Capítulo 1

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Cuando Yoon Seungho recibió la llamada de un número desconocido no dudo en responder, podía ser alguien importante de la televisora en la que trabajaba y no quería tener problemas por no contestar aún cuando no estuviera en horario de trabajo.

Nunca de entre todas las cosas que le pasaban con regularidad, hubiese imaginado que al otro lado de la línea volvería a escuchar la voz de su ex esposo. Aunque habían pasado ya cuatro años de su separación, él seguía guardando un profundo rencor hacia Byun Nakyum, el sujeto que así sin más, decidió que el divorcio era la mejor solución a los problemas que se suponía debían enfrentar juntos.

—Escucha, sólo tengo un minuto para hacer esta llamada. No tengo a quien más pedirle ayuda. Estoy en la comisaría, me tienen detenido. Por favor ayúdame, digamos que es algo urgente— escuchó hasta el final el argumento que su ex esposo usaba. Pero que ese tonto ni se creyera que le iba ayudar así como si nada.

—No cuentes conmigo— colgó el teléfono y sonrió para sí mismo, satisfecho y disfrutando el tener una imagen imaginaria de Nakyum en una celda ¿En qué maldito problema se habría metido ahora para terminar en un lugar como ese?

En fin, no era asunto suyo. Además tenía que redactar una noticia que sería titular en el periódico del siguiente día, volvió a su computadora y con demasiada confianza siguió escribiendo. No contaba con que la mente y los recuerdos a veces confabulaban en su contra, haciéndole tomar decisiones con las que podía no estar muy de acuerdo.

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—¿Qué es esto?— un emocionado Byun Nakyum se mostró de verdad sorprendido cuando Seungho levantó la tapa de su platillo en un elegante restaurante y en lugar de comida había una cajita que contenía un anillo, en el estaban grabadas las palabras "Te amo"

Ya que Nakyum continuaba paralizado, Seungho tuvo que tomar su mano y colocarle el anillo, que por cierto le quedaba perfecto, parecía una escena sacada de las novelas románticas, pero siempre quiso tener un detalle como ese para sorprender a su novio. Fueron novios desde la preparatoria, así que el más alto no tenía duda de que Nakyum sería la única persona a la que amaría en toda su vida. El pobre chico no cabía de la emoción, sus ojos estuvieron a punto de dejar escapar una lagrimilla.

—¿Quieres casarte conmigo?— bien, la pregunta que había deseado hacer durante tanto tiempo. A sus 24 años, solo quería compartir su vida con Nakyum, no había dudas y después de tantas dificultades en su relación, ya nada le daba miedo.

Y aunque eran todavía muy jóvenes a los dos les entusiasmaba esa idea, Nakyum simplemente aceptó, se abrazaron sin importar lo que podían pensar de ellos y con un beso sellaron la promesa de que estarían siempre juntos.

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¡Maldición! ¿Por qué era que ese recuerdo venía seguido a su mente? Eso ya estaba enterrado en el pasado, un recuerdo de algo que sucedió ocho años atrás ni siquiera tendría por qué estarse repitiendo como una película vieja que vuelven a transmitir pasado el tiempo.

Yendo en contra de todo pronóstico, dejó el trabajo de lado y fue así como termino en la comisaría pagando una pequeña fianza y firmando unos papeles para que pudieran liberar a Nakyum, la incomodidad entre ellos cuando estuvieron fuera de ese sitio fue evidente, ninguno de los dos tenía las palabras correctas para romper el silencio, así que Seungho camino hacia su auto provocando que Nakyum caminará detrás de él.

—En serio gracias, no esperaba que vinieras.

—Pero no tenías a quien llamar, se bien eso— abrió la puerta de su automóvil nuevo, uno que sencillamente captaba el interés de su ex pareja dado que le recordaba cómo durante su segundo año de matrimonio debieron vender el primer auto que compraron juntos para solventar un par de deudas y tener algo que comer. En aquellos tiempos sí que se las vieron difícil, pero eso era algo que a ninguno le gustaba recordar.

Segunda oportunidad (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora