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Reto #4 La hija del rey

Erase una vez dos reinos.

Lo sé muy bien pues yo pertenezco a uno de ellos.

El primero estaba lleno de vida. Su rey regía con justicia y amor ¡la gente lo admiraba!

¡Parece una fábula! Pero al fin y al cabo la mente humana está tan corrompida que se le dificulta imaginarse algo así.

El reino que se oponía era todo lo contrario, su cruel e inhumano gobernante pensaba una estrategia para acabar con el otro reino. Fue cuando la encontró a ella.

"Ella" tenía poder sobrenatural gracias a su padre ¡Podía transformarlo todo! Las cosas que no eran como si fuesen, lo muerto por vida, el dolor por amor...

El despiadado gobernante decidió engañarla, por ello envió tres criaturas para conseguirlo.

La primera era un lobo cambia formas: manipulador y mentiroso, se presentó ante ella como un corcel blanco( uno de los animales que más le gustaban) para llamar su atención. Se convirtió en su "amigo" constantemente la manipulaba a explorar tierras desconocidas en búsqueda de lo "nuevo" abandonando sus responsabilidades como hija del rey.

El lobo le presentó al mapache, este pequeño le enseño a tomar lo ajeno, a probar aquello que parecía ser prohibido, a experimentar y coquetear con el peligro de la vida.

La tercera criatura fue el dragón, él la deslumbró con su grandeza, tesoros, todo su poder e inmensidad.

Él la hizo llenarse de orgullo. Aprovechándose de esto le prometió un reino para ella, a cambio de que esta le dijese como entrar al reino de su padre para tan si quiera vislumbrar sus maravillas desde las sombras (ya que ellos tenían el paso prohibido). Ella le contó todo lo que él deseaba saber. Él en recompensa la lleno de lujos, placeres y exquisiteces.

Al otro día esa fantasía terminó...

El dragón atacó junto con otras criaturas a los súbditos de ese reino, haciendo que pelearan unos contra otros.

El reino estaba intacto, pero ahora muchos de sus habitantes se perdían.

La hija sabía que era su culpa, que el dragón y los otros habían atacado gracias a ella. Enojada fue a enfrentarse contra ellos, pero al intentarlo se dio cuenta de que los poderes de su padre ya no se manifestaban en ella. Todo a causa de que su corazón había sido corrompido.

Cuando se vio indefensa intentó huir pero las criaturas la atraparon: El mapache robó todas sus prendas, el lobo rasgó sus vestiduras y otros como estos también acudieron para atormentarla.

—Estás sola, no tienes nada ¡No eres nada! — exclamaba el lobo —. ¡Perdiste todo, no le importas a nadie, ni si quiera a tu padre!

Su lucha era inútil, el dolor era intenso, la rompían por fuera y por dentro.

— ¡Eres huérfana ahora, nos perteneces! —sentenció el dragón con voracidad —.

Esa palabra retumbó en su cabeza.

¡Huérfana!, ¡Sola, perdida!, ¡Acabada!

Parecía el fin... En aquel momento tétrico donde todos la sujetaron y el dragón estaba a punto de llevarla a la muerte, de repente un destello dorado desciende y aparece el rey acompañado de un terremoto que sacudió toda aquella tierra partiéndola en dos, haciendo que todas aquellas bestias y criaturas incluyendo el dragón y su gobernante quedasen sepultados bajo la tierra y las aguas debajo de ella.

La hija sorprendida y asustada ante lo que veía se puso de espalda a su padre. Ella vio un muelle cercano y un bote atado, se subió sobre él dispuesta a desatarlo y su padre abordó con ella.

— ¿Te vas? —le preguntó —,

— Te traicione papá... ¡Todo fue mi culpa!

Él la miro asintiendo para demostrarle que ya lo sabía.

— No merezco ser llamada tu hija —ahí tomó la soga para desatarla —.

— Es cierto, pero mi amor por ti es mayor que eso. Fallaste pero sigues siendo mi hija. Nada cambiará el amor que siento por ti.

Las lágrimas de la hija eran tantas que bañaban sus pies descalzos.

—¿Dices que puedes perdonarme?

Él la miró con una sonrisa.

—Ya lo he hecho.

Ese día ví como el rey abrazó a su hija y la llevó de nuevo a su reino. Con el tiempo ella volvió al camino del que se había perdido y empezó a ayudar a aquellos que como ella caían. Recordándoles que podían levantarse, que contaban con el apoyo del rey y su amor incondicional.

—La hija del rey—

Por: Aviannys Machado

699 palabras

Dedico esta historia a todos los padres en su día ¡Gracias por su amor y todos los sacrificios que hacen por nosotros!

"Todos tenemos un padre que nos ama"

Cuando te sientas solo recuerda que no eres huérfano.

Detalles y contenido exclusivo de esta y otras historias en mi cuenta de instagram: @lashistoriasdeavi