❝Si pudieras ir al pasado, ¿qué cambiarías?❞
Enterarte de que las cosas no son en realidad como te las dicen.
Portada creada por SweetBerry_JR
Los personajes no me pertenecen.
Créditos de autor a las personas que crearon las imágenes usadas para la...
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"Malas ideas"
悪い考え
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10 años antes
Unos pequeños pies descalzos corrían por la casa de los Boshi, bastantes rápidos para apenas tener cuatro años.
— ¡Nagare, deja de correr! — gritaba Seiza por toda la casa con unos zapatos en mano, pertenecientes a la pequeña niña de ojos verdes— Vamos, se nos hará tarde la cita que tenemos con los Todoroki. Tu padre se pondrá furioso.— refunfuñó la castaña, observando por el rabillo de ojo como la cortina de movió, sonrió levemente— Que pena que no estas aquí, podrías haber jugado con el hijo de los Todoroki.
La cortina se volvió a mover, inquieta.
— ¿Y si le caigo mal?— murmuró Nagare aferrándo sus manos de infante a la cortina— Los niños de la guardería dicen que soy rara— sacó un poco su cabeza y su madre pudo ver uno de sus ojos, mirándola fijamente.
Seiza se sentó en el suelo junto a su hija con la mirada baja. Su hija era especial, siempre lo había sido, lo supo el día que nació y la miró a los ojos por primera vez. Pero siempre hacía cosas que los demás niños no, ya sabía sumar, restar y multiplicar apenas a esa edad. Recordar eso le hizo sonreír.
— Estoy segura de que si le caes mal será un completo tonto.— replicó; Nagare saco por completo su rostro detrás de la cortina— Eres una niña hermosa, simpática, amorosa...— cada que hablaba, su hija se iba acercando a ella— ... eres inteligente, adorable. Eres especial. Hay gente que no le gusta lo especial, lo ve como raro, pero créeme que ser diferente es lo mejor que te pudo haber pasado, Estrellita.
Nagare le sonrió con un notable sonrojo en sus mejillas. Su madre la cargó y le colocó sus zapatos, los cuales combinaban con el vestido color rojo brillante que llevaba con ella, el cual solo usaba en ocasiones especiales. Seiza le besó la frente cariñosamente y le acomodó un cabello rebelde detrás de la oreja.
