ponía usarte de almohada cuando quisiera, espero que no estuvieras mintiendo Harry Styles. — Parecía conforme con su posición, así que tomo mi brazo y lo puso sobre sus propios hombros, como si yo me tratara de algún peluche para dormir.
— Jamás me atrevería a mentirte y mucho menos en presencia de Zayn, solo me tomaste desprevenido, hablando de eso, tenía que preguntarte algo, Niall dijo algo bastante interesante ayer y...
— Mira, en mi defensa no sabía que iba a venir la familia de Niall a la fiesta y fue idea de Zayn lo del stripper.
— ¿Stripper? ¿Que?
— ¿Stripper? ¿Quien dijo stripper? Olvidalo, mejor dime qué te dijo Niall, mientras yo pienso en como mantener la boca cerrada — Creo que la última parte era más para el que para mí.
— ¿Te acuerdas que se puso a gritar ayer en el taxi?
— Si...
— Dijo algo de una fotos.
— Aja...
— Unas fotos... mías, que al parecer tu...viste.

Ni cuando hablo del stripper se puso tan rojo como estaba ahora, incluso sus orejas era color cereza brillante, jugueteaba con las manos aún recargado en mi.

— Oh, "esas" fotos.
— Si.
— Zayn nos habló de la idea de venir todos juntos de vacaciones, Niall parecía darle igual con tal de tener una escusa de salir, pero Zayn y yo teníamos curiosidad de conocerte más, así que tal vez, revisamos tu cuenta de Facebook unos días antes.
— Solo tal vez, claro, de seguro te terminó por convencer mi foto abrazado del gato de mi hermana.
— Es bastante linda, el gato parece quererte mucho.
— Es una foto de hace tres años.
Fuera de cualquier pronóstico, Lou logro aumentar el color en su sonrojo, un escarlata recorría desde su cuello hasta la raíz del cabello, era lo más lindo que había visto, esto solo mejoraba más y más.
— Es grosero exponer así a una persona Harry, que tú madre no te hablo sobre eso, en tu foto de la navidad de 2016 se ve como alguien que te lo diría.

Podía ver la diversión bailar en sus ojos, me veía hacia arriba, con una sonrisa burlona aún desde mi hombro, el calor que se creaba en mi pecho, definitivamente no tenía nada que ver con el clima de la isla.

Las vueltas al rededor del sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora