Re: Parte 2

16 0 0
                                    

Abro los ojos y lo primero que veo es un techo desconocido, blanco con verde en los bordes y unas luces muy fuertes para iluminar los alrededores, mi boca está seca, los ojos pesados y pegajosos, al mover mi brazo para limpiarme el rostro siento un dolor intenso en el cuerpo, no puedo evitar gemir por causa del dolor.

-¡Doctora, doctora - escucho la voz de una mujer.

Trato de abrir bien los ojos para saber que me pasaba, pero me resultaba muy difícil, la basura en ellos es mucha y tenía que cerrarlos y abrirlos para poder distinguir algo más que el tejado.

-Revisen sus signos vitales y sus vendajes, tengan listas las inyecciones y el alcohol.

Nuevamente escuché la voz de una mujer, aunque no parece ser la misma de la última vez, no sé lo que pasa, el dolor es tan intenso que me cuesta concentrarme en lo que me hacen, finalmente, sentí un piquete y en poco tiempo el sufrimiento desaparece cada vez más y mi respiración agitada se calma.

-¿Puedes verme, puedes escucharme? solo asiente si te cuesta hablar.

La mujer frente a mi hace varios gestos que concuerdan con sus palabras, supongo que lo hizo por si no podía escucharla, asentí débilmente, me costaba hablar con la boca seca, pero no podía hacer nada, sentía que si me movía el dolor intenso regresaría.

Pasaron algunas horas desde que desperté, me revisaron varias cosas y me dijeron mi paradero, al ver que estaba plenamente consciente, me hicieron varias preguntas, finalmente, la doctora me contó mi situación.

-Estuviste a punto de morir.

Me explicó que, al llegar al hospital, tenía muchas puñaladas en el cuerpo, perdí mucha sangre y estaban seguros que no sobreviviría, pero que, mi fuerza de voluntad me mantuvo vivo y finalmente lograron estabilizarme, la única forma en que podían llamar a mi situación sería un milagro.

-Después de un chequeo exhaustivo tu vida ya no corría peligro, honestamente estoy sorprendida por tu gran voluntad para aferrate a la vida, fueron más de 10 puñaladas y ninguna fue letal.

Mientras continuaba su relato mi mente divagaba, no podía creer lo que estaba ocurriendo, fue un sueño, una casualidad, un milagro, no lo sabía pero de algo estaba seguro, había muerto ese día o eso sentí.
La doctora seguía hablando, me decía algo de la capacidad de los organismos para sobrevivir ante situaciones extremas, pero eso no me importaba, simplemente quería saber como es que volví a la vida, pero mi rostro no mostraba mi impaciencia, estaba serena y enfocada como si realmente estuviese poniendo atención.

Pasadas una horas mi madre y padre llegaron muy preocupados, basta decir que mi madre lloró mucho en cuanto me vio despierto, corrió a mi lado y me hizo varias preguntas, yo trataba de responder a todas, pero ella no me lo permitía lanzando más preguntas y llorando, le agradezco mucho su preocupación, en cambio, mi padre, se mantenía al lado de mi madre, llorando y dando gracias a Dios por hacer que su hijo estuviera vivo.

Al calmarse todo, mi padre se fue por un cambio de ropa para mi y mi madre hablaba con la doctora acerca de los cuidados y procedimientos que se me hicieron, yo aún seguía pensando en lo que pasó, me resultaba imposible haber salido vivo de aquella situación, pero aquí estaba, acostado en una cama de hospital, respirando.

Pasaron pocos días y unos oficiales llegaron a verme, me entrevistaron con respecto a lo que sucedió ese día y me confirmaron la muerte del ladrón que golpeé, afortunadamente yo salí impune de aquella situación, los oficiales pensaron que los ladrones tuvieron una discusión después de que pensaron que había muerto apuñalado y se agarraron a golpes, resultando que, al caer uno de ellos mal, se golpeó la cabeza muriendo al poco tiempo y el otro escapó dejando el arma homicida, mientras escuchaba permanecía tranquilo en el exterior, pero por dentro me moría de nervios, sabía que el que había matado al otro fui yo y si les decía eso seguro iría a la cárcel en cuanto me recuperara aunque yo haya sido la víctima, siento que mi actuación fue digna de un profesional, en cuanto conté mi versión de la historia no refutaron nada, después de todo era la víctima que estuvo al borde de la muerte por dos escorias y sobreviví de milagro, tenía todo a mi favor, después de ese día ya no volvieron a ir.

Algo más... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora