Híbrida Lowell

Capítulo 13

POV Velika:

—Nunca es tarde—susurré

Acerqué mi boca a su cuello y clavé mis colmillos, con delicadeza y lo marqué.

—Lo siento, es por tu bien—dije

Los chicos lo trajeron a mi habitación y lo recostaron en mi cama. Ahora a esperar que se despierte. Bajé las escaleras y liberé un aura muy fuerte que le daba miedo a cualquiera.

Mi mansión estaba dividida en dos, la parte de la familia del Alpha y una parte para la manada. Bajé al salón, donde había citado a los 10 guerreros que habían herido a Tycen, no tenía humor para ninguno y no estaba enojada.

—¡Hablen ya! —grité con voz de Alpha y todos se sobresaltaron menos mi primo, el creído de mi primo Rylan.

La familia del primo Rylan se fue de viaje hace unos meses y me obligaron a ponerlo de jefe de mis guerreros, tuve que quitar a un chico mil veces mejor persona que él.

Rylan es un creído, desafiante y altanero que ha tenido problemas con muchos Alphas y por mi parte se anda buscando el destierro

—Primi—dijo con una sonrisa burlona y me controlé para no arrancarle la cabeza en medio del salón—El joven ese—hizo una mueca de asco—me atacó

Mentiroso, Tycen no sería capaz de hacerle daño a nadie, con el poco tiempo que llevo conociéndolo me he dado cuenta de que al contrario de Prince él es una persona pacífica

—No me digas—hablé burlona con mi voz distorsionada—¿Qué te hizo?

—Me retó y se me lanzó encima—dijo

—¿Por qué te retó? —pregunté tratando de no dejar salir a Oxua

—Le dije que te soltara—dijo—Y él no quiso

—¿Por qué lo atacaste? —pregunté calmada, para no perder mi poca paciencia

—Porque no te soltaba—dijo—Ese perro no merece que lo dejemos vivos—susurró y yo lo oí—Además es un omega, ¡un omega retándome! —seguía susurrando

Inhala, exhala, cálmate Velika, que últimamente tienes grandes problemas de ira.

No, no tengo problemas de ira, solo defiendo a mi mate

Estás discutiendo contigo misma

Sí, no me importa.

—No me digas que—hizo una mueca de asco, estaba pensando en voz alta—ese sujeto es su mate, que asco, es un omega débil, que no va a proteger a la manada de nada.

¡Y amigos! Eso fue lo que colmó mi hermosa paciencia.

Mis ojos se volvieron negros y agarré a Rylan por el cuello y lo estampé contra la pared

—Acuérdate por qué estás aquí y ahórrate tus indeseables comentarios—dije y solté—¡Ethan! —grité

Frente a mi apareció mi más querido híbrido y uno de mis mejores amigos. Ethan era un chico de tez blanca y pelo del mismo color, pero lo que lo diferencia son sus ojos muy negros. Ethan es un híbrido demonio-lobo, liga rara lo sé.

Ethan vino hacia mí y nos dimos un abrazo.

—¿Para que me necesita Alpha? —preguntó

—Ethan, tú tomarás el lugar de Rylan—le di mi mano—Bienvenido de nuevo

—Pero, Alpha, yo soy más fuerte que ese híbrido—dijo Rylan escupiendo con rabia cada palabra

Ethan es un chico tranquilo pero cuando hablan mal de él, su autocontrol se desvanece. Ethan estaba frente a mí con los ojos totalmente negros, puse mi mano en su hombro para que se detuviera y así lo hizo.

—Rylan, será mejor que te calles—le hablé con calma —tú serás el segundo al mando, por debajo de Ethan, todavía tendrás poder

Ethan se retiró de mi casa y me acordé del tema central, Tycen.

—Como les decía, será la última vez que le toquen un pelo a MI MATE—dije lo último con voz de Alpha.

—Sí señora—todos se retiraron menos Rylan

—Me las vas a pagar primi—dijo con burla

—Me estás amenazando—afirmé—Y sabes que eso no es nada bueno

—No me importa, pero sabes que puedo hacer lo que se me venga en gana—dijo

—¿En serio? ¿Y si te destierro? —pregunté con diversión al igual que él

—No podrías, mis padres te matarán—dijo

—¿Qué tal si probamos? —pregunté

—Hazlo—me retó

—Yo, Velika Lowell, Alpha de los Alphas, Princesa de los demonios, Princesa de los hechiceros y Princesa de los Vampiros, te destierro a ti Rylan Lowell, delta de la manada Luna Llena, del reino licántropo, vampiro y del averno.

Rylan se retorció de dolor en el piso y se paró.

—Gracias, ahora soy libre, te debo una primi—dijo

—No hay de que—dije y Rylan salió corriendo rumbo al bosque.

Me sentí rara en ese momento, asustada, feliz, confundida y solo me vino una palabra a la mente

—Tycen—susurré