¿no habías recordado todo ya?

28 8 5
                                    

- Trajeron nuestras gemas? - Si, no somos idiotas, Jess- Home sweet home- todos reímos, estábamos acostumbrados a tratarnos asi, era nuestra manera, quizás por eso tampoco nunca encajamos con el resto de los cazadores, eran muy correctos y estructurados.

No digo que nosotros rompiéramos las leyes, humanas o de nuestro mundo, pero a veces nos saltábamos entrenamientos y hacíamos otras cosas o... bueno, en otro momento te contaré todo.

- gracias - dije mientras Zeus clavaba la piedra en mi piel-

- any time - dijo mientras me guiñaba un ojo, me eche a reír

me me parece necesario, contarles que todo mi grupo hablábamos diferentes idiomas, nuestras familias eran de las mas importantes así que constantemente estábamos de viaje, asi que elegimos aprender los mismos 4 idiomas, inglés, italiano, aleman y español, pero ese no cuenta porque es nuestra lengua madre.

Por alguna razón Zeus y yo teníamos una atracción inexplicable por el italiano, cleo y Osiris por el alemán, samay y astim por el ingles, nunca supimos porque, pero tampoco le dimos mucha importancia.

cleo y yo tratamos de hacer los menos sonidos de dolor que pudiéramos y nos cambiamos con la ropa que nos habían traído. El enfermero que hoy admitió frente a su compañera haber sido sobornado, nos ayudo a salir por algunas puertas que solo eran accesibles para el personal del hospital y llegamos al estacionamiento.

ahí nos subimos una camioneta y Osiris empezó a manejar; en el camino me dedique a curarme, mi cuarzo brillaba tanto que de vez en cuando tenia que parar para no molestar la vista de los chicos, cuando llegamos, Cleo y yo estábamos curadas (se que no pueden creer que saliéramos del hospital sin problemas, pero los humano son bastante fáciles de comprar si hay dinero), quedamos en que mañana nos juntaríamos a ponernos al día con todo, Zeus y yo fuimos a mi habitación, bueno... ya saben, somos novios o sea, no me miren así, me saque el yeso con agua y para mi sorpresa fue mas difícil de lo que pensé así que tuve que llenar la bañera con agua e intentar arrancarlo porque no salía.

- segura que no queres que te ayude - el estaba sentado en la silla que estaba al lado de la puerta del baño inclinado hacia delante mirándome-

- ya te dije que no, puedo con un estupido yeso

- pues no parece - lo mire con cara de pocos amigos y seguí en mi lucha, claro que no quería su ayuda, siempre fui capaz de hacer las cosas por mi misma, ademas no me gustaba la ayuda de las personas, no era una inútil. Después de 5 minutos y con mi brazo ardiendo por la fricción que estaba haciendo, el seguir ahí, mirandome divertido.

Me molestaba que se este divirtiendo por eso, siempre teníamos esos cruces por quien era mejor en diferentes cosas y que ahora me este ganando, con lo que a mi me gusta ganar, no me agradaba nada.

- a ver -camino hacia el baño-

- no, yo puedo so-

- creo que podes hacer una excepción, por esta vez y dejarme ayudarte -dijo mientras se agachaba y pegaba su pecho con mi espalda

- ya te dije que yo pue-

puso su mano en mi boca y no me dejo terminar.

lo mordi.

- te perdono que me hayas callado SOLAMENTE porque te extrañe -dije con toda mi seriedad-

el se rio.

yo también.

siempre tuvimos ese aire a pareja divertida, nunca estábamos serios, todo es broma, todo es divertido, caras, miradas. Digamos que si lo quería mucho.

recargue mi espalda en su pecho y deje que me saque el yeso del brazo

- listo

me di vuelta, quedamos cara a cara en el piso.

- gracias

- ¿que?

- me escuchaste

- argh, pense que lo podias repetir, considerando que te golpeaste esa cabeza - dijo dando un golpecito en mi frente-

me miro, sus ojos me dedicaban un te extrañe que hacían que todo lo malo desapareciera, alguna vez alguien los miro como si parecería que podrían ver todo tu ser, tu alma, todo, bueno, esa era la mirada de zeus. No sabría explicarlo, era una conexión que nunca había tenido con nadie, desde que éramos niños, todos éramos asi, los 6 teníamos algo especial, pero zeus y yo... no lo se, a veces creo que las chicas lo tienen con los chicos tambien, pero de verdad, en ese momento no ubieramos sido capaces de explicarlo.

- me alegra que estes bien, no se que habria echo si te pasaba algo, jess

- ya se, pero estoy acá y estoy bien

el me abrazo y nos quedamos un rato asi, no se cuanto, pero yo tampoco quería separarme.

después de un rato, el me separo y agarro mis brazos, quise decirle que no, que siguiéramos asi, pero no iba a hacerlo, ademas el hablo antes.

- de verdad no se que hubiera pasado si algo peor pasaba jess ¿por que te fuiste asi? -ahi fue cuando todo perdió sentido-

- ¿que?

- como que ¿que? ¿porque te fuiste asi de la fiesta?

- la fiesta?... - dije esperando que completara-

- no es momento para juegos, jess ¿que paso ese dia? ¿descubriste algo? - la cabeza me dolió de nuevo y mi cuarzo que guarde en el bolsillo de mi pantalón brillo lo mas fuerte que había visto en mi vida, la cabeza me dolió el triple que en el hospital y ya no pude, mire a zeus y el no paraba de preguntar cosas que yo no entendía porque estaba cegada, flashbacks de recuerdos, del choque, algo que parecía... un bolso? no, era muy grande, un piso de madera, una luz que se acercaba, alguien entrando a la habitación en la que encontré el bolso, la luz se acercaba mas, salir, correr, correr lo mas que pude, gritos, mi auto. Iba sola, entonces como ocurrió el accidente? gritos, los chicos llamándome, gritando mi nombre, yo subiéndome al auto y salir a toda velocidad, un auto de frente, la luz me cegó y sentí mi cuerpo chocarse con el de zeus

nota de la autora:

se que dije que iba a explicar en este capitulo el encanto y el tema de la sangre, pero se hizo muy largo.

espero que les haya gustado <3

que creen que paso el día de la fiesta?

Lo que somos, lo que fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora