[CapítuloO5]

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Cambiaré un poco el estilo de la narración
No les molesta, verdad?
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Pov's omnisciente.

Después de lo que dijo el esqueleto más alto, quedaste atónita, nunca habías compartido habitación o cama con un chico, obviamente exceptuando a tú hermano menor.

Todos los colores se subieron a tu cabeza, tu rostro estaba tan rojo que parecidas un tómate, Papyrus y tú hermano no le tomaron mucha importancia a tú reacción, pues ellos dos estaban entablando una linda amistad, que podría llegar a algo más en un futuro.

— hermana, no es para tanto, si? —dijo Matt, sentándose a tu lado en el sofá.

— es vergonzoso, ¿Porque no podemos dormir tú y yo juntos? —preguntaste, tus mejillas ardían con solo pensar que compartirias habitación con el esqueleto.

— Papyrus quiere mostrar algunas cosas que no alcanzo a mostrarme en la cita —dijo con simpleza, encogiéndose de hombros.

— oh, por cierto, ¿Cómo te fue en la cita? —cambiaste de tema, no dejarías que algo así te mantuviera avergonzada.

— me rechazó —dijo, mientras soltaba un bostezo— traté de animarlo y todo eso, pero el creyó que me gustaba de esa forma y me rechazó, pero somos amigos ahora.

— ¿A tí te gusta? —dijiste con una sonrisa picarona, a lo que el te respondió con un golpe en el hombro.

— ¿No estás viendo que estoy chiquito? Vieja tonta —dijo con un tono de voz agudo, simulando a la de un niño pequeño.

— ¡Está bien, pero no seas grosero! —reíste, a lo que tú hermano se rió también.

Se escuchó abrirse la puerta principal, dejando ver al esqueleto de chamarra azul entrar con unas bolsas en mano, tenía una expresión cansada y sin borrar esa sonrisa, se podría decir que era su cara de todo los días.

Dejó las bolsas en la mesa y se sentó en el sofá, sin tomar en cuenta que ambos humanos estaban sentados allí.

— ejem. . . —carraspeó el menor, pues el esqueleto había puesto sus piernas encima del sofá, dejándoles poco espacio.

— heh, hola niños —dijo el esqueleto, soltando un largo bostezo.

— ¡Sans, así no se trata a los invitados! —dijo el esqueleto de bufanda roja, había salido de la cocina solo para regañar al más mayor de los cuatro.

— ¿No creen que ya es tarde para visitas? —mencionó el de chamarra azul— ¿Dónde se quedarán la noche?

— Papyrus nos invitó a quedarnos aquí está noche —dijo el menor, levantándose del sofá.

— ¡Sí, Matt dormirá conmigo y tú dormirás con ____! —dijo el esqueleto de bufanda roja, con un entusiasmo inigualable.

El esqueleto más bajo, puso sus cuencas en negro, mientras que un ligero sonrojo azul apareció en sus "mejillas", algo que dejó desconcertado a los tres menores. Tú te diste cuenta de su expresión, a lo que te asustaste un poco.

— ¿____ dormirá conmigo? —repitió este, volviendo a tener esas pupilas blancas en sus cuencas.

— ¡Si, espero que no te moleste! —dijo el esqueleto de bufanda roja, tomando al humano más menor en sus brazos— ¡Matt y yo serviremos la cena! También le prestaré uno de mis pijamas, tú podrías prestarle a ____ una de tus camisetas largas.

— y-yo no- —no alcanzaste a hablar, fuiste interrumpida por tú hermano.

— ¡Vamos, Papyrus! —dijo el menor con entusiasmo, a lo que ambos fueron a la cocina nuevamente para servir la cena.

Un silencio incómodo se sentía en la sala de estar, el esqueleto estaba en completo silencio, mientras que tú pensabas en un tema de conversación rápido, la incomodidad te ponía más y más nerviosa.

— heh, vaya. . . No me esperaba eso —dijo el esqueleto, soltando levemente su característica risa.

— ¡Y-yo no sabía de ésto! —dijiste a la par, tratando de no trabarte al hablar— perdón, se que es incómodo, dormirás con alguien que acabas de conocer y que apartes es humana.

— realmente no me importa —se encogió de hombros, sacando un pequeño sobre de de su bolsillo— solo que a ti te podría incomodar, mi habitación no es realmente un palacio elegante y limpio.

— si está tan desordenada, puedo ayudarte a ordenarla —dijiste con una sonrisa, sentías tu determinación volver a fluir en tu cuerpo.

— heh, como quieras —abrió el sobrecito y lo succionó todo— pero, no esperes a que te ayude.

— puedo hacer muchas cosas por mi cuenta~ —canturreaste, a lo que viste a ambos menores salir de la cocina con cuatro platos de spaghetti.

— ¡La cena está lista! —dijeron al unisono, ambos se veían muy felices.

La cena fue agradable, a pesar de que suene increíble, la comida no sabía nada mal, pues con la ayuda del humano Matt, la comida de Papyrus no fue realmente un "desastre" como solía ser.

Después de comer, Papyrus y tú hermano fueron corriendo a la habitación del ya antes mencionado, te sentías feliz de ver como tú pequeño hermanito tenía su primer amigo y que realmente la pasaba bien con él, es extraño el como cambió de personalidad al llegar al subsuelo y convivir con sus habitantes, fue un cambio bastante positivo para él.

Pensaste en tú vida en la superficie, no era la mejor y tampoco la más feliz, pero ahí estabas tú, cuidando de tú hermanito y determinada a seguir adelante. Te saliste de tus pensamientos al oír la voz ronca del esqueleto de chamarra azul.

— ¿Que decías, Sans? —preguntaste, no habías oído lo que este te había dicho.

— ¿Que si ya estás lista para ir a dormir?  —se levantó de la silla, usó uno de sus atajos para llegar a la planta de arriba.

— ¡Claro! —subiste las escaleras, llegando a la planta de arriba.

Ambos llegaron a la habitación del esqueleto de chamarra azul, al abrir la puerta se pudo ver el desorden de esta. Había un mini tornado desordenado todo, unos calcetines de dudosa limpieza en un rincón de la habitación, el colchón en el suelo, las mantas convertidas en una pelota y las almohadas en el piso, vaya que era un verdadero desastre.

— ¿Segura que quieres limpiar o. . .? —no te importó lo que iba a decir, pues ya habías comenzado a limpiar.

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Pasó un buen rato, pero la habitación ya se veía presentable, Sans habia sacado de su cajón una de sus camisetas y pantalones, entregandotelos.

Este, salió de la habitación para darte privacidad al cambiarte, a lo que no dudaste en quitarte tú ropa, estaba algo rasguñada y sucia, debido a las batallas y algunos golpes que te dabas. Te miraste al espejo, aquel conjunto de ropa te quedaba algo suelto, pero se podía apreciar como los pantalones se ajustaban a tus gruesos muslos, y el como la camiseta blanca dejaba mucho que desear al ver tu busto, pues de que tenías, tenías, pero no como para exagerar. Simplemente tenías el cuerpo de una persona de tú edad.

— ¿Ya estás lista? Voy a entrar —dicho esto, el esqueleto abrió la puerta, viéndote con un leve sonrojó.

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Volveré a actualizar pronto
Tengo sueñoooooo~
Adiós uwu

✧Fallen Brothers✧ [Undertale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora