Diez

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—¿Es en serio que odias Halloween? —preguntó incrédulo Jungkook.

Taehyung se río entre dientes mientras asentía con la cabeza.

—Eso es imposible, nunca había escuchado de alguien que odiara Halloween. Es decir, puede que no te guste o te de igual, ¿pero realmente odiarla?

—Claro, ¿qué tiene de raro?

Desde que habían dejado la baraja, los chicos se habían ido acomodando poco a poco en el piso hasta estar totalmente acostados, la sobrecama sirviéndoles de manta al haberla jalado para poder cubrirse.

A su alrededor había varias envolturas de las clásicas barras de proteína que consumían los deportistas que habían encontrado al hurgar en los cajones. Taehyung había protestado en contra de consumirlas alegando el respeto a la propiedad ajena, pero cuando su estómago rugió hambriento, cedió a comerlas. Igualmente habían tenido un sabor horrible y no les quedó de otra que reírse de ello.

Su plática había mantenido un ritmo amigable y constante de dos personas que se están conociendo. O al menos hasta que el término del Halloween había salido a colación.

—No lo sé. Es decir, ¿qué sientes cuando ves a la gente disfrazada y pidiendo dulces?

—Odio.

—¿Incluso si son niños?

—Odio a los niños.

Jungkook no pudo evitar reír.

—Eres caso imposible. Piénsalo. Halloween es sinónimo de fiestas y descontrol. Diversión asegurada para la gente como tú.

Taehyung alzó una ceja.

—¿Qué clase de chico crees que soy?

—¿Chico fiestero, quizás? ¿Alguien que nunca rechazaría una noche de diversión? —Jungkook se encogió de hombros al sentir que había metido la pata.

En cambio, el chico se lo tomó con humor.

—Tienes razón. Me encantan las fiestas. Pero ni una fiesta de Halloween en la mismísima casa del presidente haría que me agradara la fecha.

—¿Entonces qué haces en ésta?

Taehyung se tomó su tiempo para contestar, acomodándose en la manta y pasando la mano por la falda de su vestido con gesto adorable. En general Taehyung era adorable; algo que Jungkook había descubierto en las últimas dos horas.

—Necesitaba la ayuda de un amigo para pasar matemáticas, pero solo accedió a hacerlo si lo acompañaba a la fiesta —confesó él en voz bajita.

Jungkook no pudo evitar soltar una risita sin carga de malicia.

—Pero si matemáticas es la materia más sencilla del mundo.

—Habla por ti, niño genio —murmuró Taehyung.

—¿Qué clase de chico crees que soy? —contratacó él a su vez.

—¿Quieres que sea honesto? —Taehyung se enderezó para poder sentarse correctamente. Acercó su rostro al contrario logrando ponerlo un tanto nervioso—. Pareces el típico chico listo que se la pasa en biblioteca.

—¿Cómo puedes estar tan seguro? —Jungkook retrocedió un poco, asfixiado por la cercanía ajena—. Además, no me la vivo en la biblioteca.

—¿Entonces dónde te la pasas? —preguntó él con verdadera curiosidad.

—En el sótano de mi mejor amigo leyendo cómics y jugando Calabozos y Dragones —admitió.

Taehyung soltó una carcajada que no supo si interpretar como incrédula o burlona.

Tae Snow   [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora