Capítulo 9

1.3K 143 16
                                    

Estaban cumpliendo tres meses de casados, las personas más cercanas a ellos continuaban diciéndoles que estaban en una fase de luna de miel que terminaría luego de unos meses, pero en realidad ellos la estaban pasando bien siendo esposos. Era como el mejor sueño y no importaban los malos pronósticos que pudieran venir de otros.

Nakyum se sentía sumamente afortunado por tener a alguien como Seungho a su lado y Seungho era el más feliz de poder tener la oportunidad para compartir tantos momentos con alguien como Nakyum, ambos no hacían más que emocionarse con cada pequeño detalle que el otro le mostraba y esa noche en especial, creyeron que era un buen momento para ir planificando cómo sería su casa, esa casa en la que vivirían para siempre.

Seungho llegó con papel blanco y Nakyum se apresuró en quitar todo de la mesa para que pudieran tener suficiente espacio. Fue el más alto quien comenzó trazando un croquis o algo parecido, no era como si alguno de ellos tuviera conocimientos de arquitectura ni nada parecido, sin embargo tenían una casa en mente.

—¿Qué tal si el jardín es de este tamaño?— Seungho señaló el dibujo y Nakyum se encargó de borrar esa parte para trazar líneas por él mismo.

—Debe ser más grande, algo así— señaló justo en la modificación que había hecho—. Debemos tener un jardín asombroso, las plantas serán como nuestras pequeñas hijas.

—¿Qué tal si hacemos un cuarto de pintura justo frente al jardín?— Seungho reinició un nuevo dibujo y Nakyum sonrió porque todo lo que su esposo le proponía era genial. Era como si ambos compartieran un mismo plan, mientras Seungho continuaba hablando y dibujando el diseño de su casa soñada, Nakyum sonrió nostálgicamente, se recostó en el hombro de su esposo quien no tardo en acariciar su cabeza y preguntarle si estaba todo bien.

—Me siento tan feliz, que tengo miedo de que todo esto ni siquiera sea una posibilidad.

—No digas eso— Seungho se apresuró en tomar sus manos—. No sé cuándo llegará el día en que podamos tener una casa así, pero justo ahora puedo hacerte la promesa de que la tendremos y viviremos en ella hasta que seamos unos viejitos. Tendremos el mejor jardín de todos y siempre estaremos juntos.

Dejando un beso en su frente Seungho abrazó el cuerpo de Nakyum, un abrazo que fue correspondido de inmediato. Se sentía tan bien estar así...

Seungho decidió poner como pretexto que debía ir al hospital a una revisión de rutina para no tener que ir a trabajar tan temprano. Se sentía tan feliz que no le parecía cierto que la noche anterior hubiera sucedido en realidad. Ya no había rastros de sus deseos de venganza, lo único que deseaba era volver a estar con Byun Nakyum; vivir juntos y continuar con lo que algún día dejaron pendiente. De alguna forma había conseguido comprender que su separación fue responsabilidad de ambos, pasó tanto tiempo sintiéndose rechazado y abandonado que se limitó a adoptar una postura de víctima sin ver más allá y admitir que Nakyum estuvo atrapado en el trabajo excesivo mientras él continuaba confiando en que su trabajo daría frutos muy rápido, Era Nakyum que dormía hasta altas horas de la noche trabajando, era él quien trabajaba incluso en fines de semana y en ocasiones descuidaba su alimentación.

¡Joder! Todavía tenían tantas cosas por aclarar, pero si de algo estaba convencido es que todo saldría bien.

Así que confiando en que era un buen día, Seungho condujo hasta su más grande proyecto, un proyecto casi secreto en el que llevaba trabajando los últimos dos años. Detuvo el auto frente a esa casa y sonrió con satisfacción llevando consigo algunos ingredientes que tomó del refrigerador en su departamento para cocinar. Al introducir las llaves en la puerta, entrar y respirar el olor a nuevo que había por todas partes, sintió que su corazón comenzaba a dar de brincos dentro de su pecho.

Segunda oportunidad (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora