Lo siento, simplemente no puedo parar de escribir esto, llevo esperando escribir esto desde que la idea se gestó en mi cabeza. No sé si acabe hoy, pero mandaré el horario a la mierda por un rato.
...
"El universo es un lugar cruel, pero a pesar de todo, es justo"
Ese día luego de que el cielo presenciara aquella pelea, la nieve no paró de caer, sepultando las calles de South Park en lo que parecía la capa mas gruesa de nieve que habían presenciado en años, por este extraño fenómeno la mayoría de establecimientos se vieron cerrados y entre ellos, la escuela, cosa que de cierta manera ayudaba a la situación de Tweek y Craig.
Ese día ninguno de los durmió, sus padres estaban realmente preocupados por la negatividad que arrastraban en sus pies, parecían personas diferentes, sin vida, como si hubieran perdido algo importante.
Y así era en realidad.
Craig intentaba aceptar su nueva realidad, la realidad en la que se había enamorado por segunda vez y aun así había vuelto a fallar, a pesar de que él siempre fue consiente de la posibilidad de perder a Tweek no pensó llegar a ella tan pronto, realmente lo único que quería era volverlo a ver, que volviera a aparecer esa mañana en su puerta sin tocar en busca de una nueva aventura de uniones celestiales. Pero no, solo escuchaba al otro lado como su hermana hablaba animadamente con su novio y destinado, Ike.
Pero para Tweek las cosas eran algo diferentes pues su cabeza y corazón eran un jodido lío, ¿y como no? la persona que le gustaba le acaba de decir que su hilo ya no existía, y no solo porque se hubiera muerto, sino porque esa persona lo había descartado sin siquiera conocerlo.
Pero ese no era el verdadero dilema.
Tweek de cierta manera se sentía aliviado por la noticia, sentía una pequeña puerta ser dibujada en el salón de las oportunidades para que él y Craig estuvieran juntos... pero tenia miedo, miedo a que el desamparo del universo los afectara, nada los unía, no había nada entre ellos y eso lo hacia retroceder ante la idea.
Así pasaron todo el día, siendo dos seres irreconocibles que alguna vez causaron felicidad en las personas y que ahora ni ellos mismos se encontraban sonriendo. El rubio se la pasó todo el día bebiendo café como un loco poniéndose mas nervioso de lo que ya era mientras Craig releía una y mil veces las historias de Tweek, pensando que gracias a él, el chico nunca volvería a creer en el amor.
Cada uno se halló en su mundo hasta que la noche cayó, solo siendo amurallando por la rutina ante la mirada de sus familiares (ocultando ademas la verdadera razón de sus golpes, cabe resaltar), por primera vez en el día, miraron la hora encontrando que ya era pasadas las 12 de la madrigada, a pesar del sueño que se escondía bajo sus ojos no sabían como dormir con el ruido de su cabeza.
No obstante, sin saberlo desde lo lejos de la casa de cada quien, ambos se dirigieron hasta la ventana de su cuarto la cual daba hacia la calle principal, sorprendidos por la cantidad de nieve que cubría todo mientras nieve fresca no paraba de caer, ese clima era realmente loco.
Pero Craig miró hacia el cielo, notando como a pesar de la contaminación lumínica una estrella cayó, decidió abrir la ventana y que el frió del invierno inundara su rostro, aspirando con dificultad dirigió una mirada hacia el oscuro paisaje y como la noche donde todo se vino abajo, habló.
—¿Es esto lo que querías?—Preguntó con voz quebrada, pues llevaba todo el día sin decir casi palabra.—Me hubieras hecho sin corazón, no es justo que me permitas amar cuando no es posible mantenerlo, solo me haces sentir peor a cada año que pasa—a pesar de sus lastimadas manos, golpeó el marco de su ventana—¡dices ser justo pero no es así!—Se derrumbó—Dejaré de renegar por mi don, lo juro, acepto la soledad eterna a cambio de la unión de otros, pero te lo pido—Rogó, poniendo su cabeza de rodillas hacia la única estrella que se veía en el cielo—Permitele a Tweek ser feliz.
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El hilo faltante|Soulmate Creek
FanfictionCraig Tucker ha nacido con un don extraordinario, el poder de ver los hilos rojos del destino pero a un costo, él no posee uno propio. Un día conoce a Tweek Tweak, un muchacho desafortunado quien no posee un hilo rojo llamando la atención de Craig...