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— No hace falta, en serio.
— Me importa una mierda lo que digas.
Craig no es especialmente conocido por ser amable. E incluso con sus novios, sigue siendo borde —en algunas situaciones—. Kenny ya ha empezado a aceptar que no hay manera humana de cambiar su actitud, y Tweek directamente nunca se ha planteado la posibilidad de ver a un Craig que no recurra a la agresividad en cada segundo de su vida.
La situación de hoy comienza cuando Craig va a casa de Kenny por sorpresa. Craig ya se ha memorizado cuando los padres del rubio están en casa, para ir a visitar a su novio. No es que tenga un problema con ellos, pero no le apetece entrar y verles tirándose sillas o alguna cosa por el estilo. Ya pasó una vez y no quiere repetir la experiencia.
Y ahí estaba Kenny, en ropa interior y tumbado en la cama leyendo un cómic —Craig seguía sin saber de dónde los sacaba, pero tampoco iba a preguntarle; respeta su privacidad completamente—. "¿No tienes frío?" Había preguntado Craig, para recibir una sonora carcajada como respuesta. "No, pero aunque lo tuviera, toda mi ropa me va pequeña así que no hay mucho que pueda hacer".
Craig conectó eso con el hecho de que había recibido la primera paga en su trabajo de medio tiempo. No pasaron ni tres segundos para que Craig llamara a Tweek y le dijera que fuera al centro comercial, que le vería allí en veinte minutos. Con suerte, había unos pantalones y una camiseta que aún le iban a Kenny, así que se vistió con eso y salieron, a pesar de las mil y una quejas de parte de Kenneth.
— Vamos, esto puede quedarte b-bien.
Tweek le pasó una camisa —como no, Tweek y las camisas— azul cielo. Justo el color de sus ojos.
Kenny se probaba la ropa que sus novios le pasaban a regañadientes. Estaba agradecido, sí. Pero sentía que era una carga para ellos. No quería que le miraran con pena por no tener dinero para comprarse su propia ropa, y aunque la situación estaba muy lejos de ser así, Kenny lo sentía de esa forma.
Aunque vió algo que le llamó la atención.
— Quiero probarme esto.
Mucha gente cuando ve a Kenny por primera vez, se hace ideas del tipo de persona que es. Lo pintan como todo un casanova, yendo de chica en chica y cama en cama. Alguien a quién no le importan los sentimientos, alguien que su personalidad entera se basa en el número de veces que ha tenido sexo y en ser un completo imbécil. Ah, y claramente, un chico con una masculinidad intocable.
La realidad está bastante alejada de eso.
— Kenny, eso es una falda.
— Ah, ¿Sí? No lo había visto. —Se encogió de hombros. Estaba claro que sus palabras iban cargadas de sarcasmo.— Da igual lo que sea, me gusta.
Fue a probarse las cosas. Iba pidiendo opiniones a sus novios por cada prenda; siempre le decían que todo le quedaba genial, y no mentían. Kenny es el tipo de persona a las que todo les queda bien.
La falda... A Kenny le había parecido buena idea cuando la había visto, pero ahora que la tenía puesta, bueno. Era mucho más que una buena idea. Seguramente, lo mejor que había elegido en todo el día. Un subidón de autoestima directo al corazón.
— Vale, no me podéis decir que esto no es espectacular porque sería mentira.
— T-te queda muy bien. —Tweek sonríe y le da la razón; sí, sí le queda bien. Mucho mejor de lo que pensaba.— Deberías quedartela.
Craig no dice nada.
— Craig, ¿Sabes una cosa? La falda tiene una ventaja.
— ¿Cuál?
— Mucha más libertad.
El moreno vaciló por unos segundos, sin entender bien a qué se refería.
— No te pillo la verdad.
Kenny sonríe. Esa sonrisa que dice "lo sabes, lo sabes perfectamente".
— ¿Te acuerdas de lo que tenías en la boca justo ayer? Bueno, pues con esto está mucho más libre. Menos presión, ¿Sabes?
Craig no puede evitar sonrojarse ante ese comentario, y Tweek empieza a reír disimuladamente. La especialidad de Kenny es hacer comentarios incómodos.
Al final, Kenny se fue a casa con la falda en la mochila. Y Craig no lo admitiría nunca, pero adoraba como le quedaba. No, no era por la falda. Era por la sonrisa que se formó en el rostro de Kenneth cuando se la probó. Esa sonrisa era lo que adoraba, nada más.
