Capítulo 1

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Hoy comenzaba el peor año de todos, ¿Porque lo digo?, fácil, empezaría la escuela de nuevo, lo que significaba que estaria sumergida en las bromas y burlas de los niños mimados y superficiales de la escuela.

Desperté temprano, me duché, vestí y bajé a desayunar junto a mi madre.
-Buenos dias mamá- deje un beso en su mejilla y me senté a su lado en la mesa.
- Buenos dias cariño- me sonrió.- Estas emocionada por tu primer día de clases- pregunto mientras se serviá una taza de café.
-Si, eso creo- respondí algo dudosa.
Luego de desayunar, subí a mi habitación en busca de mi mochila y el folleto con mis horarios.
La escuela no estaba muy lejos de casa, pero aun así preferia tomar el autobus, para llegar antes que los demás y disfrutar de los escasos minutos de paz que tendria antes de que el resto llegara.
Cuando el timbre sonó, los pasillos y aulas empezaron a desbordar de personas, que no paraban de hablar y sonreir a falsamente a los demás.
Mis compañeros fueron entrando al salón y cada uno se ocupó un lugar en las mesas del aula, solo faltaban los "populares" de la escuela y por un momento tuve la esperanza de que no asistirian y podria tener un dia tranquilo, pero como si el mundo me odiara, ellos entraron por esa puerta en el momento justo en que soltaba un suspiro de alivio.
- Vaya, vaya, vaya, pero miren a quién tenemos aqui, al bicho raro de Jiyoong-Dijo Hyorin parandose junto a mi silla.
- ¿Que quieres Hyorin?- Pregunté.
- ¿Esa es forma de hablarle a tus mayores, bicho?-
- Solo eres mayor por 2 meses- respondí.
- Escuchame niña asquerosa y anormal, yo soy tu superior así que debes respetarme o las pagarás, ¿Comprendes?- dijo golpeando mi banco, con sus ojos negros de ira.
En ese momento llegó el profesor al aula, lo agradecí internamente, ya que me salvó de tener que seguir lidiando con Hyorin.
Despues de dos horas en la clase de historia, llegó el receso para poder ir a almorzar y como todos los dias, de estos últimos dos años, me senté sola en una mesa apartada, para poder comer tranquila.
Estaba muy tranquila disfrutando de mi almuerzo, cuando sentí un líquido frío recorrer mi cabeza y mojar mi ropa.
- Oh no, lo siento mucho, Jiyoong, no fue mi intención- dijo Hyorin con sorna, mientras fijía que estaba avergonzada.
Sentí mis ojos llenarse de lágrimas y antes de que todos me vieran llorar, salí de ahí corriendo en dirección a los baños.
Ya no podía seguir aguantando esto, desde que los chicos se fueron no han parado de meterse conmigo y ya no podía más, no sabía cuanto mas aguantaria.
Cuando el timbre volvió a sonar, me ví obligada a salir de ahí y dirigirme a mi siguiente clase.
La profesora de literatura ya estaba en el aula, asique tuve que tocar y esperar a que me dejara entrar.
- ¿Estas son horas de entrar a clase, señorita Jeon?- Preguntó alzando una ceja y mirandome reprobatoriamente.
- Lo siento señora Lee- Me disculpé.
- Entra y sientate en tu banco y que sea la última vez que llega tarde a mi clase-.
El resto del día estuve huyendo de Hyorin y su séquito de idiotas.
No queria tener que salir humillada otra vez y para mi suerte, no tuve ningún otro encuentro con ellos.
Cuando terminó nuestra última clase, fuí la primer en salir del salón y correr a los casilleros a dejar mis cosas y salir de ahí antes que todos.

Caminaba a casa, escuchando música con mis audífonos, cuando ví un gran camión estacionado fuera de casa.
Me acerque a la puerta y cerré con llave.
- Mamá, hay un gran camión afuera de la casa- Dije entrando a la cocina.
- Lo sé hija, yo los llamé- contesto sin voltear a verme.
- ¿Por qué llamaste para que trajeran un camión?- Pregunté confundida.
- Escucha cariño, sé que es difícil empezar una vida en otro lugar, eso significa, nueva escuela, nueva casa, nuevos amigos, compañeros y vecinos, pero esta es una gran oportunidad para nosotros, a tu padre lo acendieron de puesto y debido a eso tendremos que mudarnos a Busan, entiendo que ahora estes triste, pero creo que seria bueno para todos y- No la deje terminar y me lancé sobre ella para abrazarla.
- ¿Estas bromeando?- pregunté- Esto es increíble mamá, es claro que estaré triste por dejar a mis amigos aquí- Finjí que limpiaba una lágrima de mi rostro- pero esta es una oportunidad que no podemos desaprovechar, estoy muy feliz por papá y estaria encantada de conocer nuestra nueva casa.
-Ay hija, que hicimos para merecerte- mamá me estrecho fuerte en sus brazos y yo le correspondí el abrazo.
Después de cenar junto a mis padres, me dirigí a mi habitación a preparar mi maleta, ya que nos iriamos mañana temprano. Luego de haber guardado todas mis cosas, me puse mi pijama y me acosté con una sonrisa en mi rostro.
Por fin me habia liberado de Hyorin y su estupido grupito de perros falderos, pero creo hubiera preferido escuchar todos los dias a Hyorin menospreciarme, que tener que lidiar con lo que me esperaba allá en Busan.

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