Capítulo 5

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Le parecía increíble seguir pensando en el rostro de Seungho ¿Cómo pudo ser tan débil? ¿Cómo es que terminó siendo superado por sus sentimientos de tristeza para buscar refugio en los brazos de su ex esposo?

Se sentía terrible por dejarse llevar así de fácil y prefirió ir a dormir temprano para evitar interrogatorios extraños por parte de su hermana. Había algo contradictorio en toda la situación; se supone que no deseaba ver nunca más a Yoon Seungho, lo cual era estúpido porque ahora postulaba para trabajar en la misma televisora que él, pero al mismo tiempo deseaba encontrarse con él para demostrarle que podía seguir adelante y ser tan exitoso como él.

¡Demonios! Tenía que definir lo que esperaba de una buena vez, además ¿No fue eso lo más parecido a una escena de celos?

Él no hizo más que hablar con InHun Seonbi sobre la posibilidad de trabajar juntos, el reportero le jugó algunas bromas sobre sus pequeñas manos y es por eso que permitió que se las tocará, pero no hubo nada más, fue por eso que la forma en que Seungho apareció para llevarlo con él, le resultó desconcertante. No podía ser verdad que después de cuatro años divorciados ese hombre aún pudiera poner su mundo de cabeza, porque si... así lo sintió. Cuando tuvo a Yoon Seungho frotando sus manos y dedicándole una mirada nostálgica haciendo ese comentario sobre la muerte de sus padres, todo el orgullo y el enojo que sentía por él, se desvanecieron en automático y tuvo la intensa necesidad de abrazarlo, quería sentir una vez más su calor, tal y como en los viejos tiempos.

Sin embargo, tuvo que alejarlo, estuvo a nada de perderse a sí mismo y suplicarle que se dieran otra oportunidad, que quizá él todavía tenía sentimientos, fue ahí donde decidió apartarse de ese abrazo surgido en la extraña necesidad de tenerle cerca y salió huyendo como un idiota ¿Qué tan idiota se podía ser?

Se permitió a si mismo ser tan débil y ahora pagaría las consecuencias, Seungho debía estarse burlando de él, debía estar criticando que lo de su desastrosa vida era verdad. ¡Maldita sea! Nunca debió abrazarlo.

Era obvio que entre ellos no existía más que rencor. Seungho debía seguirle odiando por cómo lo rechazó en el pasado, debía despertar sólo sentimientos de rechazo en él.

Si tan sólo, esa noche no lo hubiera llamado pidiendo su ayuda para salir de prisión, quizá no estaría atravesando toda esta confusión.

El sonido típico de un mensaje en su correo electrónico le hizo salir finalmente de sus pensamientos, en medio de la oscuridad de su habitación le dio abrir y leyó lo que tanto esperaba, no pensó que sería tan rápido dado que en cualquier empleo tardaban un poco en notificarte si estabas contratado.

En fin, sonrió y disfrutó de la emoción por haber obtenido el empleo, al día siguiente se presentaría con la persona que señalaban en el mensaje y lo más probable es que ahí le presentarían a su equipo de trabajo.

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Cuando la mañana llegó y se encontró con la persona que le presentaría a su equipo de trabajo, Nakyum no pudo sentirse más que afortunado cuando se dio cuenta que el reportero con el que trabajaría directamente, era nada más y nada menos que InHun Seonbi ¿Qué mejor suerte podía tener que esa? Tendría a un hombre agradable, sonriente y buena persona como compañero de trabajo.

Seonbi no tardó en darle la bienvenida y presentarle a su camarógrafo. El otro sujeto que lo recibió muy temprano le entregó el equipo de trabajo señalándole lo cuidadoso que debía ser con cada una de las cámaras, le asignaron también una computadora en un pequeño cubículo y le indicaron donde se ubicaban cada uno de los programas de edición.

Durante la presencia de alguien que era lo más parecido a un jefe, todos permanecían en sus sitios de trabajo y se les veía muy concentrados, tanto que Nakyum tuvo un poco de miedo de hablar, pero todo cambió en cuanto ese hombre se fue.

Segunda oportunidad (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora