Capítulo 7

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Una horrenda voz me hizo salir de mi hermoso trance.

—¡Vaya! Pero si es el hijo indeseado de la Luna, has venido a recibir otra golpiza de nuevo, tratando de salvar a alguna chica—dijo Axel tres de sus amigos me vinieron por detrás y me sujetaron, yo, como débil omega que soy, me dejé arrastrar.

—¡Suéltala! —dijo

—¿Qué vas a hacer? Llorar—dijo Axel—Esta vez no me arruinaras ninguna cita

¡¿Qué?! ¿Quiere decir que no soy la única!

—¡Pedófilo! —dije

—¿¡Qué!? —todos me miraron

—Tienes 200 años más que yo—dije—Anciano abusivo

Todos estallaron en carcajadas. Axel le lanzó un golpe a mi mate, ¡le lanzó un golpe a mi mate! ¡Al rey de los licántropos! Adiós fachada de débil omega, hola híbrida temida y reina de los licántropos. Libré mi aura intimidante de híbrida, saqué las lentillas de mis ojos y deshice mi coleta. Todos, incluido mi mate, se quedaron atónitos.

—Hola Axel, ya veo que las quejas que he recibido son reales—dije

Axel se arrodilló y los demás, menos mi mate, hicieron lo mismo.

—Princesa, perdóname—dijo Axel

—Alpha Axel, levántese—dije—¿A cuántas chicas les has hecho esto?

—No sé de qué habla mi reina...

—Dije ¡¿A cuántas chicas les has esto hecho esto?! —grité con voz de Alpha

—A 56 señora—dijo el Beta

—Yo Velika Lowell—dije pero Axel me interrumpió

—No por favor, tengo una manada que cuidar—dijo

—Dentro de una semana te quiero en la mansión principal—dije con mi voz de Alpha

—Sí, mi reina—dijo y se marchó a toda velocidad, junto con sus secuaces.

POV Tycen:

Estaba atónito, encontré a mi mate y el idiota de Axel se doblegó ante ella. Se acerca a mí, cuidadosamente y ve mi cara, sé que ahora mismo debo tener un hematoma algo grande. Pasa un dedo por la herida, con un delicadeza enorme.

—Lo siento, no debí haber dejado que te golpearan—dijo y vi sus ojos—Malditos ¿Cuántas veces te han hecho esto? —preguntó con voz suave

Dios ese tono suave me va a sacar la verdad

—Más de las que puedes contar—dije, sé los dije, me sacó la verdad

—Me las van a pagar cuando vuelva—dijo ella—Ven conmigo

Yo como hipnotizado la seguí y paramos en un lago. Ella me sienta en una roca y con el agua empieza a curarme la herida, y la cicatrización comenzó a hacer efecto.

—Hola, soy Tycen Sixten—digo

—Mi nombre es Velika Lowell ¿Qué rango ocupas? —preguntó

—Soy un—temo que cuando se lo diga me rechace—Omega

—¿Qué edad tienes? —Preguntó ¿con emoción?

—Tengo 19—dije

—Yo unos 18—respondí

La Diosa Luna me mandó a la mujer más hermosa del mundo. Sus ojos eran de un azul cristal hermoso, su piel era blanca y muy suave, olía a chocolate y bosque. Dios, es hermosa.

—¿Cuándo nos vamos? —preguntó

—¿A dónde? —pregunté

—A mi manada, Axel ya no me quiere en la suya—dijo—Nosotras nos hospedamos en el hotel de pueblo, puedes recoger tus cosas, para irnos cuanto antes.

Todavía estoy en shock. Vamos por partes, estaba en el Instituto y siento un hermoso olor a chocolate y bosque, lo seguí, Axel la estaba raptando, Axel se doblegó ante ella, ella curó mis heridas y quiere que me marche con ella.

¡Ya encontré a mi mate!

Lo siento, fue lo único que pude procesar.

—Entonces, tú eres mi hermosa mate—dije y ella se sonrojó

—Sí—dijo

Estúpido, claro que es tu matedijo Prince por el linkEs hermosa, al fin la Diosa Luna oyó mi ruego

¿Qué hacemos? Estoy nerviosodije

Vete con ella hasta el fin del mundodijoHáblale, cree que la vas a rechazar. ¡Eres un imbécil! ¡Déjame tomar el control para que veas como esto se resuelve!

No, no quiero que se vaya antes de tiempodije y cerré el link

Me paré de la roca y me le posicioné al frente

—¿Cuándo nos vamos? —pregunté y su cara se iluminó

—Mañana—dijo y depositó un beso en mis labios y salió corriendo

¡Sabe a chocolate! ¡Qué bien besa! ¿A quién habrá besado antes que a mí?

Muévete a recoger tus cosasdijo Prince

Me fui directo a la manada y entré a mi estrecha vivienda, vivo casi afuera de la manada porque Axel no quiere que un omega como yo se junte con las personas del pueblo.

(...)

—Terminé de recoger—dije al aire

En realidad no era tanto, solo era una mochila, muy pequeña. Me senté en uno de los pocos muebles que tenía y me dispuse a dormir.

Sentí un tirón en mi puerta que me hizo sobresaltar. Y era nadie más y nadie menos que...

Híbrida LowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora