Capítulo 3

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Cuando concluyó ese intercambio de mensajes, se sintió entre confundido y ¿Emocionado?... ¿Qué rayos pasaba con Seungho? ¿Para qué quería verlo?

Al leer la ubicación del departamento de su ex, lo primero que vino a su mente, fue que era un lugar con excelente ubicación ¡Rayos! Pagar un taxi sería muy costoso y si viajaba en el transporte público, existía la posibilidad de llegar sudado por estar subiendo y bajando las escaleras del metro. Ah, era una tontería estarse mordiendo las uñas por pensar en su encuentro. Desde el principio debió haberse negado, pero era muy divertido pensar en la posibilidad de que Seungho quisiera verlo porque quizá algo cambio entre ellos en el momento en que se reencontraron. ¡Demonios! ¿Y si Seungho quería regresar con él? ¿Estaría bien intentarlo una vez más? Esa loca idea, no dejó de darle vueltas en la cabeza y corrió hasta el closet que compartía con su hermana para sacar toda la ropa que tenía a la mano, fue colocando camisas y pantalones sobre la cama de su hermana, estaba tan indeciso que la noche le parecería insuficiente para prepararse emocionalmente para el encuentro. Se puso frente al espejo analizando su rostro, se revisaba el cabello preguntándose si no haría falta un recorte.

Su hermana entrando a la habitación rompió su aparente concentración, ella miró horrorizada todo el desastre que le tomó segundos hacer.

—Voy a limpiarlo, no te preocupes.

—¿Qué es todo esto? ¿Por qué has sacado toda esta ropa?— Nakyum comenzó a sonreír y miro a su hermana con una expresión misteriosa.

—Adivina.

—Ve al grano— la chica estaba tan cansada que se sacó los zapatos y lanzó lejos su bolso.

—Seungho quiere que nos veamos. Me ha invitado a su casa. No lo sé, podría ser que mañana llegue y me encuentre con una hermosa mesa iluminada por velas al centro— así de fácil había empezado a tener fantasías, no cabía duda que su mente siempre tenía una excelente imaginación, pudo visualizar perfectamente a su ex esposo, sentado frente a él, besando el dorso de su mano mientras lo miraba con esos ojos impresionantes que tenía, pidiéndole que volviera con él, diciéndole que lo intentaran de nuevo.

En algún punto, Nakyum sonrió demasiado, estaba suspirando y no escuchaba lo que su hermana le decía por quedar atrapado en tal visión.

—¡¿Estás escuchando?!— la chica tuvo que golpear su cabeza, fue el único modo en que él pudo volver a la realidad.

—¿Decías?

—Te decía que ¿Si estás seguro que te ha invitado en sentido romántico?

—No lo sé— Nakyum tomaba camisas y se las probaba frente al espejo—. ¿Cuál debería ponerme?

—¿Por qué luces tan emocionado?

—No estoy emocionado.

—Sí que lo estás.

—Te digo que no— hizo un puchero y pellizco las mejillas de su hermana para hablarle—. Estoy divirtiéndome con esto, creo que él sigue ilusionado conmigo, creo que verme la otra noche, le hizo recordar los viejos tiempos.

—¿Seungho recordó los viejos tiempos, o tu recordaste los viejos tiempos?

—Basta. Ayúdame a elegir algo de ropa ¿Debería recortarme un poco el cabello?— la chica arrojó todas las cosas al suelo, Nakyum corrió para recoger todo, viendo como su hermana se iba quedando dormida, él continuaba sonriendo, hacia mucho, mucho tiempo que no estaba tan inquieto. Ya ni siquiera sabía si podría dormir.

. . .

Al llegar la mañana, notó que se quedó dormido hasta muy tarde, razón por la que despertaba a las 10 am, él siempre se levantaba a las 7, pero al pasarse toda la noche leyendo rumores de Seungho como la nueva imagen de un noticiero importante, era obvio que no iba a despertar temprano. Reviso de forma apresurada la bandeja de mensajes en su celular, esperaba algún mensaje matutino de Seungho confirmando su encuentro de esa noche, pero no fue así. Todo lo que tenía, era el mensaje de una viejita que le pedía ir a su casa para que le hiciera una pintura de sus gatos. Cierto, le había dicho que la vería ese día, pero ahora tenía miedo de ir. La pobre señora siempre estaba sola y cada vez que él iba, era cosa de todo el día, la mujer lo entretenía con largas charlas sobre su vida y le ofrecía quedarse a cenar. Había algo que resaltar, ella pagaba bien. Genial, ahora estaba en una contradicción, no sabía si ir por algo de trabajo, o prepararse mentalmente para su encuentro con Seungho ¿Cómo debía actuar frente a él? ¿Estaría bien ser un poco frío después atrevido?

Segunda oportunidad (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora